“PASADOS
LOS AÑOS,
SIGO
PENSANDO QUE A LAS PALABRAS
HAY
QUE ARRANCARLES LA PIEL”
José
Saramago
“CON
LAS PALABRAS USADAS, GASTADAS
POR
EL TIEMPO Y LA COSTUMBRE,
CUYO
ÚLTIMO TEMBLOR YA NO SE SIENTE “
Juan
Luís Panero
I
Soledad
aplastante que me somete, que me aflige,
que me destruye.
Eres
la visitante desde el desarraigo de sentirse solo, en soledad,
desde
el exilio en el silencio, sin palabras compartidas, sin besos, sin miradas,
desde
el eco que la montaña me devuelve en soledad y frío.
Soledad,
constructora de los espacios deshabitados del corazón.
II
Silencio
a las palabras conquistadas por el silencio, que no hablan,
que
no salen al aire, que no fluyen, que no brotan, que no son.
Silencio
a las palabras que no reflejan las emociones más dulces.
Silencio
al miedo de expresarse a sí mismo.
Silencio
al silencio que vive en la libertad, que la limita; sin libertad.
III
Olvido
para enterrar los recuerdos que no caben en mis diccionarios,
para
ahuyentar las palabras que no quiero:
terrorismo,
violencia, intolerancia, intransigencia, racismo…
Olvido
para que se consuman con las velas de su propio olvido.
Olvido
para olvidar las palabras en las que no quiero creer.
IV
Verdad
para abrir las puertas cerradas y atascadas
en
los caminos de la mentira que se pierden
en los pensamientos sin palabras,
verdad
para disfrutar del sosiego que trae el silencio,
verdad
a los cuatro vientos, sin barreras las palabras catapultadas al aire,
verdad
valiente que devora la mentira, para hacernos libres.
V
Miedo
a las palabras vestidas de intolerancia e intransigencia
que
se esconden en los bosques de letras oxidadas
que
no se vierten al mar,
que
no se esparcen por el aire,
que
se adueñan de nuestros sueños.
VI
Y
hoy por fin el mar se ha abierto
y
las olas se han tornado puertas a nuevos encuentros
y
los vientos se han paseado libremente
entre las palabras libres
y
las nubes, libremente, me han dejado ver el cielo,
y
yo, hoy quiero comenzar a ser libre, de
una vez por todas.
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