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viernes, 25 de enero de 2019

COLOMBIA, ESE GRAN PAÍS DE PASTO A LA GUAJIRA, INOLVIDABLES RECUERDOS


Antonio-Pedro Tejera Reyes

Para mi querido amigo, Guillermo Valencia Velásquez, con todo mi cariño y aprecio.

“El movimiento del turismo está transformando al mundo, La América Hispánica tiene maravillosos recursos naturales e históricos ancestrales, para convertir todos sus países en destinos turísticos de alta calidad. (CIESTCA 2000)

UNOS MEMORABLES SUEÑO


Celebrando el Día Mundial del Turismo, en la ciudad de San José de Cúcuta, Colombia, junto al promotor Dr. Hernando Angarita Carvajal, director de periódico XENDEROS, y luciendo la condecoración “Juana Rangel de Cuellar” orden institucional de la Alcaldía de San José de Cúcuta, reconocimiento recibido en el memorable acto del año 2016. 

Pese a todos los desengaños que tenemos en nuestra agenda, nuestros pasos por este gran país, han sido llenos de una tremenda ilusión, la cual de forma increíble se alimenta hoy en día, con reportajes como el que acabamos de recibir de nuestro ilustre amigo Alejandro José Gallard, en él pone esa nota de sentimentalismo que siempre se nos renueva cuando recordamos nuestras vivencias en Cartagena de Indias, por poner solo un gran ejemplo de nuestros enormes paseos por la geografía colombiana.

Los recuerdos de las excelentes atenciones de la compañía aérea AVIANCA, abriéndonos las puertas de un avión en plena pista, con sus motores ya encendidos, para que pudiésemos viajar Bogotá-Medellín, tiene como “testigo de cargo” a nuestro querido amigo José Luis Mederos Aparicio, uno de los profesores  con el cual impartimos, en aquel país, unos inolvidables cursos sobre las bondades del desarrollo turístico, recuerdos que se juntan con la toma de la llegada a Cartagena filmada con una Súper 8, desde el asiento del avión supletorio de la cabina de los pilotos en un Jet 737, lugar de privilegio con el que nos obsequiaba la citada compañía en esa ocasión y que más tarde, en esa misma histórica hermosa ciudad, nos rubricaría la diligente y gentil Alicia Puppo, representante en esa ciudad de la mencionada AVIANCA.


Ahí, tras esas enormes vidrieras ahumadas que se divisan en el piso 38 del Edificio Tequendama, en Bogotá, impartimos en el año 1072, el curso de turismo original del Centro de Estudios Turísticos de Canarias, que patrocinó la Corporación Nacional de Turismo de Colombia.

Recuerdos y más recuerdos recogidos en periódicos y revistas que llegaban desde las Islas Canarias, hasta Buenos Aires o Caracas, pasando por las más importantes publicaciones turísticas españolas, revistas especializadas – España Hotelera, Recepción, Costa Canaria, Spic, etc. - y aún algunos periódicos diarios. Eran otros tiempos.

Tiempos en que nuestros estudios y reflexiones nos hacían enseñar y pregonar las excelencias que este arrollador avance del turismo está ofreciendo al mundo acabando con las diferencias sociales, aportando cultura de paz, terminando con la pobreza y la violencia, o como dice la Organización Mundial del Turismo: “El turismo es riqueza para la persona, para la familia, para la comunidad… para el mundo entero” 


Un aspecto ciudadano de Calarcá, otro de los enclaves poblados del Departamento de Quindío, Colombia, en las estribaciones de la Cordillera de Los Andes.

ALEJANDRO JOSÉ GALLARD PRIO

Este ilustre personaje fue el primero que dirigió un organismo estatal que se ocupará del turismo, en su país natal Nicaragua. Hoy Alejandro José, vive en Philadelphia, EE.UU. pero su sed viajara no descansa, y en estos paseos ha visitado Colombia, donde su percepción y conocimiento del mundo que nos rodea se destaca en unos primorosos reportajes, que dedica a este país publicados en su semanario digital EL ARCHIVO, en el cual nos ofrece una visión de Colombia que no queremos dejar pasar sin nuestros sentidos comentarios, pero que para ilustrarnos reproducimos en una buena parte.

