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martes, 23 de junio de 2020

LA TEJITA


Salvador García Llanos

Que se acostumbren los gobernantes a situaciones como la vivida en La Tejita, término municipal de Granadilla de Abona. Basten unos pocos activistas. Quienes estuvieron subidos a una de las grúas para la construcción de un hotel demostraron arrojo, en una acción similar a las que protagonizan los integrantes de Greenpeace, capaces de poner en riesgo su propia vida con tal de defender una causa, si es con cámaras, mejor.

Que se acostumbren a poco que la inhibición y la inacción caractericen situaciones en las que, a primera vista, hay una infracción o una ejecución inapropiada. No es cuestión de que con los ecologistas hemos topado sino que ha sido tanto el irrespeto al medio ambiente o natural que la gente se ha hartado e, independientemente de las circunstancias socioambientales que concurren, se termina rebelando, aunque sea necesario conocer y explicar los factores de legalidad que puedan amparar a los promotores. Al respecto, el folklorista y escritor lagunero Julio Fajardo Sánchez publicaba en su muro de
facebook una descripción muy bien secuenciada a propósito de la concesión de la licencia: “Se trata de una licencia otorgada --escribe- bajo la estricta legalidad, es decir, cumpliendo los propietarios con todas las obligaciones urbanísticas que les llevan a adquirir gradualmente sus derechos. El derecho a urbanizar, el derecho a edificar y el derecho a la edificación. Todos sabemos el carácter privado que le otorga la legislación del suelo a la ejecución del planeamiento urbanístico”.

El caso es que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ordenó la paralización cautelar de las obras del hotel de La Tejita, en el sur de la isla por considerar que éstas podrían estar ejecutándose en terrenos que, si bien no forman parte del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT), sí podrían resultar afectados por la servidumbre de protección una vez finalice el procedimiento de deslinde del tramo de costa donde se encuentra la playa del mismo nombre, en Granadilla.

El Miteco paralizó momentáneamente la actuación que se sigue a partir de una resolución de la Dirección General de la Costa y el Mar, firmada ayer mismo y que está basada en el informe de inspección del Servicio Provincial de Costas de Tenerife. En dicho informe, según un comunicado del propio Ministerio, se constata que, de acuerdo con el expediente de revisión del deslinde incoado en enero de 2019, se están ejecutando obras en terrenos que podrían resultar afectados por la servidumbre de protección una vez finalice el procedimiento en tramitación.

Las obras de construcción de este hotel fueron autorizadas con fecha 3 de junio de 2016 por el Gobierno de Canarias y tienen licencia desde el 21 de diciembre de 2018, otorgada por el Ayuntamiento de Granadilla de Abona. Hasta el momento, estas administraciones no han adoptado ninguna decisión relativa a autorización y licencia, respectivamente.

El procedimiento ha seguido su curso, de acuerdo con la síntesis de los hechos que expone públicamente el Ministerio. El 13 de junio de 2019 el Servicio de Costas de Tenerife ya requirió a la empresa promotora de dichas obras para que paralizara las que se estaban ejecutando en DPMT provisional. Si bien la empresa acató ese requerimiento, lo ha recurrido administrativa y judicialmente. Un año después de aquel requerimiento, tras varias denuncias de la asociación “Salvar La Tejita”, y fijada la posición por la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el cambio climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, el servicio de vigilancia emitió escritos que han determinado la suspensión de las obras. El laberinto del contencioso no ha hecho más que proseguir. Ahora, la resolución que pondrá fin al procedimiento de revisión de deslinde está solo pendiente del preceptivo informe del servicio jurídico correspondiente.

Día 100 de la alarma

Cien días entonces contándoles parte de lo vivido y ocurrido durante el estado de alarma que termina. Se cumplen hoy, una suerte de liberación en la que abundan declaraciones de cautela porque la pandemia no ha acabado y porque se suceden las informaciones de rebrotes en distintos puntos, de aquí y de allá. Lo que pasa es que somos incorregibles.

Desde temprano suena el martilleo de las perforadoras que actúan en un tramo de la calle Blanco, rompiendo la piedra con que la convirtieron en peatonal allá por los años ochenta. Un poco más abajo, en plena plaza, retiran la cinta aislante del parque infantil que podrá ser utilizado nuevamente. Los niños también disfrutan en el muelle, tan poblado en la orilla como en sus zonas de acceso y con tanto movimiento de obras en sus alrededores.

Los bancos atienden al personal, previa cita concertada. Hay colas en los cajeros. Hay trasiego de gente en las calles. Se respeta lo de las mascarilla, especialmente en supermercados y comercios. Pero siguen faltando turistas, claro.

Los informativos de mediodía insertan noticias inquietantes que ponen el acento en la pandemia inacabada. Las cifras de contagios y fallecimientos se elevan en algunos casos para seguir preocupados. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, tranquiliza diciendo que estamos preparados para un rebrote. Pero, por otro lado, inspectores de sanidad denuncian la carencia de medios para llevar acabo tareas de prevención en la etapa de normalidad recién estrenada.

Ya por la tarde, mirada al sur: el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico suspende cautelarmente las obras del hotel que se ejecuta en la playa de La Tejita, muy cerca de El Médano. La reacción popular ha sido notable. Los activistas, subidos a una de las grúas, estilo Greenpeace, no han estado solos desde luego.

Y el otro foco se pone en el Ayuntamiento de Arona donde el alcalde, José Julián Mena, destituye al concejal de Urbanismo, José Luis García. El telón de fondo está compuesto por presuntas irregularidades en la construcción de un centro comercial en El Camisón que incumple disposiciones de la Ley de Costas y del planeamiento municipal. Seguro que habrá movimientos políticos subsiguientes. La gente sigue cansada de tanta inestabilidad. El primer año del mandato municipal se ha cumplido en muchos sitios con esa característica.

Marruecos suspende la Operación Paso del Estrecho. Para mucha gente será un alivio, en todos los sentidos.

Desde el Ayuntamiento se anuncia para mañana la reapertura del complejo turístico ‘Costa Martiánez’’ y la recuperación del juguete del viento ‘El Róbalo’. Interesantes entonces las vísperas de San Juan, porque desde este lunes ya se puede disfrutar de la nueva escultura de arte efímero de Luigi Stinga, ‘el Saltafuego’, que el área de Cultura del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz exhibe en los exteriores del Castillo San Felipe para recordar de una manera especial el fuego, elemento esencial de esta festividad que, de alguna manera, simboliza el comienzo del verano.

Se acabó la alarma.

Ya veremos qué sigue. Porque la comisión para la Reconstrucción prosigue en el Congreso con un balance hasta ahora desolador: ocho broncas y ni un solo acuerdo. Ya lo preguntaba un amigo hace años en tono sarcástico: ¿Cómo terminará todo esto?

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