Isidoro Sánchez García
El viernes 15 de julio pasado me acerqué hasta el IEHC del
Puerto de la Cruz para escuchar al amigo Samir Delgado y al compañero Celestino
Hernández, palmero de nacimiento y canario de actividad. Llegaron tarde a la
cita oficial por culpa del tráfico marítimo entre Gran Canaria y Tenerife, lo
que me permitió aprovechar el retraso para pasear por el casco, sacar
fotografías y saludar a dos amigas que
disfrutaban del clima portuense además de enseñarle el busto de Agustín de
Betancourt a un matrimonio aragonés que se acercaron a la plaza de la iglesia
de la Peña de Francia.
Samir es un joven profesor canario que se autoexilió en
México por razones personales políticas no hace muchos años, en 2018, donde
ejerce como profesor en el Instituto Autónomo de Artes Modernas de Durango.
Había estudiado Filosofía en la Universidad de La Laguna (Tenerife) donde se
licenció y fue especialista en Bellas Artes por la Universidad de Castilla La
Mancha. Ha sido muy premiado en el ámbito de la poesía. Le conocí en febrero de
2012 en la isla de El Hierro por culpa del volcán de las restingolitas que
apareció como un submarino en el otoño de 2011 en el Mar de las Calmas, en La
Restinga. Fue entonces cuando compartí
con un grupo de veinte poetas y poetisas, que aportaron sus trabajos
literarios en homenaje a la isla
meridiana de El Hierro. Allí nos concentramos en la plazoleta del mentidero de
La Restinga con un grupito de amigos tinerfeños que quisimos juntarnos al acto
poético volcánico donde intervinimos algunos de nosotros. El poeta portuense
José Javier Hernández leyó un poema del uruguayo, Eduardo Galeano, y este
relator otro de la cubana palmera, Thelvia Marín. Con tal motivo Samir
consiguió que una empresa orotavense le patrocinara el poemario ‘La Llama
silenciosa’, inspirado en Manuel Padorno, como una obra de solidaridad con los
habitantes de la isla de El Hierro, que tenía una raya donde el geógrafo griego
Claudio Ptolomeo señaló el Meridiano cero.
Lo cierto fue que comenzamos el acto con cierto retraso ante
un público que no llegaba a la decena pero que si estaba interesado en conocer
la voz crítica de un joven poeta canario afincado en México para conocer la
generación de los años 70. En su disertación nos contó cómo había seguido y
tomado como referencia la tesis doctoral de su amigo Ramón Díaz por lo que
comencé a enterarme quienes eran. Habían estudiado y residido en San Cristóbal
de La Laguna e incluso algunos de ellos, venidos de otras islas, vivieron en el
colegio mayor San Fernando, situado frente a la Universidad. En su exposición
Samir nos contó las dificultades habidas en los años setenta y el optimismo de
la década de los ochenta. Señaló breves notas históricas entre la idiosincrasia
regional y la vanguardia, pero fueron los años setenta quienes ocuparon la mayor
parte del tiempo empleado. Así nos habló de los artistas de dicha generación,
de los grupos artísticos, de las tendencias existentes entonces, tanto las
realistas como las abstractas. Se centró en algunos artistas muy particulares
como Cándido Camacho, Ramón Díaz y Juan Hernández, algunos fallecidos en
accidente de tráfico. Empleó cierto tiempo en referencias a galerías de arte en
Canarias tanto en Las Palmas como en Tenerife, en la sala Conca
particularmente, y por supuesto habló del CAAM, el Centro Atlántico de Arte
Moderno. También Samir empleó su tiempo para hablarnos del binomio
Cultura-Turismo ya que el amigo común Celestino Hernández le había contado la
situación del MACEW, acrónimo del museo de arte contemporáneo Eduardo
Westerdhal, ubicado junto al muelle portuense. Obviamente salió a relucir el
problema de los museos y de las infraestructuras culturales en las Islas y en
el caso concreto del Puerto de la Cruz, donde parece que el Turismo prevalece
sobre la Cultura. Por ello sacamos a colación el futuro del Parque de San
Francisco, la necesidad de disponer de espacios culturales que permitan
albergar en la ciudad pionera del turismo en Canarias, como es el Puerto de la
Cruz, el legado de Westherdal y las donaciones de particulares. Incluso el Museo
de Agustín de Betancourt que solo está pendiente de ofrecer al ministerio de
Obras Públicas, a través de la Universidad de La Laguna, una sede idónea para
ubicar el contenido de la obra y legado betancouriano que tiene en Madrid.
Finalizada la charla nos comprometimos aprovechar la ‘Revista
Trasdemar de Literaturas Insulares’ para dar a conocer la relación literaria
entre el Puerto de la Cruz y autores como Alejandro de Humboldt, Agatha Christi
y Dulce María Loynaz. Hablamos también del concurso de cooperación
internacional aprobado recientemente por el Cabildo de Tenerife, con especial
énfasis en Cuba y Venezuela, al igual que recordamos la importancia de las
relaciones con las instituciones culturales de la Macaronésica, desde Azores
hasta Cabo Verde. Samir quiere que viaje a México, pero le voy a recomendar que
estudie en el Yucatán del siglo XIX la figura del obispo Estévez Ugarte,
natural de La Orotava, mitad español y mitad mexicano y fundador de una
universidad.
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