Antonio-Pedro
Tejera Reyes
Para mi
querido amigo, Guillermo Valencia Velásquez, con todo mi
cariño y aprecio.
“El
movimiento del turismo está transformando al mundo, La América Hispánica tiene
maravillosos recursos naturales e históricos ancestrales, para convertir todos
sus países en destinos turísticos de alta calidad. (CIESTCA 2000)
UNOS
MEMORABLES SUEÑO
Celebrando el Día Mundial del Turismo, en la ciudad de San José de Cúcuta, Colombia, junto al promotor Dr. Hernando Angarita Carvajal, director de periódico XENDEROS, y luciendo la condecoración “Juana Rangel de Cuellar” orden institucional de la Alcaldía de San José de Cúcuta, reconocimiento recibido en el memorable acto del año 2016.
Pese a
todos los desengaños que tenemos en nuestra agenda, nuestros pasos por este
gran país, han sido llenos de una tremenda ilusión, la cual de forma increíble
se alimenta hoy en día, con reportajes como el que acabamos de recibir de
nuestro ilustre amigo Alejandro José Gallard, en él pone esa nota de
sentimentalismo que siempre se nos renueva cuando recordamos nuestras vivencias
en Cartagena de Indias, por poner solo un gran ejemplo de nuestros enormes
paseos por la geografía colombiana.
Los
recuerdos de las excelentes atenciones de la compañía aérea AVIANCA,
abriéndonos las puertas de un avión en plena pista, con sus motores ya
encendidos, para que pudiésemos viajar Bogotá-Medellín, tiene como “testigo de
cargo” a nuestro querido amigo José Luis Mederos Aparicio, uno de los
profesores con el cual impartimos, en
aquel país, unos inolvidables cursos sobre las bondades del desarrollo
turístico, recuerdos que se juntan con la toma de la llegada a Cartagena
filmada con una Súper 8, desde el asiento del avión supletorio de la cabina de
los pilotos en un Jet 737, lugar de privilegio con el que nos obsequiaba la
citada compañía en esa ocasión y que más tarde, en esa misma histórica hermosa
ciudad, nos rubricaría la diligente y gentil Alicia Puppo, representante en esa
ciudad de la mencionada AVIANCA.
Ahí, tras esas enormes vidrieras ahumadas que se divisan en el piso 38 del Edificio Tequendama, en Bogotá, impartimos en el año 1072, el curso de turismo original del Centro de Estudios Turísticos de Canarias, que patrocinó la Corporación Nacional de Turismo de Colombia.
Recuerdos y
más recuerdos recogidos en periódicos y revistas que llegaban desde las Islas
Canarias, hasta Buenos Aires o Caracas, pasando por las más importantes
publicaciones turísticas españolas, revistas especializadas – España Hotelera,
Recepción, Costa Canaria, Spic, etc. - y aún algunos periódicos diarios. Eran
otros tiempos.
Tiempos en
que nuestros estudios y reflexiones nos hacían enseñar y pregonar las
excelencias que este arrollador avance del turismo está ofreciendo al mundo
acabando con las diferencias sociales, aportando cultura de paz, terminando con
la pobreza y la violencia, o como dice la Organización Mundial del Turismo: “El
turismo es riqueza para la persona, para la familia, para la comunidad… para el
mundo entero”
Un aspecto ciudadano de Calarcá, otro de los enclaves poblados del Departamento de Quindío, Colombia, en las estribaciones de la Cordillera de Los Andes.
ALEJANDRO
JOSÉ GALLARD PRIO
Este
ilustre personaje fue el primero que dirigió un organismo estatal que se
ocupará del turismo, en su país natal Nicaragua. Hoy Alejandro José, vive en
Philadelphia, EE.UU. pero su sed viajara no descansa, y en estos paseos ha
visitado Colombia, donde su percepción y conocimiento del mundo que nos rodea
se destaca en unos primorosos reportajes, que dedica a este país publicados en
su semanario digital EL ARCHIVO, en el cual nos ofrece una visión de Colombia
que no queremos dejar pasar sin nuestros sentidos comentarios, pero que para
ilustrarnos reproducimos en una buena parte.
