Nada. Tiene el poder porque a su alrededor no hay absolutamente nada. Habla y se repite y se gusta porque no hay nada que pueda hacerle sombra. No hay vida inteligente. La suya tampoco lo es. Vida inteligente.
Tiene, en la desgracia, la suerte que le proporciona el búnker de La Moncloa. Se conectaron a él otras vaciedades. Pero menos letales.
Él, la Nada hecha carne, convocó a las otras nadas para hacerles saber que. Bla bla bla. ¡Y mascarillas!
Luego, las pocas personas libres en este país que discrepan, personas que se atreven a leer y a escribir, que exigen de un gobernante responsabilidad y racionalidad, encuentran por respuesta la oscura Nada que nos hace pedazos. La vida.
No estoy diciendo que si miramos al exterior no comprobemos que hay calamidades similares a la nuestra en cómo afrontar esta sexta ola. Y las que vendrán. Es indudable que en los países de nuestro entorno la miseria intelectual y por lo tanto la tiranía de los mediocres es igual de fuerte que en nuestro país.
Ya no es miedo, que está ahí, latente. Un miedo visible, pesado, paralizante. Hay también un monumental cabreo que nos lleva a declinar. Agachar la cerviz. Callar. Sumisamente. En definitiva, aceptar la lobotomía como animal de compañía.
Tras la reunión de presidentes y la posterior corrección del inquilino de cualquier palacete, la conclusión a sacar es que España tiene una herramienta infalible para atacar de frente la peor pandemia experimentada y que (mejor no olvidarlo) ha apagado la vida de más de 140 mil ciudadanos. Esa herramienta es la improvisación. El griterío. Un coro de 17 voces que desafinan, que no saben, que miran hacia lo suyo y se desentienden de algo que hace mucho tiempo carece de importancia en las agendas de los mandamases: España. Los españoles.
Habrá que esperar al BOE. A la letra pequeña del BOE. Y habrá que esperar al colapso definitivo para un acuerdo a regañadientes.
Volver a ocultar a los muertos. El Aló Presidente monclovita y el aló de los gerifaltes territoriales.
Los expertos, que los hay, y muy buenos, son ninguneados, vituperados.
Es la gran política que tiene España tras un famoso 15-M. Maldita fecha que cambió para siempre la vida en una tierra donde se respetaba lo hecho en la transición. Se resquebrajó el consenso y todo se fue a la mierda.
Hicieron acto de presencia los mesías de la izquierda y la derecha. Los populismos de todo pelaje.
Y devino el decaimiento de la prensa como el verdadero contrapoder. Hoy el vacío dejado por el buen periodismo es un lastre que nos aboca a depender de redes sociales y digitales nauseabundos al servicio del mejor pagador.
Es así como se consigue mantener el poder. La mentira como gran aliada.
Cómo si no iba a seguir Sánchez en La Moncloa sin asumir su responsabilidad política ante dos estados de alarma inconstitucionales, repito, inconstitucionales, que habrían tumbado a cualquier gobierno con un leve resquicio de autoestima democrática.
Mascarillas. Para Sánchez todo se resuelve con mascarillas. Y yo la llevo casi siempre. Voluntariamente. Pero lo que para mí es una mascarilla sin más, para Pedro Sánchez es un bozal. Un cilicio. Una mordaza. Una fajana en la boca de los españoles.
P.D: Y mucho ojo con el PP para esas elecciones convocadas desde Génova en CyL. Mañueco aceptó la orden. "Convoca elecciones que nos viene bien; que le viene bien al jefe."
Cuidado con esas elecciones porque las carga el diablo. VOX no es un partido de gentuza. VOX no es un partido para iletrados, chapuceros de tres al cuarto y rompe piernas de la extrema derecha ejecutora de los asesinatos de los abogados de Atocha. Ni hablar. Cuanto más se escriba sobre la indomesticable extrema derecha que supuestamente representa el partido de Santiago Abascal, más se ahondará en el desprestigio de los que propagan una mentira tan zafia.
El PP pierde una oportunidad pintiparada. No podemos aceptar los españoles conservadores, liberales, democristianos, incluso socialdemócratas desencantados con la deriva radical del psoe; no pueden aceptar los exvotantes de Ciudadanos que un partido con tradición de gobierno se convierta en una casucha de feria de pueblo con escabrosos personajillos lanzando dardos a ver si aciertan a dañar el ojo del compañero-militante-adversario-¡enemigo!
Todas las encuestas privadas que se hacen públicas tienen algo en común. Ninguna da por muerto al psoe. Así que Tezanos, prevaricando o no, cuando vomita la suya no nos está mintiendo del todo. El psoe está vivo. Muy vivo. Tan vivo que el pp le tiene miedo. Pánico. Y ojo con CyL y esas elecciones que quiere Casado y Egea y Cuca y Montesinos y supongo que también TRECE tv.
Pero el 13 de Febrero los castellanos manchegos a votar.
Y dice Juan Carlos Girauta que cree a Igea. ¡Y yo también!
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