Salvador García Llanos
Por un lado, el sitio
web TripAdvisor, que puede presumir
de aglutinar la comunidad de viajeros más grande del mundo, con información
sobre emplazamientos turísticos en cuarenta y cinco países y con un registro
que ha llegado a alcanzar los trescientos setenta y cinco millones de
visitantes únicos al mes, ha distinguido al complejo turístico ‘Costa
Martiánez’ del Puerto de la Cruz (popularmente, el Lago), como el segundo
parque acuático más importante de España, el quinto de Europa y el vigésimo del
mundo. Se trata de los premios ‘Travellers Choice Attractions’, instituidos por
el citado sitio y otorgados tras consulta a los millones de visitantes. Se
tiene en cuenta la cantidad y la calidad de las opiniones emitidas.
Y por otra parte, las
obras de restauración del ‘Homenaje al mar’, denominación del gigantesco
monumento de César Manrique localizado en el mencionado complejo, pueden darse
por concluidas, según fuentes municipales. Han costado casi cincuenta y nueve
mil euros y la financiación ha corrido por cuenta del Consorcio Urbanístico de
Rehabilitación del Puerto de la Cruz. Se trata de una escultura de un gran
impacto estético, elaborada sobre hormigón beige y piedra volcánica.
Sobre el papel, dos
buenas y estimulantes noticias. El complejo necesita de revulsivos, hace años
que su mantenimiento deja mucho que desear, abundan las quejas de los usuarios
sobre deficiencias palpables, los servicios no son los mejores, desde luego,
las atracciones no culminan… Es una joya de la corona sobre la que pesa la
alargada sombra de la privatización. De hecho, está cada vez más extendida la
opinión de que lo están dejando ‘morir’ para facilitar la entrada de la
iniciativa privada.
No se trata de amargar
pero el caso es que las dos menciones positivas se difuminan rápidamente cuando
se comprueba que han colocado unas banderas balinesas modernistas de cinco
metros -anunciadoras de no se sabe muy bien qué- además de unas lonas
publicitarias ¡sobre las tejas de las edificaciones de tipología canaria de la
“Isla del Lago”! Como lo leen: sobre el mismo tejado. Es la lona sobre las
tejas del Lago, emulando el título de una célebre película. En los alrededores
también han puesto camas balinesas, como si encajaran o como si pretendieran
una insólita fusión con la genuina tipología canaria, o sea, en una zona
precisamente distinguida por la recreación de la arquitectura canaria como es
la del restaurante y anexos.
Nos negamos a pensar que
la Fundación César Manrique, nacida entre otras cosas para vigilar y proteger
la conservación de la obra del genio lanzaroteño, haya podido autorizar -si es
que fue consultada- esa instalación. En el Puerto se han cometido -y se
cometen- muchos atentados, urbanísticos y paisajísticos, estéticos,
tipológicos, pero estas lonas son una suerte de gota que desborda esos
desajustes y esas incongruencias. ¿Pero es que alguien pudo autorizarlas? ¿Bajo
qué criterios? ¿Ningún responsable, del gobierno local y del propio complejo,
ha reparado en ello?
De modo que de poco
sirven una distinción internacional y una necesaria mejora monumental si luego
nos damos de bruces con impactos como ese, tan visibles, tan antiestéticos, tan
horrendos, tan de adefesio.
Ya están ordenando la
retirada. El Lago, sus atractivos, merecen otra sensibilidad…
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