Como es
natural, Alejandro presenta una queja vital al atentado que ha sacudido al país
en estos días a la cual nos unimos de todo corazón. Él escribe:
“Esta
barbarie sucedió, mientras realizábamos un paseo por los pueblos del
departamento de Quindío, una región privilegiada que cruza la "Cordillera
Central de los Andes Colombianos", donde el amor de los residentes por sus
tierras y sus pueblos se refleja en un panorama de siembras, hatos de ganado
que plácidamente se alimentan de abundantemente pastizales verdes, una amalgama
de pueblos cuyos colores coquetean con un ambiente de amistad, diversidad
gastronómica y golosinas únicas, todo en medio de una frescura que da su pulcra
limpieza. Y todo esto los convierte en
destinos turísticos de nivel mundial, que contribuye a esa lucha permanente que
los colombianos tienen a favor de la paz y el progreso que se reflejan en esa
actividad económica que involucra tan absorbentemente al género humano,
TURISMO.”
“Nuestro
tour comenzó en Buga, en el departamento "Valle del Cauca" hacia la
ciudad de Armenia, capital departamental de "Quindío", el más pequeño
de Colombia, ciudad que fue bastante destruida por el terremoto el 25 de enero
de 1999 y ha sido totalmente restaurada, convirtiéndose en una ciudad moderna,
tomando para ello de modelo el pujante Medellín.”
Una de las reservas turísticas del Departamento de Quindío, con espectacular imagen en la Cordillera de los Andes colombianos. Una auténtica belleza.
“Es
importante el desarrollo vial de esta región con magníficas carreteras cuyo mantenimiento
se realiza mediante el cobro de peaje, que en nuestro recorrido fueron tres
pagando unos 20 dólares por la ida y el regreso, un pago que uno hace con
gusto, pues brinda seguridad y placer al conductor y acompañantes.”
SIGUIENDO
LOS PAISAJES DE QUINDIO
Continua
Alejandro con su periplo: “Nuestro tour fue guiado por cuatro primas hermanas
del clan Jaramillo; Vicky, Martha Helena, Alba Lucía y María Cristina, amiga y
anfitriona, dos de las cuales residen en sus pueblos nativos (Calarcá). Hay una coincidencia entre estas primas;
todas han procreado hijas mujeres profesionales triunfantes y siempre amorosas
con sus ancestros. Agradezco sus
atenciones, finezas y por, sobre todo, el excelente conocimiento de su región
que tan orgullosamente me presentan.”
“Visitamos
sitios donde siempre encontramos algo curioso y diferente, entre ellos un lugar
llamado "Buenavista", con menos de 3000 habitantes en el 2015, cuya
extensión visual es emocionante, ya que llegamos a una altura de 1477 metros
sobre el nivel del mar a través de una carretera empinada y de muchas curvas a
la cima de un mirador, producto de un “visionario” de la empresa privada, donde
compartimos un inolvidable café con repostería de gran ciudad. Aplaudimos el esfuerzo de este empresario que
nos comentó que próximamente tendrá unas cabañas campestres para atender a sus
huéspedes en un ambiente de paz en la cima de esas preciosas montañas.”
Vista aérea de Armenia, capital del Departamento de Quindío, Colombia, en la Cordillera de los Andes colombianos, una ciudad donde se puede admirar el desarrollo del país.
“Es
emocionante llegar a todos los pueblitos que visitamos, entre ellos Filandria,
que por su a morosidad le llamamos "Hija de la tierra amada" y que el
año pasado recibió el reconocimiento como el municipio pequeño más turístico
del país, así como Pijao, Salento y Calarcá, donde el común denominador son sus
acogedoras y activas plazas llenas de visitantes que unido a sus iglesias
parroquiales (siempre con sus portones abiertos), nos transportan en el tiempo
al inolvidable ayer, cuando Bolívar, su Libertador, luchaba en sus alrededores
por la libertad de América, que entre paréntesis, como mandato de Ley, su efigie
siempre está presente en todos los pueblos y ciudades de Colombia.”
