La gran aventura (1799-1804)
El día 5 de junio 1799 salen
Alexander von Humboldt y Aimée Bonpland con la corbeta Pizarro de La Coruña
para empezar su gran aventura en Tenerife, Cuba y Sudamérica. Alexander escribo
antes de salir a su hermano:” El momento cuando uno sale por primera vez de Europa
tiene algo emocionante”. La corbeta navegaba
rumbo a las Islas Canarias. Por la guerra entre Inglaterra y Francia estaba la travesía
peligrosa. El capitán temía ataques de navíos ingleses y prohibió el uso de
lámparas por la noche. Para Humboldt esta orden fue una catástrofe porque no
podía escribir y leer por la noche. Lo único que podía hacer en la oscuridad
fue la observación de las estrellas. Por el día estaba probando varias de los 500
instrumentos modernos que llevaba. El medía la temperatura del agua en
diferentes profundidades. Los colores de las algas y las corrientes marinos.
Muy poco para una persona tan activa como él.
TENERIFE, TIERRA DE LOS CAMELLOS
El aburrimiento termino con el avistamiento
de Tenerife. Aquí quiere el experto de mineralogía y amante de volcanes subir
al Teide e investigar cómo cambiar la vegetación en las diferentes alturas. En
el día 20 de junio escribe en una carta a su hermano Wilhelm: “Que vista! ¡Que
placer! Estábamos dentro del cráter, no fue peligroso pero la magia de calor y
frio. Las fumarolas en el cráter quemaron agujeros en nuestra ropa y las manos
quedaron tiesos con una temperatura de 2 Grados Reaumur. Dios, que impresiones
en esta altura (12500 pies). Una gran impresión me causo también el Drago de La
Orotava,>como uno de los primeros habitantes de la tierra<. Ya después de
pocos días de estancia con el clima cálido en la zona de vegetación abundante
queda el profundamente impresionado. “Con lágrimas en los ojos salí de la isla.
Quiero quedarme. Y estoy muy cerca de Europa, Si tu podrías ver estos paisajes,
estos bosques de laurisilva milenarios, estas uvas, estas rosas! Los cochinos se
engordan aquí con albaricoques. En las carreteras hay muchos camellos”.
Después de una travesía de 22 días
desde por el Atlántico llegaron Alexander y Bonpland al actual Venezuela, a la ciudad Cumaná. Y
otra vez envía Alexander palabras exaltadas a Wilhelm:” Estamos aquí en el país
más divino; plantas maravillosas, angulas eléctricas, tigres, armadillos,
monos, papagayos y muchos pueblos indígenas media salvajes, una raza humana
bonita e interesante.” La abundancia de la vegetación, los colores, la
perspectiva descubrir cientos de nuevas plantas impone ellos. Y que colores de
las aves, de los peces hasta los cangrejos (azul del cielo, amarillo)). Como
locos corrimos por la ciudad, en los primeros tres días no fuimos capaz explorar algo porque
tiramos siempre una cosa para coger otra. Bonpland aseguro que se vuelve loco
si estos milagros no terminan pronto. Yo me siento tan feliz que podría estar
siempre aquí”.
COMO EN UN MERCADO DE CABALLOS
Pero no todo es bonito. Cerca de
su casa en Cumaná, en una plaza grande con arcadas, vieron un mercado de
esclavos. Alexander está sentado:>Los esclavos en venta eran jóvenes en la
edad de 15-25 años. Cada mañana tenían friccionar sus cuerpos con aceite de
coco para que su piel brilla en un color negro profundo. Cada momento llegan
compradores para estimar la edad y el estado de salud de los esclavos por la
condición de sus dientes. Se forzaron ellos abrir la boca igual como en un
mercado de caballos. <Degradante, indignante e inhumano: En adelante Alexander denuncia públicamente
la represión contra los esclavos e indios. Al principio solamente en cartas y
en su diario para que la corte española no se enoja.
RELACIONES PUBLICAS
Alexander sabía que en Europa y en Estados Unidas se van a seguir su viaje con gran interés. Al largo de cuatro años viajar a las actuales republicas de Venezuela, Colombia Ecuador, Perú, Cuba y Méjico e informara en cartas a su hermano Wilhelm, amigos y colegas constantemente sobre todos los acondicionamientos. Él quiere explorar todo que puede ver y tocar y todo quiere manifestar para la ciencia y el público en general en imágenes y palabras. Al llegar al Nuevo Mundo escribió a un comerciante americano rogando que este publica en dos periódicos a merinos, con venta en Inglaterra, unas noticias:” que H. llego muy sano y feliz, con todos sus instrumentos fiscales y astronómicos, al puerto de Cumaná”. El pide también que el no figura como informante. También quiere que se traducen y publican su estudio sobre estímulos musculares en Estados Unidos. Su lema: “Ideas solamente pueden servir cuando están viv0s en muchas cabezas”. Muchos años antes Alexander sabia. < Buenas relaciones públicas son la mitad del éxito.
Humboldt y Bonpland exploran
primero, siempre vestidos como europeos, los alrededores de Cumaná, practicando
caminar en la seba-> no se pueden fiar en las lianas, se cuelgan casi
sueltos en las ramas<- y preparan su gran expedición al Orinoco. En el
camino para llegar al segundo más grande rio de Sudamérica pasan Los Llanos,
una estepa desconsolada. Allá en las charcas viven anguilas eléctricas que
pueden matar un caballo. Para cazar Anguilas para los científicos los indios
conducen caballos y mulas al agua. Alexander anota fascinado>El grupo de
indios que quedo en la orilla de la charca, los caballos con las melenas tiesas, terror y dolor en sus ojos; las
anguilas amarillas y escurridizos ,que parecen a grandes serpientes de agua,
nadan en la superficie y persiguen sus enemigos: Todo eso formo un cuadro
pintoresco.< Cuando las anguilas estaban agotadas los Indios llevaron ellos,
sin tocarlos con las mano, con la ayuda de arponas a la orilla, pero no quieren
tocarlos,>Nosotros teníamos
superarnos, aguantar las primeras
descargas y estos no estaban suaves. Las más fuertes descargas me parecieron
más dolorosas que las fuertes descargas eléctricas que recibí de una botella
completamente cargada. < Pero este no
retiene a él hacer más pruebas con las anguilas hasta Bonpland cae,
completamente agotado, al suelo
NO PERTENECE A USTED
Su metra fue navegar por el
Orinoco hasta la frontera con Brasil para documentar que el Orinoco está
conectado con el sistema fluvial del Rio Negro y así con el Amazonas. Humboldt
y Bonpland navegan por los ríos con una Piroge, un tronco de árbol ahuecado de
unos doce metros de largo y solo un
metro de ancho. Delante se sientan cuatro remeros indios, detrás los dos
europeos debajo de un tejado de hojas de donde colgaron jaulas cuales Llenaba
Humboldt en este viaje con pájaros y monos. Más de 2000 km navegaron por la
selva con todos sus instrumentos en el estrecho Piroge, durmieron en los
bosques, rodeados de cocodrilos y jaguares, comieron arroz, hormigas, mano,
pisang, agua del Orinoco y de vez en cuando un mono.< Los indios no pueden
creer >que Ustedes salen de su patria, para que los mosquitos torturan Ustedes en este rio para medir tierras que no son
suyas?<
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