Como es natural, Alejandro presenta una queja vital al atentado que ha sacudido al país en estos días a la cual nos unimos de todo corazón. Él escribe:

“Esta barbarie sucedió, mientras realizábamos un paseo por los pueblos del departamento de Quindío, una región privilegiada que cruza la "Cordillera Central de los Andes Colombianos", donde el amor de los residentes por sus tierras y sus pueblos se refleja en un panorama de siembras, hatos de ganado que plácidamente se alimentan de abundantemente pastizales verdes, una amalgama de pueblos cuyos colores coquetean con un ambiente de amistad, diversidad gastronómica y golosinas únicas, todo en medio de una frescura que da su pulcra limpieza.  Y todo esto los convierte en destinos turísticos de nivel mundial, que contribuye a esa lucha permanente que los colombianos tienen a favor de la paz y el progreso que se reflejan en esa actividad económica que involucra tan absorbentemente al género humano, TURISMO.”

“Nuestro tour comenzó en Buga, en el departamento "Valle del Cauca" hacia la ciudad de Armenia, capital departamental de "Quindío", el más pequeño de Colombia, ciudad que fue bastante destruida por el terremoto el 25 de enero de 1999 y ha sido totalmente restaurada, convirtiéndose en una ciudad moderna, tomando para ello de modelo el pujante Medellín.”


Una de las reservas turísticas del Departamento de Quindío, con espectacular imagen en la Cordillera de los Andes colombianos. Una auténtica belleza.

“Es importante el desarrollo vial de esta región con magníficas carreteras cuyo mantenimiento se realiza mediante el cobro de peaje, que en nuestro recorrido fueron tres pagando unos 20 dólares por la ida y el regreso, un pago que uno hace con gusto, pues brinda seguridad y placer al conductor y acompañantes.”

SIGUIENDO LOS PAISAJES DE QUINDIO

Continua Alejandro con su periplo: “Nuestro tour fue guiado por cuatro primas hermanas del clan Jaramillo; Vicky, Martha Helena, Alba Lucía y María Cristina, amiga y anfitriona, dos de las cuales residen en sus pueblos nativos (Calarcá).  Hay una coincidencia entre estas primas; todas han procreado hijas mujeres profesionales triunfantes y siempre amorosas con sus ancestros.  Agradezco sus atenciones, finezas y por, sobre todo, el excelente conocimiento de su región que tan orgullosamente me presentan.”

“Visitamos sitios donde siempre encontramos algo curioso y diferente, entre ellos un lugar llamado "Buenavista", con menos de 3000 habitantes en el 2015, cuya extensión visual es emocionante, ya que llegamos a una altura de 1477 metros sobre el nivel del mar a través de una carretera empinada y de muchas curvas a la cima de un mirador, producto de un “visionario” de la empresa privada, donde compartimos un inolvidable café con repostería de gran ciudad.  Aplaudimos el esfuerzo de este empresario que nos comentó que próximamente tendrá unas cabañas campestres para atender a sus huéspedes en un ambiente de paz en la cima de esas preciosas montañas.”


Vista aérea de Armenia, capital del Departamento de Quindío, Colombia, en la Cordillera de los Andes colombianos, una ciudad donde se puede admirar el desarrollo del país.


“Es emocionante llegar a todos los pueblitos que visitamos, entre ellos Filandria, que por su a morosidad le llamamos "Hija de la tierra amada" y que el año pasado recibió el reconocimiento como el municipio pequeño más turístico del país, así como Pijao, Salento y Calarcá, donde el común denominador son sus acogedoras y activas plazas llenas de visitantes que unido a sus iglesias parroquiales (siempre con sus portones abiertos), nos transportan en el tiempo al inolvidable ayer, cuando Bolívar, su Libertador, luchaba en sus alrededores por la libertad de América, que entre paréntesis, como mandato de Ley, su efigie siempre está presente en todos los pueblos y ciudades de Colombia.”