“El
colorido de esos pueblos es alucinante, son combinaciones de tonos que te
acogen y tranquilizan en una arquitectura de balcones coloniales, estrechas
calles inmaculada-mente limpias. No se
siente acoso de comerciantes, pero si sonrisas y sentimiento de amistad.”
“Visitamos
a una parte de la Cordillera donde crece abundante el árbol nacional de
Colombia, la Palma de Cera, que altiva crece más de sesenta metros y que nos
recuerda que nuestra América nunca será vencida, ni nadie derrotará el espíritu
de lucha de nuestros pueblos con abusos y empecinamientos, como nos lo recuerda
Rubén Darío, usando pluma en vez de espada, en estos versos:
Temblad,
temblad, tiranos, en vuestras reales sillas, ni piedra
sobre piedra de todas las Bastillas mañana quedará.
Tu hoguera
en todas partes, ¡OH, Democracia! inflamas, tus anchos
pabellones son nuestras oriflamas, al viento flotan ya.”
Un aspecto ciudadano de Calarcá, otro de los enclaves poblados del Departamento de Quindío, Colombia, en las estribaciones de la Cordillera de Los Andes
PASEANDO TU
SOLEDAD `POR LAS PLAYAS DE MARBELLA
Así cantaba
Antonio Machín a las famosas playas de Cartagena de Indias, y así hemos cantado
decenas de veces, repitiendo sus estrofas, recordando las sesiones académicas –
sí académicas – que impartimos en las más prestigiosas ciudades de Colombia,
alertando sobre la necesidad de adquirir los conocimientos necesarios para
integrar el movimiento turístico en el desarrollo del país. Un país en el que
habría de recordar este impactante escrito, que publicó el pasado año, el
periódico EL DIA, de Santa Cruz de Tenerife, y que tenemos enmarcado en nuestro
mejor recuerdo, el cual aclara rotundamente la situación actual de muchos
lugares del “mundo hispánico” que siguen clamando por su libertad, aunque esta
sea una atopia, como describe el citado articulista, Juan Jesús Ayala. “Leía
días atrás un trabajo periodístico de Boaventura de Sousa Santos, sociólogo y
director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra, donde
hacía referencia al colonialismo encubierto que sigue existiendo en pueblos de
la tierra y que termina con un párrafo clarificador de la situación: “la gran
trampa del colonialismo insidioso es dar la impresión de un regreso cuando en
realidad es que nunca dejó de existir”.
Una céntrica calle de Finlandia, en medio de esa estructura rural conservada en la Cordillera de Los Andes colombianos. Una muestra de una arquitectura de montaña, especialmente considerada y presente en este pueblo.
“La historia manejada por historiadores
vende-patrias se ha planteado como trabajo primordial una socialización
galopante y vergonzosa para proclamar, aquí y allá, la idea de que las luchas
anticoloniales del siglo XX y del siglo XV dieron por terminado el colonialismo
cuando la evidencia dice que no acabó, sino que lo que ha acontecido ha sido el
cambio de ropaje y de ciertas maneras pseudo-democráticas donde ocultar sus
ansias de poder depositando en estos territorios una administración incrustada
que domina, decide y compromete.”
Sangrantes
y vejatorias pruebas evidentes de todo esto tenemos de ello, sin necesidad de
darle muchas vueltas.
SOÑANDO CON
COLOMBIA
Eran
tiempos para disfrutar. Con nuestra conferencia sobre el DIA MUNDIAL DEL
TURISMO, Cúcuta 2016, y la recordada ahora video-conferencia 2018, los pasajes por
sus inmensos valores turísticos que hemos tenido la suerte de visitar y
disfrutar en Colombia, nos los ha traído a la mente estas líneas sentimentales
de Alejandro José, poniendo en primer término de nuestra memoria, todo un
hermoso y brillante panorama como el que se divisaba desde el Edificio
Tequendama, en Bogotá, a través de ese largo recorrido por tierra Cali-Pasto,
ante los balcones de Cartagena o la soledad de sus playas de Marbella Colombia: “el riesgo es que te quieras
quedar”…
Pijao, en Quindío, otro establecimiento rural en la Cordillera de los Andes, de alto valor en la estrategia de una ruta turística de montaña, en Colombia
Del grupo
de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas.
ONU.
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