¿PUERTO DE LA CRUZ IGUAL A IBIZA?

Lorenzo de Ara

Pues no. No quiero eso para mi ciudad. Que alguien vaya por ahí relacionando el pueblo donde nací con el despelote constante de Ibiza. El todo vale con tal de que la fiesta no termine nunca. El viva la fiesta y el viva todo lo que pase por mis manos para que la juerga padre dure en el tiempo y el ruido sea sinónimo de ciudad moderna. Ni hablar.

Ibiza está bien para los que quieren perderse en la degradación. Para esos tipos y tipas que viven el ahora en un ahogamiento infinito. Ibiza no tiene encanto ni futuro como destino top diez. No hay excelencia turística ibicenca que mi pueblo necesite copiar.

La juerga del despiporre es un cáncer que arruina la marca de una localidad que está secuestrada por el fotomatón.

Ibiza vive de lo que vive. Y tiene sitios la islita balear que han conseguido aislarse del vicio y el embrutecimiento que conlleva alimentar a la masa.

Lo vemos en muchas producciones cinematográficas. Las imágenes se repiten. Estereotipadas pero fieles a la realidad. Discoteca, droga, sexo, y la más absoluta pocilga social.

Una ciudad turística es mucho más que una ley de la selva donde el primate es el rey.

Ya basta de bendecir el fiestorro institucional como garantía de éxito.

Me consta que las autoridades de Ibiza venden en ferias que la isla es bucólica y un paraíso de actividades deportivas, pero tras años de esfuerzos para mejorar la imagen, lo que permanece es que Ibiza es sinónimo de lo contrario.

Mi pueblo, pequeño y doliente ante la carencia de tantas cosas, sigue siendo un destino atractivo y diferenciado, pero el sumidero de la fiesta entierra la realidad bajo el envoltorio de una mentira que está al servicio del interés personal.

Ser una ciudad turística es decidir. Y si la decisión en mi pueblo es ser Ibiza: apaga la luz.

Aunque con la luz apagada la fiesta para muchos sigue más viva que nunca.