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sábado, 28 de noviembre de 2015

¿DE QUIÉN ES EL PUERTO DE LA CRUZ?


José Melchor Hernández Castilla. Secretario de la Asociación Wolfgang Köhler


¿De quién es el Puerto de la Cruz? Es una pregunta que nos hacemos ante el actual panorama de la ciudad turística. Distintos candidatos o candidatas nos vienen a la cabeza: el Ayuntamiento, el Cabildo, los comerciantes, los constructores, ASHOTEL, los turistas y los ciudadanos del municipio.

Con la actual deuda municipal de casi 60 millones de euros descartamos al ayuntamiento. También, a los comerciantes, constructores y ASHOTEL porque son dependientes de subvenciones y de la riqueza de la zona. Los turistas son simples consumidores de la oferta de un lugar, y los ciudadanos carecen de órganos municipales efectivos que los representen. Así, que simplemente nos resta el Cabildo de Tenerife.

Sabiendo, con temor a equivocarnos, quién es el máximo responsable virtual del municipio portuense, nos atrevemos a exponerle algunas cuestiones relacionadas con la calidad turística, y más concretamente con los materiales y el uso de los mismos en distintos lugares del casco portuense.


En primer lugar, empezaremos por la calle Zamora; el empedrado de la misma se ha quebrado en distintas partes de la vía, y ello contrasta con el buen estado del empedrado de su calle contigua, la calle Santo Domingo. Añadiremos, que el empedrado de supuesta piedra de la calle Zamora tiene menos de 5 años, y el de la calle Santo Domingo unos cuantos más.
En segundo lugar, hay unas jardineras en las aceras de calle Santo Domingo-calle La Marina, mirando al muelle, que están causando muchos accidentes de caídas horizontales entre los transeúntes. Las quejas de los comerciantes de la zona son obviadas por el consistorio portuense. Sin embargo, en la calle Iriarte, existen jardineras similares a las mismas, y han sido cerradas con verjas verdes, evitando así que los viandantes pueden tropezar con ellas.

En tercer lugar, queremos denunciar, como hace algunos años hicimos en este mismo medio, el problema de las escaleras que suben a la ermita de San Telmo, que tiempo atrás habían sido una rampa. Las personas con discapacidad física y en silla de rueda, no pueden, y parece que no podrán, acceder por este tramo, porque la autoridad pertinente se niega a hacer una rampa, aludiendo a su imposibilidad material. Argumento que en el siglo XXI se nos antoja inverosímil o falto de criterio técnico.


Queremos llamar a la atención que la calidad de los materiales usados en distintos proyectos o reformas también forman parte de la calidad turística. Y cuando se usan materiales de tipo metálico, sustituyendo a la piedra en lugares de continua maresía,  lo normal es que se oxiden; algo parecido sucede con el uso de la falsa piedra, que se quiebra y se rompe. Es por ello que pedimos,  para las futuras obras del Puerto de la Cruz,  materiales de buena calidad, y que los buenos no sean sustituidos por otros de peor solvencia.  Además, rogamos sensibilidad, por parte del Ayuntamiento portuense, hacia los ciudadanos que sólo intentan que los turistas y viandantes no se rompan un pie o la propia cabeza cuando las jardineras no están bien señalizadas, en este caso, entre la calle La Marina y la calle Santo Domingo. 

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