COMUNICADO DE PRENSA
Ante las informaciones difundidas durante los últimos días por diferentes medios de comunicación social de la provincia de Santa Cruz de Tenerife acerca de las condiciones de funcionamiento y de los servicios que se prestan en nuestro centro, desde la Dirección de la Fundación queremos hacer llegar a la opinión pública las siguientes manifestaciones:
1.- Que desde esta Dirección no se ha tenido acceso ni conocimiento alguno del contenido del informe de la inspección realizada por personal designado por el Servicio Canario de la Salud (SCS) al que se alude en las informaciones publicadas. No parece de recibo que, desde la propia administración sanitaria, se filtre interesadamente a determinados medios de comunicación una información extremadamente sensible y que, como ha sido el caso, es susceptible de ser usada de forma sesgada e interesada.
2.- Que la Fundación Canaria Hogar Santa Rita lleva más de 30 años trabajando con el único objetivo de proporcionar a las personas mayores más desfavorecidas o con menos recursos económicos el bienestar psicosocial y sanitario, así como la dignidad personal, que merecen en la última etapa de su vida; obligaciones que, por diferentes razones, en todos estos años no han sido capaces de afrontar el conjunto de las administraciones públicas canarias.
3.- Que en estas décadas de servicio entregado y desinteresado en favor del bienestar de nuestros mayores, se ha ido conformando una plantilla de profesionales y un elenco de servicios que nos permite cumplir con toda la normativa de aplicación, en todos los ámbitos posibles, dando como resultado un elevado nivel de satisfacción de los usuarios y sus familias (lo que se pone de manifiesto, entre otras cuestiones, con el registro de un promedio de 2,25 reclamaciones al año sobre una población residente de 500 usuarios en los últimos cuatro años, todas ellas resueltas sin generación de incidencias). De tal suerte que, al día de la fecha, la plantilla de 423 trabajadores del centro está conformada por la siguiente relación de profesionales:
-5 Médicos propios.
-1 Médico con presencia permanente en el centro designada por el
Servicio Canario de la Salud (SCS).
-6 Enfermeros titulados.
-36 Auxiliares de enfermería.
- 2 Fisioterapeutas.
-1 Psicólogo.
-1 Terapeuta ocupacional y 6 animadores.
-1 Masajista.
-186 Gerocultores.
-12 Trabajadores en Cocinas.
-8 Trabajadores en Economato.
-3 Trabajadoras Sociales.
-161 Trabajadores distribuidos entre los servicios de Limpieza, Lencería, Servicio Técnico y otros.
4.- De las 500 plazas de residente con las que cuenta el centro en estos momentos, 274 se corresponden con las concertadas por el Cabildo de Tenerife, a través del IASS, mediante convenio suscrito en el año 2018, y que se financian mediante la fórmula de copago El resto de plazas se financia con las aportaciones privadas de los usuarios que, en la gran mayoría de los casos, tratándose de personas mayores de escasos recursos económicos, no se acercan ni remotamente a su precio de mercado y, en consecuencia, apenas llegan a cubrir un pequeño porcentaje del coste efectivo de los servicios que se prestan. De ahí que, durante todo el período de tiempo en que la obra del Padre Antonio lleva al servicio de los mayores de las Islas, haya sido y siga siendo de capital importancia la confianza y apoyo de multitud de entidades, públicas y privadas, que colaboran desinteresadamente con esta Fundación.
5.- Que la Fundación sigue y aplica escrupulosamente en todos sus centros de trabajo la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales, seguridad e higiene en el trabajo y demás especialidades, para lo que cuenta con el apoyo y supervisión de un Servicio de Prevención Ajeno de referencia en su sector profesional y que, al mismo tiempo, nos asiste en la ejecución de los protocolos de trabajo elaborados en cada uno de los ámbitos exigidos. Asimismo, se cuenta con los correspondientes Planes de Actuación y de Contingencias, que se actualizan periódicamente conforme a las modificaciones o indicaciones que se realicen por parte de las autoridades administrativas competentes.
6.- Que, desde el mes de mayo del año 2020 se cuenta con el apoyo y
control sanitario diario del Servicio Canario de la Salud, cuestión que se
incardina en el contexto lógico de expansión de la pandemia del COVID 19, dando
lugar a que se mantenga desde entonces un intercambio constante de información
entre el centro público de referencia a estos efectos en el municipio del
Puerto de la Cruz (Centro de Salud Casco-Botánico) y el personal de la Fundación,
tanto de forma telefónica, como por escrito.
