Antonio-Pedro Tejera Reyes*
Imposible
tratar del desarrollo de la humanidad sin tener él cuenta la implicación política
en el mismo. Por desgracia es algo que ha marcado el camino del mundo, y que lo
va a seguir marcando lamentablemente. Nada más unido al desarrollo del turismo
- que es sencillamente el movimiento de personas en el mundo - fenómeno que
propicia la paz, la riqueza económica y cultural de las personas, y el instinto
innato que nace en todos los seres honestos y honrados, como es la amistad.
Cultivamos
la política, durante catorce años como titular de un consulado de América,
representando en las Islas Canarias – y por ende en España - con el punto de
mira siempre intentado utilizarla para el desarrollo turístico, lo cual nos
llevó a figurar como candidato a la alcaldía de la ciudad donde naciera el
turismo en las islas, y al principal organismo dirigente político de la Isla de
Tenerife. Naturalmente, sabíamos con toda seguridad, que no íbamos a alcanzar
la ansiada meta, pues representábamos a un partido nacionalista de las islas,
un tabú para el aparato colonialista que impera en Canarias desde hace siglo junto
a sus cómplices “isleños”.
Quisimos
dejar claro cuál es nuestro sentimiento, y de parte de quienes estábamos,
entendiendo - como entendemos – que las Islas Canarias deben gobernarse por sí
solas, que fueron conquistadas por la fuerza, y que son, por si mismas, uno de
los núcleos de recepción turística más importes del mundo, debido a su
excepcional clima que permite ser un destino turístico abierto todo el año.
Todas sus demás grandes características que posee - que son muchas como bien lo
ha entendido Mr. Wolfgang Kiessling – desafortunadamente no han sido
aprovechadas como se debiera, según nuestro punto de vista como analista del
movimiento turístico mundial, con un amplio camino recorrido que nadie nos ha
regalado.
Con este
preámbulo de fondo, que retrata sin más nuestro conocimiento del tema, nos
adentramos ahora en la perspectiva que el mundo nos ofrece con la imponente
tragedia de Ucrania, cuya base parece ser la figura del tal Putin, alguien que
seguro más pronto que tarde va a desaparecer, como desaparecieron Muamar el
Gadafi o Idi Amin. Estos no son valores para la humanidad, son seres
despreciables que desgraciadamente siempre los habrá.
Estamos
ante una situación mundial donde hay países que por su cultura y otras cosas de
destino, han llegado a conseguir un status de calidad de vida que ha hecho, que
la más que célebre tercera edad pueda
ser – y lo es – un importante poder decisorio para su porvenir, si participara,
como debe ser, activamente en unas elecciones libres, donde el peso de esas conciencias,
experiencias y conocimientos - el
consejo de viejos – tendría el peso
suficiente para decidirlas con claridad y suficiencia.
Contemplamos
ahora con tristeza como en un país más que amigo, la falta de la comprensión y
del espíritu de la solidaridad, está llevándolos a un desastre que ya está
contemplándose hasta en sus calles, por desgracia hasta con muertos.
El mundo
necesita de esa comprensión y amistad que pregonamos desde hace muchos años con
el lema de “Servir es mi ocupación”, porque no es solo así, sino que es mi
vocación, nuestro principio de vida. Eso es lo que ha hecho falta en ese país
donde como hemos escrito más de una vez, “lo tiene todo”.
Desechar
el poder de la tercera edad, y no considerarlo debidamente, ha pagado la cuota
del desastre en que los ha llevado a la falta del consenso requerido para
gobernar, y que ni aún ahora, con todo el problema en que se encuentran, son
capaces de conseguir juntando todas las fuerzas, solo con una meta clara: el
porvenir del país y de sus habitantes.
Esta, y
otras tantas elucubraciones, podemos hacernos ante la necesidad evidente de un
cambio de actitud que busque la comprensión y la paz como una meta segura para
llegar al desarrollo ideal que todos deseamos, y que, sin la menor duda, está
marcado por conseguir un movimiento de personas libre y sin obstáculos, dentro
de la mayor seguridad social en todos los sentidos.
Estamos
hablando en serio de la paz mundial. Esa paz que empieza por nuestra propia
casa, como enseñábamos en nuestra maestría sobre turismo y paz, donde la maestra
francesa Marie Laure Leminier - de la Universidad para la Paz, de las Naciones
Unidas - impartió con todo, brillantes lecciones que muy bien les vendría
conocer a los gobernantes políticos, no solo de este país que no hemos
nombrado, sino del mundo entero.
“La comprensión, la buena voluntad y la paz entre las naciones, a través del compañerismo de las personas… unidas en torno al ideal de servicio” Eso dicen los principios de Rotary Internacional. Muy distinto sería el mundo, para mejor, si todos lo practicáramos.
Antonio-Pedro Tejera Reyes. *Miembro activo del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas. ONU. *Fundador de los Estudios de Turismo en las Islas Canarias. *Miembro del International Hall of Tourism Heroes. WTN. *Conseiller International, Associazione Intenazionale Stampa Turística AIST. (Italia) *Diplome D´Honneur. Unión des Escrivans et Journalistes Hellenes du Tourisme. FIJET. Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo. *Inscrito en el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Perú. *Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.
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