EL MUNDO EN QUE VIVIMOS
Nosotros hemos
tenido la suerte de vivir los enormes cambios que ha dado la sociedad mundial,
producidos en gran parte por aquellos adelantos que ya en los años setenta de
siglo pasado incluíamos en nuestros cursos de turismo, haciéndonos eco de lo
que sociólogos pensadores nos ofrecían como el panorama mundial que se
avecinaba para estos años. Una intermitencia que hemos ido acoplando a nuestras
lecciones sobre el desarrollo del turismo en el mundo, observando y analizando
lo que ha venido ocurriendo en Malasia, Japón, Duwait, o sencillamente las
costas mediterráneas o las del Mar Caribe, por mencionar solo algunos lugares
que nos han servido de modelos.
Las vivencias de nuestros pasos por las calles de Turín, en la vieja Italia, asistiendo a un curso-seminario internacional, programado y realizado por la organización mundial del turismo que existía en esos años setenta, la UIOOT, fueron modelando en nosotros la visión de la realidad que el movimiento-desplazamiento de personas tiene para el desarrollo de la sociedad mundial, esto que ya desde entonces se llamaba turismo y que se ha ido consolidando en todo el panorama mundial como la fórmula insustituible para generar la mejor calidad de vida de los pueblos del mundo propiciando lo que hoy llamamos el “estado del bienestar”.
“La comprensión y la promoción de los valores éticos comunes de la humanidad, en un espíritu de tolerancia y respeto de la diversidad de las creencias religiosas, filosóficas y morales son, a la vez, fundamento y consecuencias de un turismo responsable” Código Ético Mundial para el Turismo.
Imponente visión de las instalaciones del Lago Martiánez en Puerto de la Cruz, Tenerife, una impresionante obra de ingeniería sobre la lava volcánica, de los profesionales Juan Alfredo Amigó y José Luís Olcina, donde pasan “las vacaciones de Semana Santa” miles de personas, concurriendo en escasos treinta minutos a las históricas procesiones de San Cristóbal de La Laguna, las más afamadas de las Islas Canarias.
Las estampas del litoral de Puerto de la Cruz, Tenerife, recogen estas imágenes en la Semana Santa canaria, donde se conjugan el ocio con la devoción cristiana de sus actos conmemorativos, un exponente de la calidad turística del lugar, que tienen una alta valoración en la época invernal europea, cubierta de nieve hasta sus mismos confines… F/Tejera Reyes.
La OMT - Organización
Mundial del Turismo – cuenta hoy con unas estructuras firmes, que informan con
las mejores garantías existentes, de ese movimiento imparable de personas que
ha transformado al mundo – y sigue en ello – al cual hasta las motivaciones más
poderosas que afectan nuestras condiciones sanitarias, se revierten para
convertirse en nuevos impulsos, nuevas expectativas y nuevas motivaciones para
que el incentivo y el deseo del viaje, se convierta ya en casi una necesidad
personal que llega hasta todos los confines del mundo.
Los datos aportados al día de hoy, por la citada OMT, nos dice, “Según los últimos datos disponibles, el turismo internacional continuó su recuperación en enero 2022, con un comportamiento mucho mejor comparado con la debilidad manifestada a inicios de 2021. Las llegadas de turistas internacionales en todo el mundo aumentaron más del doble (+130%) en enero de 2022 comparado con 2021: los 18 millones de visitantes más, registrados en todo el mundo durante enero de este año, igualan el incremento total registrado en todo el año 2021.”
Semana Santa en San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, un modelo singular del rito cristiano que se cumple en toda esta isla la mayor de las Canarias.
LA SEMANA SANTA,
UN BUEN MODELO A ESTUDIAR
Con ese escenario de fondo, llega al mundo cristiano la Semana Santa, como preludio de infinidad de celebraciones festivas, ahora en Canarias con las fiestas de carnaval añadidas, para no perderles de vista, ni obviar el imponente derroche de consumo que estas celebraciones producen. La Feria de Sevilla, es un buen ejemplo de las celebraciones que, de alguna forma, están relacionadas con la Semana Santa.
La Costa del Sol española en el litoral de Andalucía, un punto natural donde el ocio se mezcla con las históricas procesiones de sus más importantes ciudades, de profunda repercusión como una atracción para el turismo, no solo nacional, sino también el internacional
Unos modelos que se nos quedan arcaicos ante el imponente movimiento de personas que produce con esta celebración, alimentado con toda una serie de conquistas sociales en muchos países del mundo, donde las vacaciones pagadas en las empresas sirven para acumular días de ocio, que los buenos cristianos – y no cristianos también – aprovechan para practicar el “sol y playa” uniéndole a su presencia en las más famosas procesiones, caso singular en España
El Chaparral, en el sur de la isla de Tenerife, un complejo turístico de alta calidad cuando fue dirigido por nuestro inolvidable amigo Guillermo Braun – años 1960-70 – lleno de vivencias y anécdotas de un “turismo de Semana Santa” que ocupaba al completo todas sus magníficas instalaciones.
