TOCA LA HIPERINFLACIÓN EN ESPAÑA

Antonio Pastor A.

Para conocer el presente hay que desempolvar la historia y las hiperinflaciones (períodos en los que las tasas de inflación son superiores al 1.000% anual), pues el ciudadano de a pie debe comprender si es un simple deslizamiento en la incertidumbre económica o el sentimiento de vértigo que aparece antes de precipitarnos  por un acantilado. Las hiperinflaciones son acontecimientos extraordinarios en los que, la inestabilidad del dinero y los precios es tan grande, que domina la vida diaria, desorganizando la producción y los mercados,  redistribuyendo la renta y la riqueza de la sociedad.

Siempre van asociadas a perturbaciones y caos políticos produciéndose invariablemente en las fases finales de una guerra o en la revolución social, como la que se avecina y lo saben muy bien los economistas. A principio del siglo pasado hubo varias, después de la Segunda Guerra Mundial pero siguen surgiendo en el tiempo. Uno de los episodios fue las fases finales del gobierno Allende de Chile a principios de los años setenta. Pero analicemos, por encima, el más famoso de todos: la hiperinflación alemana de la década de los veinte, en la Alemania de 1922-1923. El análisis presentado por los expertos comienza con 1922, aunque ese año los precios ya habían subido extraordinariamente con respecto al nivel en que se encontraban al principio de la Primera Guerra Mundial en 1914. Alemania había perdido la guerra y parte de su territorio, el gasto público era grande y los ingresos fiscales pequeños. Por tanto, había un gran déficit presupuestario público, que se financió en gran parte, en este caso, imprimiendo dinero. Entre enero de 1922 y enero de 1923, el índice de la oferta monetaria aumentó del 1 al 16, lo que significa que la oferta se multiplicó por 16, es decir, aumentó un 1.500%. En los 6 meses siguientes, el crecimiento monetario se aceleró extraordinariamente y en julio, el índice de la cantidad de dinero ya era de 354, es decir, más de un 22.000% mayor que 3 meses antes.

En los pocos meses siguientes el dinero explotó literalmente, multiplicándose por 20 millones con respecto al nivel de enero de 1922. Por cada marco que tenía la persona media en enero de 1922, tenía 20 millones a finales de 1923. Quizás se esté preguntando qué estaba ocurriendo, cómo era un billete de 20 millones de marcos y cómo podía producir el gobierno dinero tan deprisa. No era tan fácil; se imprimían simplemente nuevas cifras en los billetes viejos. Utilizaron prensas más rápidas; por la noche se reimprimía el dinero para reflejar los precios más altos del día siguiente.

¿Cuál fue la consecuencia de la rápida expansión monetaria? El índice de precios subió mucho más deprisa que la cantidad de dinero; cuando éste se multiplicó por 16 entre enero de 1922 y 1923, los precios se multiplicaron por 75.  En octubre de 1923, un perrito caliente que en enero de 1922 costaba 1 marco, en octubre de 1923 costaba 192 millones de marcos. ¿Cómo se pueden llevar 192 millones de marcos en el bolsillo? Todos eran de cantidades gigantescas como, por ejemplo, mil millones de marcos y el público iba a comprar con cestas llenas de dinero. La hiperinflación hace que los activos nominales pierdan todo su valor. Un chiste frecuente durante la hiperinflación alemana, era la historia de una mujer que había ido a comprar cargada con una cesta llena de dinero, necesitando una cesta mayor para llevar todos los billetes. Estaba haciendo la cola en una tienda, puso su cesta en el suelo y cuando se inclinó para cogerla, se la habían robado, pero le habían dejado el dinero.

Las personas que habían trabajado durante muchos años para tener una pensión de jubilación, de repente, se encontraron con la perspectiva de no tener nada, ya que en un año había desaparecido totalmente el valor de los ahorros de toda una vida. Llegado a este punto debemos hacernos dos preguntas. Si (el dinero, los bonos, los contratos de seguros y las pensiones) perdieron su poder adquisitivo, ¿Quiénes fueron los ganadores? Segundo, ¿qué le ocurre a la sociedad cuando, su dinero en el banco o sus fortunas desaparecen de la noche a la mañana? Recordemos que la hiperinflación fue uno de los principales factores responsables del surgimiento del régimen nazi en Alemania. El barómetro más fácil de la incapacidad de un gobierno, para resolver las cosas en la forma acostumbrada y facilitar el camino a las fuerzas políticas, que la sociedad desdeña en las épocas normales. F.K. Ringer (The German Inflation of 1923).