Javier Lima
Estévez. Graduado en Historia por la ULL
Entre los días 27 de junio al 2 de
julio de 1915, diversos periódicos canarios y nacionales se hicieron eco de los
actos programados con la finalidad de rendir homenaje a los Exploradores de Las
Palmas de Gran Canaria en su visita a la isla de Tenerife. Se trató de un
acontecimiento organizado tras la asistencia previa de los boy-scouts de
Tenerife a tal isla en marzo de 1915, tal y como informa Antonio S. Almeida
Aguiar en su artículo Escultismo y Educación Física en Canarias (1912-1920), pasando
a ser tal hecho “el acontecimiento social más destacado en los medios de
comunicación locales”, desplazándose hasta Tenerife en torno a 600
exploradores, tal y como informó el periódico “La Vanguardia” el 28 de junio de
1915.
El periódico “La Opinión”, en su
edición del 22 de junio de 1915, señaló los diferentes actos programados para
la llegada de tal expedición. En ese sentido, el día 27 arribaron a la capital
tinerfeña los exploradores, creándose toda una serie de actos para su
recibimiento. Tan solo un día después, el grupo pasaría a desfilar por diversas
calles de La Laguna, recibiendo un almuerzo de confraternidad y descanso en el
Monte de Las Mercedes. Tras esos actos se desplazaron a Santa Cruz de Tenerife
para “entrar en columna de honor por la calle de Alfonso XIII y Plaza de la
Constitución”, finalizando el día en el Teatro municipal. Los actos continuaron
el día 29, participando en una misa en la plaza del Príncipe durante la mañana
y ofreciendo un concierto extraordinario en el mismo espacio. Durante la tarde,
realizaron diferentes actividades en la Plaza de Toros de la capital, mostrando
a los presentes, junto a los exploradores tinerfeños, toda una serie de
ejercicios, finalizando el día con un paseo y música en la Plaza de la
Constitución.
Durante la mañana del día 30 de junio
tomaron un rumbo diferente, dirigiéndose en tal ocasión al Valle de La Orotava,
desfilando, junto a diversas tropas, por las calles del Calvario, plaza de la
Constitución y calles de San Agustín, Tomás Zerolo y Carrera, hasta llegar a la
plaza del Ayuntamiento, donde disfrutaron de un impresionante tapiz de flores
naturales en su honor, recibiendo una medalla conmemorativa por su visita, tal
y como informó “El Progreso” el 1 de julio de 1915. Finalizaron el día a través
de un banquete en el Hotel Victoria y un paseo por el núcleo orotavense.
Al día siguiente, 1 de julio, los
expedicionarios se trasladaron hasta el afamado Jardín de Aclimatación de La
Orotava. En tal espacio serían recibidos por diferentes autoridades y
obsequiados con un desayuno por parte de la Cámara Agrícola Oficial de La
Orotava, regresando de nuevo a la capital para asistir a un encuentro deportivo
y una fiesta en el Casino del lugar. Finalmente, el 2 de julio, tras haber
recibido diversos homenajes y deleitar con diferentes actuaciones en múltiples
lugares de la geografía tinerfeña, los exploradores se trasladaron hasta el
muelle de la capital para regresar a Gran Canaria.
Cien años han transcurrido de aquella
expedición de jóvenes de Gran Canaria que generaron tanta expectación en
Tenerife. Sus actuaciones, dejaron como huella una intensa gratitud por parte
de un pueblo que disfrutó de su presencia durante seis días de aquel verano de
1915.
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