Antonio-Pedro Tejera Reyes
¡ESOS ISLEÑOS! LOS TEQUEÑOS
El historiador Gerónimo Alberto Yerena Cabrera, en sus
crónicas sobre la Venezuela de antaño, nos ilustra sobre una de las grandes
aventuras del canario en estas tierras de promisión americanas, donde la sangre
el sudor y las lágrimas de los pobladores de Canarias, urgidos de la necesidad
de vivir en un mundo mejor, pusieron los pilares de una historia política,
social y económica, llena de héroes por todas partes, que no se ha detenido a
través de los siglos, y que está presente en todos los rincones de, no solo Venezuela, sino de muchos lugares impensables
de esta América nuestra, donde el pensamiento nos hace soñar con aquellas
crudas circunstancias que hicieron posibles la fundación de ciudades como Sao
Paulo, Montevideo, San Antonio de Texas, y miles de pueblos que van de arriba
abajo de este grandioso continente, sin olvidarnos de las islas caribeñas
sembradas de tumbas de canarios que fundaran cientos de sus poblaciones.
Esas “señas de identidad” que tanto comentamos como
atractivo para el turismo moderno, las regó de forma natural el canario por
todos los lugares de sus andanzas, y en este caso que comentamos, como una
autentica reliquia que se ha convertido en un signo de la gastronomía
venezolana, y que ahora este cronista que señalamos, nos lleva hasta sus mismos
orígenes, con la historia del rico Tequeño atribuido a la ciudad de Los Teques,
actual capital del Estado Miranda, desde el año 1928.
Un pasapalo, en Venezuela es lo que llamaríamos un trago, o
una copa, en otros lugares, y pasapalo, sería una tapa en España. Copiamos lo
escrito por el cronista Yerena Cabrera: “Pasapalo vernáculo, pero no
multisápido, por lo menos, el original, el cual es el que se ha mantenido hasta
el presente para deleite de los venezolanos y extranjeros que han tenido la dicha
de probarlo, por caracterizar a este
apetitoso, ahora pasapalo, precisamente por su sabor sencillo y agradable, lo
que hace que al comerse el primero produzca una reacción inmediata e
incontenible de seguir picando y una de sus propiedades más resaltante es que
no empalaga y da una verdadera sensación de haber comido - de haberse quitado
el hambre -; de allí el decir que: "dura menos que una bandeja de
tequeños..."
Una nueva firma comercial va a promocionar el tequeño a niveles internacionales por medio de una franquicia, según publica, elnacional.com
“Este origen, atribuido a la ciudad de Los Teques, es algo
que se ha repetido, tal como es frecuente en los relatos "refritos"
sobre crónica. Quizás se debe a que fue donde se popularizó, llevado por las
familias pudientes caraqueñas, quienes acostumbraban a pasar temporadas, o
tener una segunda residencia, en esa otrora, agradable ciudad.”
“Ha influido el error de atribuir el origen del Tequeño a
esta ciudad el desconocimiento de la historia y el haber borrado los caraqueños
de su memoria el famoso Barrio El Teque, situado en la Parroquia de Altagracia,
sitio donde realmente se originó la elaboración del famoso Tequeño”.
Los canarios de este barrio fueron los primeros en Venezuela
en elaborar el apetitoso plato, no precisamente como pasapalo, sino, como una
comida para el desayuno y la cena, tal como nosotros comemos las arepas o las
exquisitas empanadas. Su elaboración fue tal cual como ahora se hace: masa de
trigo enrollada rellena de queso blanco y luego frita. Era lo que ahora
llamamos, en materia culinaria, fue un resuelve para los habitantes marginales
de ese barrio; los cuales no contaban, aparte de recursos económicos, la
disponibilidad de ofertas en las pulperías o los mercados de la época. Otra
causa que influyó fue la de caer el barrio en desgracia con los acontecimientos
iniciales de la independencia, sobre todo, con los mantuanos, quienes no
recordaron que de cada diez españoles que pisaron nuestra patria siete u ocho
eran canarios y fueron ellos los que desarrollaron la agricultura.
Si revisamos, por ejemplo, quienes eran los que cultivaban
las numerosas haciendas en el Valle de Caracas y hacían el duro trabajo en
ellas; o el nombre de muchas esquinas caraqueñas, bien sea por el nombre propio
del personaje, o el nombre de su negocio, tal como llevan varias esquinas el
nombre de una pulpería de canarios, verán quienes con su sudor forjaron el
florecimiento de la patria.
Su comida se hizo famosa en los pobladores de los
alrededores de la ciudad y luego de desaparecer el barrio, familias pobres de
Caracas lo siguieron elaborando. Más tarde fue preparado por familias más
pudientes quienes la llevaron al entonces, pueblo de Los Teques y fueron las
que la popularizaron; regresando a Caracas con su nombre original de Tequeños y
confundieron su nombre con esta ciudad, por olvido o ignorancia, más que por
asociación.”
Esta hermosa fotografía de los tequeños, está en la red ofrecida por
@cortesía. Acompañados de estas ricas salsas, este delicioso manjar se ofrece
en las mejores fiestas venezolanas.
“El barrio El Teque junto al barrio de La Trinidad constituyó
dos de los barrios más antiguos de la ciudad de Caracas, los cuales existieron
desde comienzos y mediados del siglo XVIII respectivamente. Es de notar que
ambos estaban ubicados en lo que actualmente es la parroquia de Altagracia y
ambos perdieron su denominación en el transcurso del siglo XIX”.
“En cuanto al barrio El Teque, se denominó luego Sabana del
Teque, la cual fue parte de la zona que ocupaba el antiguo barrio, más adelante
se le dio el nombre a una esquina, posteriormente también desapareció esta
esquina, sólo queda el recuerdo cuando se mencionan en la historia de las
esquinas caraqueñas.”
Esta aquí, una copia fiel de esta historia que el cronista
aumenta con varios relatos históricos en los cueles el canario está presente,
pero que obviamos el referirnos solamente a destacar el origen de este
“pasapalo” venezolano presente en todos los acontecimientos gastronómicos que
se precien en el país, ahora “exportado” también a las Islas Canarias.
*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del
Turismo. OMT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario