SEARCH
sábado, 27 de agosto de 2016
NO TENEMOS REMEDIO. ¡QUÉ (POCA) VERGÜENZA!
------------
Una noticia reciente asegura que sólo el ocho por ciento del
consumo eléctrico de las islas procede de energías renovables. A pesar de las
condiciones climáticas extraordinariamente favorables a la generación de
energías limpias, y al entusiasmo con el que los políticos se llenan la boca
oponiéndose a esas otras fuentes de generación de energía que suponen hoy nueve
de cada diez vatios usados, Canarias no se acerca ni de lejos a la media
española de generación eléctrica por renovables. Sin contar la energía
hidroeléctrica producida por saltos de agua, esa media se sitúa en torno a la
cuarta parte de la energía que se consume en el país, y se llega a más de la
tercera parte si contamos la energía de origen hidroeléctrico.
Por supuesto que el caso canario, como en tantas otras
cosas, es especial: la emergía no puede almacenarse, debe consumirse toda la
que se genera. Y mientras Canarias cuenta con seis sistemas eléctricos -las
conexiones previstas de La Gomera a Tenerife y de Gran Canaria al sistema de
Lanzarote/Fuerteventura aún no son operativas-, cualquier otra región española
está conectada a un único sistema nacional, que puede -además- comprar y vender
electricidad fuera. Por ejemplo, España -en moratoria nuclear- compra
regularmente electricidad al sistema francés, nutrido por energía producida por
centrales atómicas. Es cierto que en Canarias, la energía será siempre más cara
y más difícil de producir. Pero sólo producimos tres gigavatios hora de energía
hidráulica, en régimen especial, ocho en térmica renovable, y otros seiscientos
entre fotovoltaica y eólica. Muy por debajo de las expectativas iniciales y de
los compromisos del Plan energético. Y la principal responsabilidad de este
monumental retraso es de la política: desidia generalizada, debates casi
siempre estériles sobre lo que es posible y lo que resultaría óptimo, y
-omnipresente- nuestra corrupción de andar por casa, que bloqueó las
concesiones de parques eólicos en tiempos de Luis Soria. Se desatascaron por
fin en la pasada legislatura, pero aún no funcionan. La única acción importante
ha sido la puesta en marcha de Gorona del Viento, en El Hierro, una central
hidroeléctrica con subida de agua por aerogeneradores y vocación de parque
tecnológico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario