Presidenta: Laura Giménez Hernández
Llevamos un tiempo escuchando hablar sobre la negativa del
gobierno a realizar un acto en reconocimiento a los agentes que vencieron a la
Banda Terrorista ETA, esto ha provocado un malestar generalizado en las FCSE,
pues ambos cuerpos fueron los que hicieron posible el fin de la misma.
Entre 1968 y 2015, fueron asesinados 168 policías nacionales
(según datos oficiales en la página web) y otros muchos resultaron heridos o
aún sufren secuelas de todo lo que tuvieron que vivir, pero no solo ellos
tuvieron que soportar aquellos años, sus familias, en especial sus mujeres
fueron víctimas de un maltrato psicológico durante muchos años, en el que ni
tenían casi vida social, ni sabían con certeza si cuando sus maridos salían por
la puerta volverían a verlo.
Son muchos los Policías Nacionales los que han dedicado gran parte a la lucha contra esa banda terrorista, conscientes de que no iba a ser fácil y que su vida dependía de las medidas de autoprotección que tomaran así como de los grupos de información, los cuales se desvivían para tener todo controlado y que no se produjera ningún atentado, pero no siempre salían las cosas bien y la cobardía con la que asesinaban, siempre a traición llevó a la muerte de todos esos compañeros y compañeras que dieron su vida por la libertad, esa que tanto reclamaban los terroristas pero que no daban al resto de la ciudadanía.
Hay muchas historias de víctimas (o realidades como dice alguno de ellos), algunas recogidas en libros como “Asesinos sin Alma” que recoge la historia de 13 compañeros destinados en Bilbao y que cuentan sus experiencias, no todas, solo una parte en la que ya se puede ver la crueldad que recibían por parte un grupo de asesinos, eso sí, con la valentía y entereza que siempre han mostrado todos los policías nacionales como respuesta.
También
están las historias de sus esposas, esas que no podían tender la ropa a la
vista para que no se supiera que su marido era policía, las que cuando iban a
comprar se encontraban con que para ellas no había lo que necesitaban por ser
mujeres de “txakurras”, a las que insultaban por la calle o ignoraban cuando
ellas pasaban. También cuentan su historia en “Sangre de Valientes” un libro
lleno de sentimientos y verdades que hasta hace poco nadie quería escuchar.
Por eso
desde la Asociación de Jubilados de Policía Nacional de España, esperamos que
ese reconocimiento llegue a producirse, son muchos los compañeros que a día de
hoy esperan que alguien de la administración les reconozca todo lo que tuvieron
que pasar y que llevan como una carga imposible de quitar, es mucha la tristeza
e impotencia la que les invade, algunos no lo han podido soportar y decidieron
quitarse la vida, otros luchan por ese reconocimiento, algunos tratan de
olvidarlo y dar un paso al frente, pero hasta que no cierren esa puerta,
ninguno tendrá paz, esa que parece que solo tienen los del otro bando, los que
en su día se dedicaron a asesinar a cientos de compañeros y civiles y que hoy,
campan libremente en la casa de todos los españoles, esa que tanto odian y que
otros tanto amamos.
Servir y proteger hasta el final.
Siempre Policías
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