A esta hora leo que PP y Ciudadanos tratan de salvar el
acuerdo de investidura. ¡Cuánto trabajo! Cual esclavos, de sol a sol. Y Brey y
Rivera llamándose por teléfono para intentar allanar el camino. Que no resulte
tan empinado. Suave, que hace calor y los españoles están en la playa, parados,
pero en la playa, con la ayuda familiar, pero en la playa. Hasta Sánchez,
secretario general de ese PSOE derrotado y humillado y pisoteado en las urnas
por la gracia del pueblo soberano, tiene tiempo para enseñar cuerpo y
relajarse. Que España lo aguanta todo.
Tengo la desgracia de haber conocido a un par de sociatas
que responden a lo que pide el tal Sánchez. Se han movido por esta vida en plan
“yo lo sé todo y tú no sabes nada”, en plan “la izquierda sí puede dar lecciones
de democracia y los socialistas hemos sido los únicos capaces de sacar adelante
el Estado del Bienestar, con educación, sanidad y pensiones”. Los he conocido y
ahora no me llevo con ellos, a Dios gracias.
Durante muchos años la paciencia fue un arma que usaba para
no cagarme en muchas cosas. Para no mandar a la mierda a tanto cabroncete del
PSOE que en mi trompa repartía lecciones de todo, perorata tras perorata.
Si la democracia y los españoles dependemos de este PSOE,
pues ni que decir tiene que mejor nos iría si la cosa estuviera en manos de
Cantinflas, Torrebruno, Buster Keaton, Jerry Lewis. De este PSOE, retorcido,
cerquita de dar el sí a Otegi, esperemos siempre lo peor. Siempre.
Nos aburren hablando de la corrupción del PP. ¡Ellos! Yo no
perdono al PP tanta basura acumulada. No le perdono a Brey tanta desidia y
ojitos entornados ante una lacra que ha estado a punto de llevarnos a la ruina.
Pero el PSOE, si fuera algo más que un enjambre de almas en pena preocupadas de
lo suyo, algo haría para defender los intereses de esta patria nuestra todavía
llamada España.
¿Terceras elecciones? ¿Y por qué no? Yo temería mucho más no
poder votar. Pero si vamos a votar por tercera vez, haciendo el ridículo y
llenándonos de mierda hasta la cejas, que nadie con dos dedos frente olvide que
ha sido este nuevo PSOE el responsable.
Sánchez y esos sociatas de los que hablaba antes, que ahora
no están en mi vida. Ellos serán los responsables.
He logrado echarlos. No quiero saber nada de ellos. Que
respiren, pero lejos de mí.
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