En el referido contexto, el de mayor letalidad de la pandemia, tuvimos
que lamentar el fallecimiento de dos residentes en el centro, que con carácter
previo ya venían siendo afectados por varias patologías. Cuestión que cabe
poner en relación con la situación padecida en residencias de mayores de otras
comunidades autónomas, donde la presencia del virus tuvo unas consecuencias
verdaderamente devastadoras.
Desde entonces hasta la fecha de hoy, donde según datos ofrecidos por
las autoridades sanitarias se habrían registrado en las residencias de mayores
del conjunto del país más de 30.000 fallecimientos, hemos padecido momentos
especialmente difíciles, como el que se produce con la declaración de un brote
de coronavirus entre los meses de diciembre de 2020 y enero de 2021, que se
cobra, tristemente, el fallecimiento de 20 residentes, también aquejados de
diferentes patologías previas en la totalidad de los casos, así como el
contagio de 150 residentes y 75 trabajadores. Situación que no puede quedar
ajena, en su origen, al repunte de casos diagnosticados que se produce durante
el mes de diciembre de 2020 en varios municipios del entorno del Hogar Santa Rita.
En cualquier caso, y superado ese difícil momento, desde comienzos de febrero del presente año no se han vuelto a registrar nuevos contagios ni fallecimientos por coronavirus.
7.- Que, desde la Dirección de la Fundación, queremos trasladar nuestro total desacuerdo con algunas de las informaciones publicadas en estos días, por sesgadas e imprecisas, como las que hacen alusión a la presunta desnutrición y deshidratación detectada en algunos de nuestros residentes.
Al respecto, hemos de precisar que la intervención del personal del SCS
(declaración del brote de COVID 19) se produce el día 8 de diciembre pasado, cuando,
por parte del personal de la Fundación, ya se había procedido al aislamiento
completo de los residentes en sus habitaciones y a la prohibición de visitas de
familiares, lo que llevó consigo, a su vez, la aplicación del protocolo COVID
19 por contacto estrecho con posibles positivos de un grupo significativo de
trabajadores, entre los que se encontraban algunos de los que participan de la
cadena organizativa encargada de la adecuada distribución de cada uno de los
turnos de comidas a los residentes, llegando a producir trastornos, de carácter
estrictamente puntual, en alguno de los horarios habituales. A lo que es
necesario añadir que todo ello ocurrió una vez asumido el mando de la gestión
del centro por parte del equipo de intervención enviado por el SCS. No podemos
admitir, por tanto, que se lleguen a verter manifestaciones como las que
apuntan a períodos de más de 13 horas sin ingesta de alimentos cuando, en la
misma información, ni siquiera se ha sido capaz de sumar correctamente las
horas que transcurren entre cena y desayuno (que serían 11 en el peor de los
casos, debiendo tenerse en cuenta las horas de sueño que discurren entre una y
otra ingesta). Tampoco las referidas a una aparente deshidratación generalizada
de los mayores, cuando la administración de agua y cualquier otro tipo de
bebida viene supervisada periódicamente por nuestro personal sanitario. Cosa
distinta es que, por el perfil multipatológico de un porcentaje elevado de
nuestra población residente, puedan aparecer signos de deshidratación
inherentes a algunas de esas enfermedades o que, por la misma causa, puedan
manifestarse de forma recurrente dentro de un determinado lapso de tiempo. Lo
que no debe asociarse, insistimos, a la falta de suministro o de seguimiento
por nuestro personal sanitario de la ingesta de líquidos.
Por lo demás, tenemos que manifestar que, hasta el momento de la
confección de ese informe, según lo que ha trascendido, no se había tenido
constancia de quejas por mala nutrición de los residentes en el centro. De
hecho, la Fundación obtuvo, precisamente en el mes de diciembre de 2020, la
renovación de la acreditación del centro, por cinco años más. En cualquier
caso, siendo el ánimo de todo el personal laboral y de esta Dirección la mejora
continua, dentro de nuestras humildes posibilidades económicas, en todos los
servicios que se prestan, se ha procedido a la incorporación de una
nutricionista profesional, siguiendo las indicaciones realizadas por el SCS.
Y cabe concluir sobre este particular que, en otra muestra del empeño del centro por mejorar los servicios a nuestros residentes, desde el año 2015 se ha venido desarrollando la implantación del sistema de calidad recogido en la Norma ISO 9001:2015, con el asesoramiento profesional de una destacada firma de consultoría.
