SOLO TÚ

Yesi Hernández  

 

Qué suerte la mía! Tú qué apareciste en la más mínima casualidad.

Que me diste la calma que mi corazón buscaba.                                                                 

Que llegaste para poner todo el desorden de mi vida y mi corazón en su lugar, así sin previo aviso, lo hiciste, sin más.                    

Con esa mirada, esa sonrisa, ese carácter fuerte, donde esconde tanta dulzura.             

Que de tanto mirarnos acabamos sabiéndonos de memoria, y que de tanto buscarte me encontré con tu boca, con esa sonrisa que tanto me provoca.          

Las horas nunca habían pasado tan deprisa, como cuando tú estás besándome las costillas encima de la cama y me besas la frente.                             

Puedes ocultarme lo que piensas, pero la manera en que esos ojitos me miran, lo dicen todo; esa locura que recorre tu cuerpo, es la misma que la que tiene mi cintura cuando la abrazas, y la acercas a tu  piel, así deprisa y después lento.                

Soy feliz, con esos momentos, son perfectos para darme un abrazo, de esos que más hacen falta cuando todo lo de alrededor es gris.                                                 

Tú qué te tiras de cabeza conmigo y dejas los miedos apartaditos, que arriesgamos por este amor.                                                   

Gracias por haber venido a abrigarme el corazón.