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miércoles, 22 de diciembre de 2021

GIRAUTA, ZARZALEJOS Y LA TREGEDIA DE CHILE

Lorenzo de Ara

 Leo a mi admirado Juan Carlos Girauta. Después escribo lo siguiente.

Sánchez manda sobre un pueblo narcotizado. No es que duela la afirmación, que se sustenta en la realidad. Es así y punto. Sin cultura democrática y con la telebasura entrando en los hogares como el medio de "información" y "formación" por excelencia, el déspota de turno, en este caso el señor Sánchez, tiene todas las de ganar con elecciones libres o menos libres. No hay encuesta que confirme el descalabro del psoe después de casi 140 mil muertos, paro, miseria, desgobierno, mentiras, felonías y cesiones múltiples a bilduetarras y golpistas catalanes. Que nadie espere, pues, que el pueblo soberano se levante de la cama harto de tropelías. El pueblo se levantará como todos los días. Narcotizado, pasota, feliz con la lobotomía a cuestas. Y Sánchez lo sabe. Es que lo sabe hasta casado, Egea, Ayuso, Mañueco y Felipe VI. Es lo que hay.

Terminado de leer el libro de Cayetana Álvarez de Toledo, sólo discrepo de ella cuando asevera que España podrá levantarse y que el optimismo debe imperar.

Si en el 98 había motivos sobrados para el dolor de Unamuno, en el presente hay motivos para expresar con rotundidad que, votando mal, las consecuencias son terribles. Y si en la derecha democrática lo que prevalece es la mediocridad y la orden de matar la inteligencia, entonces, servidor, se abraza a los clásicos. Y de Unamuno aprendo siempre, y junto a él espero en esta biblioteca la caída de todo por lo que trabajaron millones de españoles con humildad desde el 77.

Después de leer un día más a José Antonio Zarzalejos. Me animo y escribo.

Y me llaman fascista. ¡Lo soy!

Ante tipejos como el tal nuevo ministro de Universidades, ante las jefas que tiene, ante el presidente del Gobierno de España, yo me declaro fascista de los pies a la cabeza. Soy lo peor que un antisitema se puede llevar a la cara. Soy un verdadero peligro para ellos. ¿Por qué soy un peligro para la existencia política de tales sanguijuelas?

En primer lugar porque mi fuerza (en todos los órdenes) es tan rotunda y eficaz contra ellos, que en mi democracia esta política populista, iliberal y antisitema no tiene cabida. Son exoplanetas sin vida.

Repito, el tal Subirats, Colau, Díez, Sánchez, y tantos otros, ¡exoplanetas sin vida política en mi democracia!

En segundo lugar, como no quiero que suceda en mi país lo que va a terminar acaeciendo en Chile, que no es otra cosa que la descomposición absoluta de la democracia en el cono sur y la argentinización de un país hasta hace nada civilizado y ejemplo de democracia consolidada y de traspaso modélico de poderes de un régimen autoritario a otro democrático, como no quiero que eso pase en España, repito, abogo desde hace tiempo por eliminar, ilegalizar, arrinconar, exterminar políticamente a todos los enemigos de la democracia-facha que alumbró en 1978 con el apoyo del 90% de la población facha de España.

Lo de este nuevo ministro, con lo que se observa en la bancada azul socialista, es para sentenciar, sin margen de error, que todo español que no se declare facha ante la presencia de comunistas, antisistemas, bilduetarras, golpistas, xenófobos, racistas, supremacistas, nacionalistas, regionalistas, localistas y representantes de la cochambre política bautizada España vacía, es un centrista equidistante, encamado con la política del apaciguamiento y, por ende, un elemento vivo sin peso, a la deriva que lleva a la sumisión.

¿Sumiso yo?

Facha de los pies a la cabeza. Desde 1978 cuando voté sí a la Constitución.

“La oportunidad perdida de Chile para remontar”. Así se titula el editorial de mi ABC. Y entonces vuelvo a escribir.

Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo. Mariano Rajoy lo tiene claro. En España, de momento, no sucede lo que ya es un hecho en Francia e Italia, o sea, la desaparición de los partidos tradicionales. Tanto psoe como pp aguantan por ahora el envite de los populismos. El envite de la infantilizada sociedad. (Pero, ¿qué algo de socialdemocracia en el psoe?

La política racional, como bien escribe el expresidente, va perdiendo terreno ante la política sentimentaloide.

En Hispanoamérica este drama se consuma en países muy importantes. Están los casos de México, Argentina, Perú y, ahora, Chile.  Los otros territorios bajo el yugo comunista y bolivariano están perdidos casi para siempre.

Recordemos un hecho histórico que para muchos es apostar por una incorrección política, por una especie de derrape intelectual. Para mí no es así. Y son esos tales apóstoles de la verdad los que mienten. No yo.

En Chile se dio un paso muy similar al que dio España tras el régimen autoritario del general Franco.

Pinochet, en Chile, convocó un referéndum y lo perdió. Pacíficamente el régimen pinochetista dio un paso al lado. Así alumbró la democracia que hasta hace pocos días había convertido al país del cono sur americano en una democracia representativa plena. Homologable a las más avanzadas del mundo.

En las dictaduras de izquierda ceder el poder sin revoluciones sanguinolentas es una quimera.

No sucedió así con dos regímenes autoritarios de derechas. Uno en España y el otro en Chile. 

La extrema izquierda se apoderó del hermoso país del cono sur. Veremos cómo afronta la sociedad un cambio tan radical. Temo que asistiremos a la fractura social. 

¿Seguirán las grandes multinacionales españolas apostando por Chile y arriesgando capital con un extremista de izquierda en el poder?

Un continente a la deriva desde México hasta llegar a la Patagonia.

Lástima.

Votando mal, se cosecha miseria, hambre y muerte.

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