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viernes, 12 de junio de 2020

UN SUSTENTABLE MUNDO NUEVO: UN RETO PARA EL


Antonio Pedro Tejera Reyes

RAZONES SIN DISCUSIÓN

Lo decimos todo en la presentación de este artículo. D. Manuel Fraga, sabía muy bien lo que decía y el valor de ello. Algo sobradamente demostrado. Ahí está la historia.

Guillermo Valencia, es otro buen ejemplo de cómo hay que caminar por la vida. Son varios los reportajes en que nos hemos referido a él, contando una historia de sacrificio y honestidad, alrededor de esa premisa que, para no olvidarla, la colocaba sobre su mesa de trabajo diario: perseverancia.


CONOCIMIENTO Y LA EXPERIENCIA


 “Nos decía un buen día el inolvidable maestro D. Manuel Fraga Iribarne, que había que instar, presionar, insistir. Nuestro insigne Guillermo Valencia Velásquez, tenía sobre su mesa de oficina, en Aruba – desde donde gerenciaba la empresa Centroamericana, Intercontinental Group & Hotel – una discreta pieza de madera con el rótulo impreso: PERSEVERANCIA”

Dos hombres de éxito. Dos mensajes. El mismo fin, la misma cosa. Nunca como en este momento tenemos que ponerlos en práctica en este nuevo mundo con el que nos enfrentamos ahora.


D. Manuel Fraga Iribarne, en su etapa de Ministro de Información y Turismo, pasea en el camello del inolvidable Lázaro, en Puerto de la Cruz, junto al prócer del turismo canario, alcalde de esa ciudad en la ocasión, Isidoro Luz Cárpenter.

Estamos ante un reto imponente en el cual, dentro de todo su contexto, esas premisas que nos dan D. Manuel Fraga y Guillermo Valencia, tienen que pertrecharse del mayor conocimiento y experiencia para poder sacar al mundo adelante.

Una situación insólitamente inesperada que ha abordado a nuestros dirigentes mundiales sin la preparación necesaria para afrontarla.

En caso se polariza en la actividad política y empresarial, donde las decisiones son fundamentales para conseguir unos resultados y consecuencias, lo más positivos posibles para toda la humanidad, con el fin de que se llegue a “un desarrollo que satisfaga las necesidades de las generaciones actuales, sin poner en peligro la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”, según se recomendó y aprobó en 1992, en la Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro, con la presencia de la mayoría de los jefes de estado de todos los países del mundo.

La temática está bien clara. El mundo necesita de unas acciones cargadas de esta recomendación a la cual hay que llegarle con el máximo conocimiento y honestidad, y que hay que buscarles donde esté y donde sea. No hay otra solución positiva posible.

Protocolos y más protocolos contra la pandemia mundial que nos azota, puede que nos conduzca solamente a crear una alterable confusión, como bien dice la Mgter. Elena Villar, en el último editorial de su prestigiosa revista digital Turista Maganize.

Estamos en un momento crucial que nos toca vivir a toda La Humanidad, y la responsabilidad socio-empresarial tiene que llegar al poder político para asumir su verdadera responsabilidad en el lugar adecuado, conscientes que su gestión sobre la base de que el gobierno de una nación – y con ello del mundo entero – es una empresa, y que con ese criterio hay que gestionarle.


 Guillermo Valencia y el autor de este reportaje

EL MUNDO QUE LLEGÓ


Según hemos leído en el portal Central América Data Express, nos abocamos a un escenario que se tiene que acomodar a “unos cambios estructurales en el comercio mundial, preferencia de los consumidores por vivir en las afueras de las ciudades y una creciente demanda por equipos tecnológicos para poder trabajar desde casa, son algunos de los giros que experimentarán las economías en la nueva realidad.”

Esta ligera pero profunda visión del nuevo mundo, está avalada por los criterios que venimos sustentado en nuestras intervenciones, y es todo un conglomerado de consideraciones, reflexiones y recomendaciones que la Organización Mundial del Turismo, ha venido haciendo toda su vida, y que ahora toman protagonismo, pues el movimiento de personas es lo que está produciendo el aumento de la calidad de vida de los pueblos y el bienestar social que todos deseamos para todos.