“El colorido de esos pueblos es alucinante, son combinaciones de tonos que te acogen y tranquilizan en una arquitectura de balcones coloniales, estrechas calles inmaculada-mente limpias.  No se siente acoso de comerciantes, pero si sonrisas y sentimiento de amistad.” 

“Visitamos a una parte de la Cordillera donde crece abundante el árbol nacional de Colombia, la Palma de Cera, que altiva crece más de sesenta metros y que nos recuerda que nuestra América nunca será vencida, ni nadie derrotará el espíritu de lucha de nuestros pueblos con abusos y empecinamientos, como nos lo recuerda Rubén Darío, usando pluma en vez de espada, en estos versos:

Temblad, temblad, tiranos, en vuestras reales sillas, ni piedra sobre piedra de todas las Bastillas mañana quedará.

Tu hoguera en todas partes, ¡OH, Democracia! inflamas, tus anchos pabellones son nuestras oriflamas, al viento flotan ya.”


Un aspecto ciudadano de Calarcá, otro de los enclaves poblados del Departamento de Quindío, Colombia, en las estribaciones de la Cordillera de Los Andes

PASEANDO TU SOLEDAD `POR LAS PLAYAS DE MARBELLA

Así cantaba Antonio Machín a las famosas playas de Cartagena de Indias, y así hemos cantado decenas de veces, repitiendo sus estrofas, recordando las sesiones académicas – sí académicas – que impartimos en las más prestigiosas ciudades de Colombia, alertando sobre la necesidad de adquirir los conocimientos necesarios para integrar el movimiento turístico en el desarrollo del país. Un país en el que habría de recordar este impactante escrito, que publicó el pasado año, el periódico EL DIA, de Santa Cruz de Tenerife, y que tenemos enmarcado en nuestro mejor recuerdo, el cual aclara rotundamente la situación actual de muchos lugares del “mundo hispánico” que siguen clamando por su libertad, aunque esta sea una atopia, como describe el citado articulista, Juan Jesús Ayala. “Leía días atrás un trabajo periodístico de Boaventura de Sousa Santos, sociólogo y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra, donde hacía referencia al colonialismo encubierto que sigue existiendo en pueblos de la tierra y que termina con un párrafo clarificador de la situación: “la gran trampa del colonialismo insidioso es dar la impresión de un regreso cuando en realidad es que nunca dejó de existir”.


Una céntrica calle de Finlandia, en medio de esa estructura rural conservada en la Cordillera de Los Andes colombianos. Una muestra de una arquitectura de montaña, especialmente considerada y presente en este pueblo.

“La historia manejada por historiadores vende-patrias se ha planteado como trabajo primordial una socialización galopante y vergonzosa para proclamar, aquí y allá, la idea de que las luchas anticoloniales del siglo XX y del siglo XV dieron por terminado el colonialismo cuando la evidencia dice que no acabó, sino que lo que ha acontecido ha sido el cambio de ropaje y de ciertas maneras pseudo-democráticas donde ocultar sus ansias de poder depositando en estos territorios una administración incrustada que domina, decide y compromete.”

Sangrantes y vejatorias pruebas evidentes de todo esto tenemos de ello, sin necesidad de darle muchas vueltas.

SOÑANDO CON COLOMBIA

Eran tiempos para disfrutar. Con nuestra conferencia sobre el DIA MUNDIAL DEL TURISMO, Cúcuta 2016, y la recordada ahora video-conferencia 2018, los pasajes por sus inmensos valores turísticos que hemos tenido la suerte de visitar y disfrutar en Colombia, nos los ha traído a la mente estas líneas sentimentales de Alejandro José, poniendo en primer término de nuestra memoria, todo un hermoso y brillante panorama como el que se divisaba desde el Edificio Tequendama, en Bogotá, a través de ese largo recorrido por tierra Cali-Pasto, ante los balcones de Cartagena o la soledad de sus playas de Marbella  Colombia: “el riesgo es que te quieras quedar”…


Pijao, en Quindío, otro establecimiento rural en la Cordillera de los Andes, de alto valor en la estrategia de una ruta turística de montaña, en Colombia

Del grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas. ONU.

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