Martin Fletcher, editor asociado y antiguo corresponsal extranjero
de The Times, reportero de televisión y valiente periodista, nos ha llamado la
atención en un tremendo articulo donde nos detallan y denuncia la trama Iraní
que lleva al ajusticiamiento por la horca de este Joven persa de 24 años
experto en artes marciales y deportista profesional en la categoría de Kick
boxing.
Mahid, al decir de sus acusadores, “confeso”, que había
asesinado a Massoud Al Mohammadi, muerto en una explosión preparada en una
motocicleta aparcada a la puerta de su casa en Tehran. Massur, fue descrito
como un experto en energía nuclear en su país, y Mahid, como un agente pro israelí
reclutado por el Mossad, que había recibido 120.000 dollares del mismo y haber
efectuado el atentado. Fue juzgado a puerta cerrada y colgado el pasado 15 de mayo
inusualmente sin documentos gráficos de la ejecución. Junto con él, secretamente
fueron ejecutados también nueve espías inidentificados.
La investigación de Fletcher, le lleva a afirmar que la
identificación o la excusa para elegir a Mahid como víctima propiciatoria de la
propaganda iraní, para evitar los atentados contra sus Científicos nucleares le
llega desde una revelación de un documento secreto de la Embajada americana en
Azerbayan y publicado por Wikileaks. Los servicios secretos iraníes sospechan
de Majid, ya que había visitado el país hacia unos meses para un campeonato de
artes marciales.
Y el comunicado de Wikileaks, describía en el documento
09BAKU687 que saca a la luz, al posible asesino como experto en artes
marciales. Ali Ansari, Profesor encargado de los Estudios Iraies en la
Universidad de St Andrews, expresa su pesar por la temeridad de los comunicados,
a los que califica de “grotesque Irresponsible”, ya que consciente o
inconscientemente puede poner en peligro vidas humanas, como ha sido este
caso.
Wikileaks no ha hecho ninguna declaración al respecto. El
Dr. Lucas Scott, especialista en Irán de la universidad de Birmingham, advierte
de las inesperadas consecuencias de la publicación del documento.
Termina Fletcher con la duda razonable de que el asesinado
Massoud, Profesor de física de la Universidad de Tehran, pero del cual no
existe la menor evidencia de que fuese parte de programa nuclear alguno, no
fuese asesinado con otros fines y por otras manos.
La oposición iraní, mantiene que era miembro del detestado
Green movimiento, y que tenía planeado exiliarse en Suecia en el momento de su
muerte.
En cualquier caso, llama la atención de que una filtración
del leaks, pueda de alguna manera llegar a convertirse en instrumento para la
muerte de sospechosos en regímenes poco fiables de ser garantistas estrictos.
Reflexiones
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