Salvador García Llanos
Lomo Nieves, el último -¿el último?-
baluarte del patrimonio portuense por el que luchar y sensibilizarse. En las redes
sociales ya circulan peticiones de adhesión a su defensa y restauración… antes
de que se derrumbe. Además, el presidente de la asociación Wolfgang Köhler,
Melchor Hernández Castilla, siempre atento, ya ha hecho llegar al área de
Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Tenerife su mensaje: adoptar
medidas antes de que sea demasiado tarde y se pierda este símbolo de la ciudad.
El templete de Lomo Nieves domina, en
efecto, un sector de la parte alta de la ciudad. Su construcción data del siglo
XIX. Su deterioro, como consecuencia del palpable abandono, es significativo
como puede comprobarse desde cualquier ángulo que sea fotografiado. El problema
estriba -al menos esa fue la causa que frenó la iniciativa de propiciar una
solución cuando ocupábamos la alcaldía (1999-2003)- en que el templete se
encuentra en propiedad privada que, a su vez, entonces, se hallaba dispersa y
en contencioso interno. Es probable que prevalezcan tales circunstancias. La
edificación está incluida en el catálogo del denominado Conjunto Histórico del
Puerto de la Cruz.
La erosión ha hecho estragos en los
pilares del templete así como en la plataforma sobre la que está erigido. El
paso del tiempo y los agentes meteorológicos han desgastado al máximo la
estructura enladrillada hasta el punto de haber dañado seriamente el grosor
original, de modo que ello entraña los riesgos de desplome en cualquier
momento. La pérdida, por supuesto, sería difícilmente reparable.
El caso es que ya está dada la voz de
alarma. Otra cosa será la respuesta de las instituciones y la sensibilidad
popular. Está relativamente reciente el caso de la remodelación del paseo San
Telmo, una de las pocas cosas del patrimonio local por la que se movilizó una
parte de la sociedad portuense que se oponía a su realización en los términos
proyectados. Sirvió de poco pero no puede negarse que al menos hubo una
reacción al trágala y a la imposición.
Veremos
hasta dónde suena la alarma. Hernández Castilla, en su petición al
Cabildo, es tajante: "Como no se prevé ninguna actuación por parte del
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ni de los actuales propietarios, solicitamos
a Patrimonio Histórico del Cabildo que aplique los artículos 48.1 y 53.3 de la
ley 4/1999 de Patrimonio Histórico de Canarias -detalla-, que establecen que
los cabildos insulares deberán adoptar medidas cautelares en caso de urgencia,
a efectos de evitar la destrucción o deterioro de los bienes integrantes del
patrimonio histórico, y que la administración competente también podrá realizar
de modo directo las obras necesarias, si así lo requiere la más eficaz
conservación de los bienes".
Lo esencial es, en definitiva, que los
portuenses defiendan lo suyo, sus señas de identidad, sus monumentos, sus
símbolos. Ahora tienen otra excelente ocasión para hacerlo y demostrarlo.
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