8.- Que, en lo referente al brote de escabiosis en el centro, y siendo
necesario traer de nuevo a colación el perfil de una buena parte de nuestros
residentes, que por la acumulación de patologías y su edad avanzada resulta
especialmente sensible a la exposición a cualquier tipo de virus o infección y
a su rápida propagación, debemos manifestar que se ha procedido en todo momento
conforme a los protocolos de aplicación (ya mencionados en el punto 5.-). Desde
la detección, en el mes de noviembre, de lo que en un principio fue calificado
como síntomas de una dermatitis atópica, con evaluación favorable al
tratamiento farmacológico, se adoptaron todas las medidas prescritas tanto
desde el punto de vista sanitario como en los procesos de gestión internos, que
fueron analizados y revisados, adquiriendo nuevos productos y sometiendo todo
ello al control y seguimiento de nuestro personal sanitario. Sin embargo, al no
remitir definitivamente los síntomas tras la aplicación de las medidas
protocolarias, se toma la decisión de contratar los servicios de una
especialista en dermatología, a efectos de su incorporación presencial a
principios de diciembre, pero cuya llegada al centro se truncaría con la
declaración del brote de COVID 19 antes descrito.
A partir de ahí, y de nuevo dentro de la intervención del personal del
SCS, se produce la calificación de brote de escabiosis y se sigue estrictamente
la aplicación de las medidas indicadas por la autoridad sanitaria, sin que,
cuando se produjera la finalización del período de intervención, se pudiera dar
por resuelto el cuadro general de residentes afectados. Así las cosas, y aun
manteniendo una investigación interna abierta sobre el posible origen de la
escabiosis y la posible presencia entre los residentes del algún perfil
potenciador de la misma, lo cierto es que se constató recientemente, ya
iniciado el mes de junio, la aparición de nuevos síntomas compatibles que
motivaron la elaboración, por parte de la dermatóloga contratada (ahora ya sí
con trabajo presencial en el centro), de un estudio que dio lugar a la
confirmación de la existencia entre los residentes de 16 casos claros de
escabiosis, más otros 7 sospechosos, que fueron objeto de aislamiento inmediato
y de la adopción escrupulosa de todas las medidas aplicables (se adquirieron
incluso nuevos colchones para la residencia), lo que ha dado lugar a que se
encuentren en situación de alta en estos momentos. Y en cuanto al personal
laboral, siendo de aplicación igualmente el protocolo antedicho, desde el
servicio médico de la Fundación se dio traslado a la mutua colaboradora con la
Seguridad Social de la situación de dos trabajadores afectados, los cuales, una
vez seguido el tratamiento prescrito durante cuatro días en situación de
incapacidad temporal, recibieron el correspondiente alta médica.
De todo lo expuesto se ha informado, en tiempo y forma, a la Unidad de Apoyo y a la Sección de Epidemiología de Salud Pública; a la Consejería de Servicios Sociales (con carácter diario); a la médico del SCS presente en el centro; al Comité de Empresa y, por supuesto, a los familiares de los residentes afectados.
9.- Que, finalmente, y en atención a lo expuesto en los puntos
anteriores del presente comunicado, desde la Dirección de la Fundación
manifestamos nuestro total compromiso con nuestros mayores, únicos
destinatarios de la obra del Padre Antonio María Hernández, a la que la
Fundación, sus patronos, y todo su personal laboral consagra, día tras día,
todo su esfuerzo y capacidad profesional, en una actividad sin ánimo lucrativo
que viene a colmar una necesidad social grave, y que sin la concurrencia de la
Fundación Hogar Santa Rita tendría una difícil resolución, al menos a día de
hoy, no sólo ya en el ámbito de la isla de Tenerife, sino en el conjunto del
Archipiélago.
Esta labor puede tener -estamos seguros, de hecho, de que lo tiene- margen
de mejora. Y siempre se ha actuado y se actuará con total transparencia y
colaboración con las autoridades competentes, muchas de las cuales conocen de
primera mano la realidad diaria de nuestro centro. Pero lo que no podemos
permitir es que, desde determinadas instancias, de forma interesada y, quizás, con
el objetivo de desviar la atención de la opinión pública sobre otros problemas
de su competencia, se utilicen de manera sesgada, incompleta y con ánimo de desacreditar
y desprestigiar todo lo que significa este centro, las informaciones que hemos
vista reproducidas en diferentes medios de comunicación durante los últimos
días.
Lo creemos y lo manifestamos así en defensa del trabajo abnegado y
profesional de nuestro personal, de la confianza que han depositado durante
tantos años en la Fundación las familias de más de cinco mil residentes y
tantísimas entidades colaboradoras y, sobre todo, en defensa del bienestar y la
dignidad de nuestros mayores.
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