A
San Antonio se le atribuye la protección de los ganados, y en La Matanza se le hace
responsable de las primeras lluvias del año, mientras las jóvenes casaderas
pasaban tres veces por debajo de su altar tirándole del mando
A
unos 500 metros
del templo, en la Carretera
de San Antonio, se encuentra el “Lomo Santo”, un afloramiento rocoso en el que
se centra una leyenda local sobre el santo
Todos los caminos de la tradición ganadera
de Tenerife, del oficio y de la fe, conducen este domingo 25 de enero al barrio matancero
de San Antonio Abad, con motivo de la celebración de la Octava Ganadera en
honor de santo patrono de los animales. La tradición y la historia sitúan a la
imagen venerada en tierras matanceras como la primera escultura de un santo que
llegó a Tenerife una vez finalizada su conquista, algo lógico si tenemos en
cuenta que su presencia en el pueblo y el comienzo de su culto está
directamente relacionado con la figura del madrileño Antón Vallejo. Aunque hay
abierta una discusión histórica abierta en relación con la fecha real de la
llegada de Antón Vallejo a Tenerife, la tradición cuenta que este escribano del
Cabildo de La Laguna
acompañó a Fernández de Lugo en la célebre Batalla de Acentejo, cuyo frente
principal se debió desarrollar en las inmediaciones del templo. Fue durante la
contienda cuando Antón Vallejo, viendo peligrar su vida, se encomendó a su
patrono y prometió erigirle una ermita si salía con vida de la batalla, voto de
fe que cumplió a los pocos años. Hoy en día se ha sugerido que no está probado
que Vallejo participase en la
Batalla , aunque nadie discute que fue él quien levanta el
templo por su devoción al santo. Según consta documentalmente el templo
primitivo estaba ya construido en junio de 1539, así como su patronato y
capellanía, contando con 50 fanegadas de terreno, un trozo de viña y árboles
del lugar. Desde entonces la transformación del lugar ha sido constante,
ganando una plaza a comienzos del siglo XX que ha sido ampliada y remodelada en
repetidas ocasiones, incluida la que en estas semanas finalizó el Ayuntamiento.
Milagro
en Lomo Santo
El San Antonio Abad de La Matanza está considerado
un santo milagrero. Desde hace siglos
los ganaderos y los fieles acuden al templo por su festividad para dar gracias
por los milagros concedidos. Una forma muy particular de hacerlo es a través de
los exvotos de cera, figurillas artesanales que reproducen todo tipo de
animales, personas o partes concretas del cuerpo humano que habían sanado de
alguna dolencia o que en el caso del ganado, había sido especialmente fértil en
el año en curso. Los fieles traen esas figuras o bien las adquieren en la
propia ermita y las depositaban a los pies de santo, mientras completan la
ofrenda encendiendo la preceptiva vela.
Otra costumbre que aún se sigue
desarrollando es la de pasar por debajo del altar donde se ubica el santo por
tres veces, tras tirarle del manto a la imagen. Las jóvenes casaderas (y los
jóvenes) lo hacían para que el santo les ayudara a conseguir novio. De
concretarse el “milagro”, al año siguiente por las fiestas había que regresar
con la pareja para agradecer el haber sido escuchado/a.
Una curiosidad poco conocida fuera del
pueblo es la del llamado “Lomo Santo”, un afloramiento rocoso que se localiza
en el margen derecho de la
Carretera de San Antonio, a unos 500 metros del templo,
justo donde comienza El Montillo. La tradición popular local cuenta que en el
pasado existía la intención de prolongar las procesiones con la imagen del
santo más allá de los límites de barrio, hasta llevarlo a la parroquia de El
Salvador. Durante el trayecto el santo fue aumentando su peso de forma “milagrosa”,
hasta que se hizo imposible moverlo. En ese momento los fieles y el clero comprendieron
que la voluntad del santo era la de no salir del barrio, por lo que nunca se
volvió a plantear su traslado y el lugar exacto del “prodigio” pasó a llamarse
“Lomo Santo”.
Octava
Ganadera, recorrido ganadero y representación teatral.
Las previsiones del Ayuntamiento, en base a
la afluencia de visitantes de años anteriores, cifra en torno a 10.000 personas
el número de fieles, y varios miles de cabezas de ganado vacuno, ovino, caprino
y equino, junto a animales de compañía. Desde primeras horas de la mañana de
este domingo 26 comenzará la llegada de fieles, que de manera constante fluyen
hasta primeras horas de la tarde, cuando concluye la función religiosa, el
desfile y bendición de ganado, y la entrega de ayudas y premios a los ganaderos.
Al igual que en los cinco últimos años, se desarrollará el recorrido
tradicional De Promesa Camino a San Antonio, coordinado por ASAGA, que se
espera cuenten con un centenar de cabezas de ganado en el recorrido de 12,5 km que les llevará
desde Montaña del Aire en La
Laguna , al templo de San Antonio en La Matanza.
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