Tengo un nudo en la garganta, desde ese instante que dijiste adiós, incapaz de dejarlo salir, pero no sería justo para ti, ni tampoco para mí.
No debería nunca intentar estar con alguien que no quiere estar conmigo, pero no es sencillo cada parte de mi ser quiere volver a estar contigo, a pesar del daño, a pesar de las heridas, a pesar de todo lo que nos dijimos aún sueño con tenerte en este mundo nuestro que creamos a la medida de lo que un día sentimos.
Ahora en cambio, todo son escombros en este para siempre que se cae para las dos, y me ahogo con palabras mudasen la eterna batalla con mi corazón y mi cabeza uno me pide que corra detrás de ti, la otra me dice basta ya de sufrir por quien no se merece tanto esfuerzo, tanto dolor tantas lagrimas bañadas en recuerdos que engañan, cuándo se acaba el amor solo recordamos lo bueno, olvidamos la realidad que fue lo que en verdad nos obligó a decir adiós, por eso guardo silencio mientras te alejas de mí, porque sé que aunque hayas sido uno de los pilares de mi vida este tiempo, no podríamos hacer otro intento, hay que dejar ir, hay que entender que la soledad no es tan mala compañera después de todo lo abrazaré como antes te abrazaba a ti, voy a conseguir ponerme de acuerdo conmigo misma después de todo y empezaré a darme ese amor que te exigía a ti, tal vez ese fue mi error contigo amarte sin estar completa y querer que le completaras tú.
Wow escribiste todo lo que mi corazón siente, se que puedes referirse con ese escrito a cualquier tema pero eso que leí lo ví en un espejo de mi matrimonio en el que está noche aún no encuentro el valor de irme o quedarme.
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