Rosa Dalila Bretón Escoto
¡Gracias Señor, Por Este Nuevo Día!
Actualmente estoy leyendo un libro sobre la historia de
Escocia en los años 1390, el cual se titula “EL CLAN DE MALLAIG”. En sus
páginas 458-459, aparece un relato sobre “El Libro De Las Horas”.
Este formaba
parte de la habitación de una enferma, y el mismo trataba sobre diversos temas,
pero llamó mi atención el referente a los
cuatros colores que se usaron en la época, y que en la actualidad dos de
ellos tienen utilidad de piedras preciosas, como podrán notar más adelante. Estaba compuesto de: Imágenes de señores
ricamente ataviados, obispos mitrados y posesiones en Tierra Santa. Sus letras
iniciales gigantes estaban formadas de animales fantásticos; y las orlas de
flores y pájaros que rodeaban los largos textos. El producto utilizado para la
aplicación de aquellos colores llamativos que complementaban el libro eran: el
Oropimente para el amarillo, la Piedra de Malaquita para el verde, La Bellota
de la Encina para el rojo, y el Lapislázuli para el azul (Azul de Ultramar).
OROPIMENTE (Amarillo): Deriva del latín “Auri Pigmentum” o
pigmento dorado; además se lo conoce como amarillo real, amarillo chino.
Durante siglos tuvo un uso significativo en las Técnicas Artísticas. Se procesó
como pigmento para pintura, logrando los colores Amarillo Brillante y Amarillo
Claro, hasta la entrada del siglo XX. Mezclado con cal se usaba para curtir
pieles. En la Edad Media se empleó en la iluminación de Manuscritos, decoración
de las Sargas (Pintura sobre tela de lino), decoración de madera, todo de forma
natural, y solo usando encolado. Fue un importante elemento de intercambio
comercial durante el Imperio Romano. Aparece en lugares como: Europa, Rusia,
EE.UU (Utah), Irán, Turquía, entre otros. ACTUALMENTE SE USA EN LA INDIA PARA
FABRICAR CRISTALES PERMEABLES, TELAS ESPECIALES Y LINÓLEOS.
MALAQUITA (Malachites en honor a su color): Del griego
“Malaqh” (Malva) color verde. Se usó en la antigüedad como colorante. Este
puede variar entre verde y algo azulado, a verde azulado; parecido al color
esmeralda. Es un color duradero, resistente a la luz del sol, lo que permitió
su uso desde su explotación como agente colorante en los siglos XV y XVI. Los
artistas egipcios le dieron varios usos: Con el polvo de Malaquita pintaban las
tumbas, amuletos, pinturas europeas y murales de la época. En la actualidad se
elaboran pinturas para dar volumen, acabado y textura en la fabricación de
piezas de “Resina Poliester”; además como colorante de diferentes materiales:
seda, cuero y papel. En el siglo II
D.C., los romanos utilizaban el verde en pinturas de mosaicos y vidrios.
Mientras que en los siglos XVIII y XIX
trajeron el descubrimiento y producción de pigmentos y tintes verdes
sintéticos, reemplazando los colores minerales. ACTUALMENTE SE USA COMO PIEDRA
PRECIOSA EN CONFECCIÓ DE JOYAS Y PIEZAS DECORATIVAS.
BELLOTA DE LA ENCINA (Alsina, Argallón, Carrasca,
Chaparro). Del árabe balluta (Encina), fruto característico de las especies del
género Quercus (familia Fagaceae). Exísten varias especies arbóreas que dan
bellotas como son: el Roble, la Encina, el Alcornoque y el Quejigo. De la
Bellota o Agallas del roble, se extrae una tinta duradera, que mezclada con
sales de hierro fue muy usada en Europa en los siglos XII y XIX. Los Egipcios
la utilizaron 2,500 A.C. Más adelante aparece “la Tinta China” en la Edad
Media.
Su fluidez debido a la falta de pigmento o colorante y la
mezcla de sulfato de hierro o cobre, así como los taninos de las Agallas,
también le da el color negro. Es muy duradera, y solo si era expuesta por largo
tiempo al sol, cambiaba de color al rojo, según lo indican los Manuscritos
Medievales. De la corteza y raíz del tronco se obtiene un tinte de color
marrón, negro y morado para telas y pieles. Además muy apreciada en las
Tenerías en Marruecos, para curtir el cuero. Hasta el primer tercio del Siglo
XX se ha utilizado su madera como leña para hacer carbón vegetal y combustibles
domésticos.
LAPISLÁZULI (Azul de Ultramar). Se deriva de “Lápis”,
palabra latina para piedra, “Azul” palabra Árabe. En la Edad Media fue muy
popular la producción de un pigmento de color Azul Ultramar, para pintores y
para teñir telas. Se le llamó de varias maneras: Ultramarino Verdadero o
Lapislázuli, Azul Ultramar Natural. Un polvo transparente y muy estable, usado
desde los tiempos antiguos, y hasta alrededor del siglo XIX; prácticamente hoy
en desuso. En esa época fue muy apreciado por su color brillante y resistencia
a la luz del sol, al aceite y al agua dura.
En los siglos VI y VII D.C. se utilizaba en la pintura de
los templos “Zoroastrianos y Budistas”, en las Cuevas de Afganistan, así como
en las Pinturas Chinas de los siglos X y XI, Murales Indios de los siglos XI,
XII Y XV. En el siglo 1100 en los Manuscritos Iluminados de los anglosajones.
Este pigmento fue muy valorado en Europa en los siglos XIV y XV, porque su
brillo en los colores iluminaba las pinturas italianas, las pinturas sobre
tabla. Actualmente se usa en la creación de joyería como piedra semipreciosa,
en países como: Chile, Estados Unidos, Europa, Afganistan.
Deseo un resto de semana de Paz, Amor y Reflexión para los
seres que amo, los que se relacionan conmigo, y a los que no conozco.
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