Ahí están los principios rotarios, más vigentes que nunca ante la imprescindible necesaria “economía colaborativa” que tenemos que aplicar urgentemente: “la amistad como ocasión de servir… la buena fe como norma en los negocios… el aprecio a toda ocupación útil y la dignificación de la propia… la inteligencia, la buena voluntad y las paces entre las naciones… unidos en el ideal de servicio…”

Instar, presionar, insistir, con perseverancia sobre estos principios no es una necesidad de nuestros dirigentes político-empresariales: Es su obligación ineludible.

Una responsabilidad histórica en la cual están en juego las necesidades de las generaciones actuales y de las futuras, y que los dirigentes tienen que asumirla con todas sus consecuencias, sin la precipitación ni la presencia de la política como en algunos casos evidentes se ha puesto de manifiesto. A las pruebas nos remitimos.

JUSTICIA, PAZ Y ORDEN

Es de justicia que, en estos momentos cruciales para la humanidad, pasemos a recordar esos retazos de los principios de Rotary Internacional, acuñados hace más de 100 años, y que más tarde dieran a la luz “El Día de La Paz y la Comprensión Mundial”, el significativo mensaje que ahora más que nunca se tiene que hacer presente en el mundo para conseguir la paz y el orden que todos debemos desear.


Con el mundo digital a nuestra disposición el gobernante mundial tiene la obligación de aprovechar sus ventajas para, de una vez para siempre, imponer determinadamente una “economía colaborativa” eficaz, y la terminación absoluta de los enfrentamientos bélicos.

Se ha acabado la hora de los narcisismos políticos, o del trabajo por unos ideales caducos que ya nadie respeta. Es la hora de trabajar con honradez, honestidad, conocimiento e inteligencia, sabiendo gerenciar con equidad y con la justicia social por delante.

Basta ya de “vividores delincuentes” que, amparados en políticos ignorantes, con sus fantasmagóricos proyectos, auténticas quimeras, son capaces de las más viles acciones para conseguir sus propósitos, satisfacer su ego personal y lograr buenos recurso económico.

Nada de ir a explorar La Luna antes de buscar los elementos propios para combatir las plagas que azotan a la humanidad: la pobreza, las carencias en la sanidad – como se ha puesto de manifiesto ahora – y la incomprensión social.

Hace falta un total entendimiento entre todos los habitantes del planeta, repetimos:  la inteligencia, la buena voluntad y la paz entre las naciones… unidos todos en el ideal de servicio.

HAY SIEMPRE UNA NUEVA LUZ

Nunca como ahora ha hecho falta esa política de “economía colaborativa” que como una premonición venia ya asomando en todo el mundo, y que con esta pandemia se hace obligatoria aplicar para conseguir avanzar en la recuperación de nuestro mundo que ya, desde luego, no volverá a presentar el panorama que tenía el pasado año si bien tenemos que hacer todo lo posible por salvar aquello que no se haya perdido totalmente, desgraciadamente mucho de ello irrecuperable. Instar, presionar, insistir, es hacernos fuertes con esta actitud positiva, y tiene que ser la base del nuevo desarrollo. Los gobiernos del mundo tienen que tomar las riendas de esa “economía de guerra” y dar el ejemplo de cómo hay que gestionar la vida de sus ciudadanos ahora después de la pandemia.

El turismo – el movimiento de personas – tiene que volver a ocupar el protagonismo al que había llegado, pues es una realidad que como dice la Organización Mundial del Turismo es riqueza para la persona, para la familia, para la comunidad, para el mundo entero.


No estamos solos, somos una gran familia. Tenemos que comprenderlo. La colaboración en forma decidida, instando, presionando, insistiendo, con perseverancia. No nos cansaremos de predicarlo, aunque en ello nos vaya el ser molestos para quienes solo ven su beneficio personal vendiendo ahora mascarillas y antes petróleo, o falsas ideas políticas totalitarias dictatoriales, sobre el dominio del mundo, el poder económico y el ego personal… narcisismo patológico, que diría El Confidencial.
Esto es lo que hay. Seguimos. Instar, insistir, presionar…. Perseverancia.


EPILOGO

Alejandro José Gallard Prio: “Si hay algo que no debemos perder es la fe en nosotros, en nuestra humanidad, en nuestra capacidad de amar, en nuestro espíritu de lucha, en nuestra inquebrantable búsqueda por encontrar el mejor mañana, que es el milagro de la vida.”

Pedro García Cabrera: “La esperanza me mantiene”.

*Antonio-Pedro Tejera Reyes. Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas. ONU.

Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz Tenerife. Islas Canarias.

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