Estamos tratando
de algo que conocemos profundamente, pues son muchos los años que practicamos
este modelo en la inolvidable isla de Tenerife, donde su geografía y clima
apacible nos permitía disfrutar de unas vacaciones en El Chaparral – complejo
turístico de óptima calidad en el sur de la isla - sin privarnos de asistir a
la famosa procesión de madrugada en la ciudad de La Laguna, hoy Patrimonio de
La Humanidad. Inolvidables recuerdos que hoy sirven para establecer las
comparaciones de un mundo de ayer, con el espectacular de hoy.
Las costas de la Andalucía española son otro ejemplo de este desarrollo mundial del turismo, donde miles de personas disfrutan de las playas de la Costa del Sol, sin perderse las famosas procesiones de Sevilla o de Málaga, por poner solo estos simples ejemplos.
Las playas españolas son uno de los principales atractivos para cumplir el rito del ocio de la Semana Santa, convirtiéndose en los destinos preferidos de millares de personas que buscan el descanso en la fórmula de “sol y playa”.
Unos retazos de
cómo se desarrollan “las vacaciones de Semana Santa” en la España de hoy, como
una reminiscencia de toda una época marcada por una señalada religiosidad
cristiana que duró los cuarenta años de la dictadura, donde hasta sus más
humildes actos, contaban con la presencia de las máximas autoridades políticas,
algo que en la actualidad sigue subsistiendo.
El desarrollo del turismo en España es un modelo a estudiar, que ha servido para pertrecharnos de experiencias y conocimientos de un incalculable valor. Mas valioso todavía cuando has tenido la oportunidad de contemplarlo desde un observatorio privilegiado, como lo ha sido un centro de enseñanzas turísticas superiores, rodeado de profesores y profesionales que vivían día a día, un desarrollo que partió de cero para llegar a superar los dieciséis millones de turistas recibidos en un solo año. Increíble.
La Playa de la Concha, en San Sebastián, norte de España, punto de llegada de un turismo de élite a través de los años, se une también a los destinos preferidos para disfrutar del ocio de la Semana Santa en España. Google.
Un desarrollo que se vivió intensamente sumergidos en su problemática, como el caso del nacimiento del IMSERSO, por nombrar el imponente programa que tenemos la ilusión de ver su adaptación y puesta en escena en toda América, al igual que está queriendo hacer España con Europa, y que aquí – desde donde escribimos – se puede muy bien organizar partiendo de Perú, una nación que lo tiene todo para ser el punto de partida de esta conquista social que es, sin duda, la opción número uno para propiciar el desarrollo eficaz de un país, por la injerencia total que tiene en la creación de empleo y del consumo, algo inigualable para cualquier otro sector de la economía mundial, como ya decía allá por 1970 el sabio economista español Funes Robert, de muy grato recuerdo para nosotros por las brillantes lecciones que pronunciara en nuestros centros de enseñanzas turísticas de las Islas Canarias.
La Playa de Castelldefels, en Barcelona, ahora lugar de élite cerca de la mansión del futbolista Messi, un destino turístico español de singular atractivo.
UN EPILOGO
NECESARIO
Pareciera que estos planteamientos retóricos no se conjugaran con el titular de este trabajo, pero desde el punto de vista profesional del turismo, se encuentran íntimamente ligados a ellos, ya que el desarrollo de la actividad de la sociedad mundial alrededor de cualquiera de sus múltiples celebraciones - la Semana Santa, para el mundo católico es fundamental – produce un desarrollo permanente de toda la actividad productiva, por lo que la óptica del analista tiene el deber de encontrarle la utilidad propia en cada caso que, sin duda, hemos comprobado existe sin nada que pueda contradecirlo.
Miles de personas nacionales y extranjeras acuden a la Semana Santa en Sevilla, una de las más tradicionales de España.
El viaje –
movimiento de personas – ya sea por la celebración de la Semana Santa, el
Mundial de futbol de Qatar, los carnavales de Río, o la humilde visita a la
Iglesia de La Lajas, siempre tendrá una repercusión sensiblemente
socio-económica, ya que influenciará hasta en la venta de las servilletas de
papel…
Una incontrovertible realidad.
El Santuario de
Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas es un templo y basílica de arquitectura
gótica, para el culto cristiano y veneración de Nuestra Señora de Las Lajas.
Este santuario se ubica en Ipiales, en el departamento de Nariño, al sur de
Colombia y es destino de peregrinación y turismo desde el siglo XVIII.
Wikipedia.
Antonio-Pedro Tejera Reyes. *Miembro activo del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT. De las Naciones Unidas. ONU. *Fundador de los Estudios de Turismo en las Islas Canarias. *Miembro del International Hall of Tourism Heroes. WTN. *Conseiller International, Associazione Intenazionale Stampa Turística AIST. (Italia) *Diplome D´Honneur. Unión des Escrivans et Journalistes Hellenes du Tourisme. FIJET. Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo. *Inscrito en el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Perú. *Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.
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