Espero que los talibanes del PP no reaccionen como lo suelen
hacer cuando algo les molesta sobremanera. Han demostrado con claridad que
detestan el afianzamiento de Ciudadanos. Sus medios afines y loritos de tres al
cuarto han trabajado para hacer daño al partido que preside Albert Rivera. Las
declaraciones del catalán son producto del sentido común. No fiarse de un
partido roído por la corrupción es lo más lógico. El PP está en una situación
peligrosísima. Mucho hace Ciudadanos, pensando en España, apoyando una sesión
de investidura para que nuestro país pueda tener un gobierno que se ponga a
trabajar cuanto antes y sepa encontrar los apoyos necesarios. Formar parte de
un gobierno con el Partido Popular sería un suicidio. Pero Brey piensa a día de
hoy en cómo salvaguardar a sus imputados y al PP. Es lo que le preocupa y
ocupa, al parecer, más allá de declaraciones que aburren.
Mientras el PSOE evidencia que es un partido al que le gusta
cada día más el extremismo, el PP, con Brey a la cabeza, da muestras de que
entiende la democracia representativa de la peor manera. Todos bajo sus
órdenes. Toda la verdad es suya. Todas las opiniones más allá del PP son
inútiles. Espero que esos talibanes no estén soltando espuma por la boca.
Regeneración es moverse.
Me alegro de que un partido español haya conseguido romper
con el chantaje que se había impuesto por parte de los nacionalismos. Me alegro
de que un ciudadano español consiga poner orden en el panorama político
nacional. Y me alegraría mucho más que el Partido Popular perdiera el miedo a
la transparencia.
Ya tenemos un socialismo del siglo XIX y principios del XX
empeñado en volver a cometer los errores y horrores del pasado. España no se
merece que la derecha democrática caiga en el pozo de la sinrazón por culpa de
los personalismos.
Ciudadanos no recibió el pasado 26 de Junio mi voto. No pido
perdón. Pero sí admito que hoy esta democracia nuestra, enferma y secuestrada
por los viejos demonios del pasado, necesita más que nunca de C's. Me equivoqué
entonces. Voté pensando que hacía lo correcto. Un partido constitucionalista
obtenía mi confianza, aunque era y es evidente mi enfado monolítico ante la
corrupción galopante y lo torpemente que ha actuado para acabar con ella.
Ciudadanos se ha tomado en serio la regeneración. Ha trabajado. El señor Brey
tiene hoy la última oportunidad. Debería poner fecha a su salida de la
política. Sin dramatismo. Del PSOE diré que hiede a odio. Y en agosto, con el
calor, su descomposición es total. Ya ni siquiera puede apelar a sus 137 años
de existencia. Es un peso muerto más de nuestra democracia. Una carga pesada
para esta nueva etapa que entre todos debemos afrontar. ¿Opciones del PSOE? La
refundación. Dar cristiana sepultura a los demonios frentistas que en ese
partido dan de comer a muchos vividores de lo público. Vendedores de humo,
sabios de la nada, petulantes de andar por casa, maestros de sombras en la
pared, deformidades políticas que envenenan y corroen. Augusto Monterroso
escribió: "No hay peor palanca que la que no mueve nada." Terminar
con el sectarismo, en definitiva ¿Difícil? La abstención puede evitar el
cadalso.
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