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viernes, 15 de febrero de 2019

MAL VA LA COSA


Evaristo Fuentes Melián

Demos un repaso a las últimas noticias más escandalosas.

1.- La Torre Windsor fue una torre de oficinas de Madrid.  Tenía 106 metros de altura y 32 plantas, y estaba situada en pleno centro financiero de la ciudad, en la zona de AZCA, propiedad de la sociedad Asón, Inmobiliaria de Arriendos controlada por El Corte Inglés.

    Destruida por un incendio el 12 de febrero de 2005, ahora surge una noticia escalofriante a modo de rumor: al parecer el incendio fue provocado, a instancias de una importante entidad bancaria, para hacer desaparecer documentos muy comprometedores para la cúpula de dicha entidad. Lo que no se comprende es que hayan acudido al incendio de todo el edificio, si con una pequeña máquina trituradora de documentos de papel lo podían haber hecho sin tanto escándalo. En consecuencia, opino que sigue habiendo gato encerrado en este suceso tan brutal como espectacular.

2.- Narcis Serra, un veterano componente de la cúpula del PSOE, es ahora llevado a los tribunales, acusado de que en el año 2010 se subieron los sueldos de la cúpula directiva de un determinado gran banco español, cuando la entidad sufría una crisis en que hubo de expulsar--con los consabidos ‘ERES’ ---a gran cantidad de empleados de base. Narcis Serra lleva buenos abogados, y todo hace pensar que este caso de aguas pretendidamente turbias, quedará en agua de borrajas. Pelillos a la mar…

3.- En el pleno parlamentario en que se debatían-- y rechazaban por la oposición-- los presupuestos generales del Estado para este año, se pusieron de vuelta y media la ministra del PSOE y varios miembros de la oposición. Por su parte, Ana Oramas, nuestra carismática política del terruño, subió a la tribuna para hablar, pero principalmente lo que hizo fue pedir más dinero para las islas, sin más argumento que la letanía de siempre: la distancia y el abandono a que nos tiene sometidos Madrid. Esta sempiterna cantinela es similar comparativamente a la de los pobres desarrapados de las esquinas callejeras: “una limosnita por caridad” …

Espectador

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