Salvador García Llanos
Varios ayuntamientos han expresado su preocupación por la
abundancia de residuos de artículos muy utilizados durante la pandemia,
incomprensible e injustificadamente arrojados en cualquier lugar de las
ciudades, desde en el exterior de grandes superficies y supermercados, de
centros de salud, estaciones de guaguas, plazas, parterres, paseos y calles. De
ahí que sus responsables hayan hecho llamamientos a la población para corregir
esas conductas y evitar estampas desagradables y hasta peligrosas. Las
iniciativas de limpieza y acondicionamiento, incluso desde los fondos marinos,
se han sucedido. La controversia de los plásticos se ha reavivado y seguirá
dando que hablar.
Hoy, que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente,
tomemos como referencia este hecho de lo que no se debe hacer, no solo por
salud e higiene, por decoro y urbanidad, para cultivar la protección y la
conservación de la naturaleza. Durante la pandemia hemos conocido hechos que
han llamado la atención durante el confinamiento: han disminuido
considerablemente los niveles de contaminación ambiental, hemos respirado
mejor, algunos animales se han desplazado de forma insólita en áreas urbanas en
busca de los que pudieron ser sus hábitat, grupos de peces han navegado en aguas
de las que poco menos habían sido expulsados y las aves han vuelto a surcar
cielos limpios y encontrar acomodo en copas y ramajes con las que se han
familiarizado de inmediato…
Hay quien ha interpretado que se trata de un mensaje claro
que envía la naturaleza en un momento singular: si se trata de cuidar a las
personas, primero hay que cuidarla. No hay que dar muchas vueltas: o nos
cuidamos y actuamos de forma cabal y consecuente o el deterioro resultará
irreversible. “Es la hora de la naturaleza”, lema de la conmemoración de este
año: el ser humano tiene que dejar de maltratarla. El equilibrio de la
biodiversidad es esencial y hay que esmerarse para mantenerlo. Por lo tanto, el
Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora desde 1973, es una apelación
al trabajo constante y sostenido para evitar el colapso del que ya han llegado
señales.
En él han de insistir instituciones, gobiernos y agentes
sociales, con una vocación didáctica evidente y con una extensión participativa
que siempre será insuficiente. Ojalá la pandemia no haya frenado las
iniciativas derivadas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), situados
en los horizontes del año 2030. Un reto histórico que pretende cuidar y hasta
mimar el medio ambiente con metas muy claras que van desde la acción por el
clima, la vida submarina y la vida de ecosistemas terrestre, al agua limpia y
el saneamiento y la energía asequible y no contaminante.
Naciones Unidas (ONU) ha elaborado una guía en la que se
recuerda que cada uno de nosotros somos responsables de frenar, con nuestro
comportamiento, la pérdida de biodiversidad y proteger la naturaleza, y propone
numerosas iniciativas que podemos poner en práctica con un simple gesto.
Ejemplo: no abandonar en sitios indebidos guantes o mascarillas.
Seamos consecuentes. En beneficio de todos. De la
naturaleza que disfrutamos. Y que está en juego.
Día 81 de la alarma
Riegan zonas ajardinadas de la plaza del Charco. Los
quioscos de la lotería y de los periódico abren puntualmente, muy temprano. Se
espera otro día de calor.
El ingeniero Isidoro S´ánchez García se adelanta y cuelga
el artículo sobre el Día Mundial del Medio Ambiente que se conmemora mañana. Lo
introduce con una sugerente cita poética de Dulce María Loynaz: “Rodeada de mar
por todas partes, soy isla asida al tallo de los vientos…”. Pone el acento en
los montes canarios: “ Resulta imprescindible recordar la función social
relevante que desempeñan los montes, particularmente en Canarias donde son
espacios abiertos, tanto como fuente de recursos naturales, como por ser
proveedores de múltiples servicios ambientales, entre ellos, de la protección
del suelo y del ciclo hidrológico”. Palabra de experto.
El concejal portuense Alberto Castilla puede, por fin,
culminar su labor al frente de la Comisión de Murgas del Norte (Comunorte), con
una reunión que estaba prevista para el pasado mes de marzo pero que, por
razones obvias, no ha podido celebrarse hasta hoy. Ya van dieciocho ediciones
de un concurso que siempre alberga algunas diferencias pero que ha logrado
proyectarse como lo prueba que la formación ganadora termina participando en el
certamen capitalino. El año próximo, la Comunorte será presidida por el edil
realejero de festejos, José David Cabrera.
Las imágenes de las noticias de Estados Unidos son
espeluznantes. El despliegue del ejército es notable. Barack Obama aparece en
escena: “Una oportunidad increíble para que muchos despierten”, señala. De
todos modos, en el décimo día de protestas, el ambiente parece más tranquilo.
Quizá no tanto en los estados mayores de los partidos contendientes (hay
elecciones presidenciales en noviembre): ya han pirateado correos y
comunicaciones de los candidatos, dicen que desde China e Irán. La que les
(nos) espera.
Un pesado y largo dolor de cabeza nos obliga a un descanso
vespertino. Molestan hasta los sonsonetes de los dibujos animados. Imposible
atender los asuntos pendientes ni asistir a la misa funeral de Antonio Castilla
Yanes que falleció días pasados en Venezuela.
El Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH),
dependiente de la Consejería de Sanidad, y el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz
habilitarán una sala de extracción en el pabellón municipal Miguel Ángel Díaz
Molina para que todas las personas interesadas en donar sangre puedan hacerlo a
lo largo de la próxima semana. Se realiza de esta manera ante la imposibilidad
de utilizar las unidades móviles habituales debido a las medidas de seguridad
higiénico-sanitarias a las que obliga la situación provocada por el COVID-19.
La donación está totalmente abierta a la ciudadanía que cumpla con los
requisitos marcados por el ICCH.
La sala de extracción estará funcionando entre el lunes 8
de junio y el viernes 12 de junio, ambos inclusive, con los siguientes
horarios:
Lunes: de 10:30 horas a 13:30 horas y de 16:00 horas a
20:45 horas.
Martes, miércoles y jueves: de 8:45 horas a 13:30 horas y
de 16:00 horas a 20:45 horas.
Viernes: de 8:45 horas a 13:30 horas y de 16:00 horas a
20:15 horas.
Remite la jaqueca, tras la aspirina efervescente. Alivio.
Menos mal.
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