Creo que ya a estas alturas, nadie puede darse por no avisado de la deriva que sigue un gobierno como el actual que ejerce en España, siempre al límite de lo imposible. En la cuerda floja, al borde de precipicios legales, fiscales, separatistas, y de todo tipo. Avisados de lo que puede ocurrir con el destino de una España unida, con el futuro económico de los ciudadanos, con su libertad, con la democracia real, con la justicia cierta, con la convivencia segura y con la prosperidad de la Nación.
Y estos avisos, parecen no haber calado en los dirigentes, responsables o encargados por su cargo o posición. Que se sitúan siempre al amparo del poder, suplicándolo a cambio de su perruna obediencia, desoyendo las voces de a quienes dicen representar, o los han situado en ese escabel de representación.
Me refiero a los empresarios, no a los de a pie como nos encontramos la inmensa mayoría de las empresas, sino en esa elite empresarial que por ser elite, manejan “nuestros derechos” para su absoluto provecho. Si, la mayoría de los dirigentes llegan a serlo por manejar empresas enormes, cuyo principal cliente siempre es el Gobierno al que ciegamente apoyan, porque depende de él, para su facturación, para sus concesiones o aprobaciones, o para sus chanchullos fiscales. La Banca, el Ibex, la Gran Patronal,…..un desastre para sus afiliados.
Me refiero también a los responsables de la Iglesia. Esto ya es de auténtico estupor. Curas rojos, monjas comunistas, y Cardenales y Obispos independentistas, pro terroristas, y sobre todo anticatólicos. Ni una palabra del sufrimiento de los católicos en el mundo siendo carne de cañón de grupos y creencias protegidas por el poder e incluso por el Papado actual. Ni una palabra de aliento a la gran mayoría catalana que no es independentista. Ni a la mayoría Vasca que aún no es pro terrorista, ni una palabra a los católicos de a pie que se esfuerzan por justificar lo injustificable de esos dirigentes de la Conferencia, y de los mandamases del catolicismo español. Incluso de su emisora estrella, La Cope, de la que huyen hasta los más decentes y abnegados. Solo con la educación, Caritas y el mantenimiento del patrimonio histórico artístico español, tendrían a cualquier gobierno de rodillas, o al menos sin que les molestasen. Pero prefieren ponerse del lado del delincuente y del trasgresor. Algo de verdad inaudito. Y sin contar con el odio a quien les salvo la vida y a quien les rescato del terror rojo. Desagradecimiento histórico.
Por último y por no alargar, me refiero a la ciudadanía en general. Estamos asistiendo a la mayor y más abyecta “reeducación” social de nuestra población. No vemos reacción ninguna. Ni los estudiantes, ni los trabajadores, ni los empresarios no vinculados al poder, ni los autónomos, ni los católicos ,ni los partidos políticos, asociaciones de profesionales , turísticas, deportivas, o folclóricas, ni de los ciudadanos de a pie, nadie, ninguno reacciona. Ni reaccionamos.
Estamos esperando que abandonen el poder voluntariamente. Y eso creo que esta fuera de la realidad. O lo hacemos votando, o lo hacemos protestando con energía, decisión y riesgo, si, RIESGO, sin el cual no habrá gloria.
A Reflexionar.
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