Lorenzo Soriano
El 19 de Enero
próximo pasado, abrió sus puertas al Mundo del Turismo Internacional la que sin
duda es actualmente la Feria más importante del mundo que se efectúa en un país
eminentemente receptor.
La cuadragésimo
segunda Feria Internacional del Turismo, en la sede de IFEMA, Madrid, segunda
de la Pandemia, puede celebrar su éxito de participantes y visitantes, apenas
un 20% menos que el máximo obtenido con anterioridad. La valentía y la
organización, han sido la causa principal de la buena acogida, por el número de
países y por el de asistentes, de los
cuales tres cuartas partes han sido profesionales. Madrid era una Fiesta.
Cierto que se han
notado alguna ausencia, y más que ello, la falta de atractivo en muchos de los
expositores. Algunos de los Europeos, como Francia, Italia, Reino Unido, Austria, Alemania, etc., han
tenido una escasa representación. Cierto también que USA, Italia o Francia no
necesitan publicitarse con gran despliegue
al ser destinos de turismo masivo, pero un poco más de representación hubiese
sido necesario.
Lo que si se nota
y bien es la afloración de la Política en Fitur. Y no es que no hubiese antes,
sino que era más discreta y soterrada.
Desde la
Inauguración misma, cuando esperábamos al Rey en el Stand de la Socia
colaboradora de Fitur este año, La Republica Dominicana, el Protocolo de
exteriores decidió empezar por Marruecos. Guiño infructuoso, que si bien enfadó
al socio, que había anunciado a las 10,30 que saliéramos del Stand por la
próxima llegada del Rey y la comitiva, cosa que nunca ocurrió, en el stand de
Marruecos no había nadie relevante esperando, ni sirvió para nada, sino para el
ninguneo y de la exhibición falta de
la respeto y recochineo con la que nos tratan. Y encima
la mayoría de los periodistas estábamos en donde el protocolo y la agenda de la
Feria nos habían colocado. En el Pabellón 3, donde Republica.
Pero esa
nimiedad, aparente, se ve obnubilada por el Blanqueo del totalitarismo que el
Turismo ayuda a propiciar, con la ayuda de los que colaboran e invierten en
esos países donde ni hay libertad ni el turismo significa progreso para sus
ciudadanos sino para sus gobernantes y sus tiranías.
Los stands de
Mexico, Cuba, Brasil, Nicaragua, Chile, China, Moscú, Irán, etc. hacen parecer
que en esos idílicos paisajes todo es libertad y alegría. Y en parte tienen
razón cuando alegan su extraordinaria seguridad y orden, sin huelgas ni
protestas.
En Cuba se levanta el mausoleo monumental a Fidel, en cuya millonaria construcción han colaborado con contribuciones desmedidas empresas españolas. No creo que se deba llegar a tanto para proteger sus negocios, y mucho menos que se nos pida que de nuestros impuestos se den ayudas a los que inviertan en lugares donde no hay seguridad Jurídica pero prometen beneficios extraordinarios, basados en la falta de libertad de sus ciudadanos y en las escasas prestaciones sociales que disfrutan.
El Turismo es un arma para propiciar la Paz extraordinaria, ya que Turismo y Paz, es un binomio indisoluble, sin embargo no debe ser la Paz de los cementerios, sino la de la justicia social y económica, donde los ciudadanos, todos, participen en el desarrollo que el Turismo crea y produce, con el reparto de sus beneficios en todo el cuerpo social del país donde se realiza la actividad Turística.
A reflexionar.
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