PEDRO PUTIN Y LAS PAJAS TRAS EL CORTINAJE

Lorenzo de Ara  

El psoe siempre ha sido el mismo. Con Felipe González al frente y hoy con nuestro Pedro Putin en la Moncloa. Siempre el mismo. ¿El del 31? Pues sí. Ese mismo. 

Lo que pasó es que FG tuvo la suerte de caer en gracia en la Europa todavía en construcción y, tras verse obligado a renunciar al marxismo, empujado por alemanes, franceses y escandinavos, principalmente, se ganó la fama de socialdemócrata y convirtió al psoe de toda la vida en un partido europeo, democrático y patriótico. En apariencia. Incluso hoy se vierten afirmaciones que alaban el papel del partido de la rosa más marchita en la transición y la construcción de la llamada consolidación de la democracia en España. Por supuesto, a ese mismo psoe se debe la gran modernización de la patria (con perdón).

Psoe siempre ha habido uno. Lo que sucedió fue algo muy simple.

Viajemos con el tiempo.

Escribe mi admirado Jorge Bustos: “...un Gobierno antifranquista que empieza a ponernos todo perdido de franquismo." De ser cierta la afirmación catedralicia, España estaría muy lejos del estado comatoso.

El gobiernito de Pedro Putin sacó a Franco para hacerse unas pajas tras el cortinaje. El franquismo, autoritarismo europeo, no lo ha puesto todo perdido de miedo, enfermedad, colapso económico, fracaso institucional, genocidio aún no reconocido, desprestigio internacional. 

Los pajilleros social populistas tuvieron su día de gloria. Un ataúd. 

Si la España del 78 se fue a la mierda fue porque un día trágico de 2004 el crack resonó en Wuhan con las voladuras de trenes, un ZP en la Moncloa y un psoe recuperando sus orígenes. Eso ha sido todo. ¡Que no es poca cosa!

Los jóvenes periodistas manejan la pluma con prodigiosa alquimia. Los viejos demócratas juntamos letras, pero la memoria nos hace libres. 

Prefiero el fantasma de Franco a esta tiranía sin 300 periodistas dispuestos a dejar de perfumarse con la fragancia del miedo.

Y ahora que vuelen a discreción los insultos.

Los populares, en sano juicio, proponen que los 12 vocales del CGPJ que provengan del turno de jueces sean elegidos por y entre los propios profesionales. Vaya, qué cosas, así se bendecía en la ley hasta 1985. ¿Y qué coño ocurrió en 1985? También una cosa sencilla pero aterradora. Alfonso Guerra, psoe (el de ayer y el de hoy) dijo lo siguiente, quedándose fresquito y con erección permanente: «Montesquieu ha muerto». 

Los del PP, asumiendo que la guerra ha comenzado y viendo que es necesario repartir galletas, aseguran que van a resucitar a Montesquieu. ¡Hágase! Y pidan disculpas también por los años en los que manejaron a su antojo la justicia. 

Europa nos vigila. El hedor a descomposición tumba para atrás. “¡Estado fallido!” es el grito de guerra en el viejo continente. 

Pero es la cuarta economía. Una grieta sin precedentes en la UE. Italia, que también agoniza, por lo menos no está inmersa en emular la balcanización de los 90. Francia padece las mismas calamidades, pero unida saldrá adelante. Y lo mismo encontramos en Alemania, Holanda, Suecia, Austria, Bélgica, Reino Unido.

La España enferma es negacionista. Se ha puesto el traje de neopreno y bucea en el pasado para regocijo de los viejos demonios.

Mientras Europa se esfuerza para hacerse fuerte y no dejarse machacar por Estados Unidos y China, la España de Bildu, ERC, Unidas Podemos, Más País, Teruel También Existe (¡que sí, pesados!), BNG, PNV y el eterno psoe del colmillo afilado, nos alejan de la modernidad, la paz y la libertad, y conseguir meternos sin remisión en el sumidero de la historia.

¿Elecciones libres en España? Lo dudo. 

Sánchez sólo saldrá de la Moncloa si Europa encuentra una Normandía en la península.