Teresa del Bosq
Era como si me fuera a ir de viaje
Infinito
Les dejaba mi voz en los folios de tierra
que pariera la sal de mi frente
que parieran las heridas de mis manos alfareras
y el cansancio de mi sombra
Les quedaba completa mi cosecha triste
entre los brazos celestes
del folder del tiempo
Nada me llevaba
Me iba desnuda como vin
Sola como siempre
Me iba plena de silencio
Sin rencores
Vacía de versos
porque todos los dejaba
mordiendo el lomo de los libros
Todos se quedaban
en mi ratonera de lágrimas:
taller de la esperanza
bodega de los sueños
También les dejaba
un arsenal de recuerdo
fermentados por la herrumbre
y un silbato
para
cuando requieran mi presencia.
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