Teresa González
Cansadas las nostalgias
trasladaron mis andanzas
a las filas de vetustas
piedras que acababan
de ser viejas
Aquí donde el arado
no clausura su mapeo
de hondos surcos,
grises y seguros
en discrepancia con la óptica
de eterna primavera óptima,
que sueña alegre fiesta
en un mundo de palabras
que crecieron más
que las acciones.
Aquí
donde certero es el amor,
la caricia, el beso,
ahora que las fuerzas
se encogieron y crecieron
en esta senda deliciosa
donde nos mimamos la presencia
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