Agustín
Armas Hernández
Mi buen
amigo Bruno ha descubierto una buena mina de oro, puro, y joyas Preciosas. Ha
vuelto a destapar el baúl de los recuerdos. Artículos que estaban perdidos han
aparecido, muertos y han vuelto a la
vida… ¡Gracias de corazón!, Estos escritos me traen, muchos gratos y buenos
recuerdos.
“Reorganizando
archivos de mi ordenador que se me extraviaron por un fallo fortuito sin
querer, me encuentro un interesante artículo personal que en su día me remitió
el amigo y convecino del Puerto de la Cruz Agustín Armas Hernández, sobra el
perfil de un orotavense de pro que nos dejó hace años el ebanista Pacomio Pérez
y Pérez su suegro. Que conocí desde mi infancia trabajando en la fábrica de
carpintería de su cuñado, el artista, alfombrista y ebanista de grato recuerdo
en la Villa Isabelino Martín Pérez. Pacomio era un especialista en los barnices
de los muebles clásicos y carpintería de la construcción típica canaria. Vivió
frente al templo parroquial de San Juan Bautista donde recreó una familia
numerosa, mudándose al otro lado de la Villa Arriba en la calle del Doctor don
Domingo González de Chaves y García (antigua El Castaño), frente a la calle La
Candelaria El Lomo (antigua Vota La Manga). Pero es su pariente Agustín Armas
Hernández el que entró a apuntar el verdadero perfil del recordado Pacomio
Pérez en un interesante artículo que denominó” “ARTISTAS Y ARTESANOS DE LA
OROTAVA”: “…MUCHOS lugares existen en el mundo de belleza extraordinaria.
Naciones con paisajes tan bonitos que, distinguiéndose del común, parece que
Dios los ha creado para las personas de más sensibilidad y, por ende, amantes
de la naturaleza. En una palabra, para los artistas.
De entre
estos parajes, El distinguió a uno de ellos, al mejor. En el cual terminado,
su vista recreó. Este es, sin duda, el maravilloso y embelesador Valle de La
Orotava. Lugar, donde siempre se han inspirado poetas, músicos, pintores y
toda clase de artistas. No solamente los lugareños, sino también los llegados
de otras tierras, casi siempre, atraídos por las voces de este encantador
valle.
Grandes
artistas y artesanos han nacido en nuestra tierra. Pero es de destacar a la
Villa de La Orotava. Por los medios de comunicación, nos enteramos, que los
orotavenses están homenajeando a uno de sus hijos más ilustres, el escultor
Fernando Estévez en el bicentenario de su nacimiento (1788-1988).
Dejemos a
este ilustre orotavense; y vamos con uno de sus artesanos actuales. Se trata
de Don Pacomio Pérez y Pérez, él es carpintero artesano de la madera, viticultor,
enólogo y avicultor. ¿Quién no le conoce en La Orotava; y más concretamente en
la Villa de Arriba?
Es el
benjamín entre los tres hijos de don "Pancho Mora» y sobrino de
"Dominica», personajes del pasado de La Orotava, muy conocidos. Aprendió
Pacomio desde muy joven todo el arte relacionado con las vides y vino. Desde
cuidar las cepas, podar, remangar, azufrar y vendimiar, hasta vigilar el mosto
y elaborar el vino. ¿Guarda Pacomio sus secretos?, sin duda que sí. Pues me ha
invitado, en su casa, a catar el vino de su elaboración y puedo asegurar que
después de acariciar el líquido mi paladar, la boca expresó: ¡qué vino...!
El,
'Pacomio, con la sonrisa en los labios, e indicándome con el índice hacia un
parral -que plantado en el poyo de su casa se extiende por la azotea-, me dice:
«De ahí de ese parral sale el néctar que estás degustando. De él nacieron 296
racimos de ricas uvas, que después de estrujadas extraje 65 litros de espumoso
y oloroso mosto. ¿Qué te parece?». «Excelente», contesté. Ven, vamos, ahora te
mostraré dónde prenso las uvas, y además verás algunas obras que como
carpintero-artesano que soy, salen de mis manos; « ¡Qué maravilla, Don
Pacomio¡». «Oye, me interrumpe, por favor quítame el «Don» y súbeme el
sueldo». «Es verdad –le repliqué- sólo de sus manos pueden salir esta piezas
tan lindas y originales». «Nada del otro mundo hombre, mira, el pequeño lagar
que ves entre las cosas, lo hice últimamente para pisar las uvas del parral. La
destiladera, como ves, echa de tea vieja, la he terminado últimamente, pero
las casitas pequeñas con los balcones las he venido haciendo con más tiempo».
«Pero...
dejemos estas cosas ahora y vamos a ver mis pájaros canarios, que de seguro te
gustarán mucho». «Tiene Vd. en este cuarto una colección de pájaros de los más
bonito y finos que yo he visto, seguro que los coleccionistas pagarían mucho
por ellos. ¡De verdad, D. Pacomio¡ Vd. merece más que un homenaje por estas
obras de arte que ha logrado coleccionar. Pacomio, artesano de La Orotava. Hombre
que casi a la madrugada / Ligero hacia la Villa Abajo va; / A los vecinos,
cariñoso saludo da, / A él, de igual modo le responden / Pues es ciudadano
querido y ejemplar. / A la ferretería va a escudriñar, / Madera de buena clase
quiere encontrar. / Preferible sea riga o tea vieja, / Destilería típica quiere
empezar. / Le faltan también tornillos, clavos y lija / Y algo más, como barniz para rematar;
De vuelta
rápido, Villa arriba él va, / Son las
nueve, quiere la obra principiar. / A
media mañana / medio vasito de vino / De la cosecha propia y de su parral, / Pues para eso hizo el pequeño lagar.
¡No lo han
visto Vds.? Es excepcional. / ¿Lo del vino?.. Para empezar a funcionar. / ¡Hay que ver! cuántas cositas quiere
tener, / Es más, de hecho tiene ya en su
haber: / Casitas, balcones, jaulas en tea, ¡natural! / No cabe duda; ¡es un hombre original! …”
No hay comentarios:
Publicar un comentario