Antonio Pastor A
A causa de la
actual crisis bélica, y de purificación. Se ve como Órdenes y Congregaciones
religiosas, en otros tiempos florecientes, atraviesan ahora, momentos de
particular dificultad. Con su Obra, la Virgen desea ayudar a todos a superar
con Ella, los momentos actuales de sufrimiento, y por eso invita, primero a los
Sacerdotes y, a los Religiosos así como a nosotros los fieles, a consagrarse a
su Corazón Inmaculado y a la mayor fidelidad al Papa y a la Iglesia.
El motivo por el
cual el Movimiento Sacerdotal Mariano M.S.M., en marcha hace algún tiempo, no
tenga existencia jurídica alguna, es para que tal ayuda pueda ser fácilmente
acogida por todos. En ello está su debilidad, porque no teniendo una fisionomía
jurídica se ve en la imposibilidad de pedir aquellas aprobaciones oficiales que
podrían facilitarle el camino. Pero aquí está también su fuerza, porque al no
imponer ninguna atadura de asociación, facilita a los Sacerdotes, Religiosos y
fieles su adhesión al Movimiento.
Si se compara la
Iglesia a un gran árbol, yo diría que el objetivo no es el de añadir una nueva rama a las
muchas que ya tiene, sino de infundirle una fuerza secreta que, partiendo del
Corazón Inmaculado de María, se difunda a todas las ramas de la Iglesia, y
ayude a cada una a desarrollarse según su función propia y su fisionomía
peculiar, comunicando a todas un mayor vigor y una mayor belleza.
Si después se
quiere saber cuál es la cualidad que más importa en el Movimiento Sacerdotal
Mariano, me parece que podría afirmar que es su esencial pobreza. El Movimiento
es tan pobre que ni siquiera tiene una existencia oficial. Y, al no tenerla, es
natural que no pueda ser catalogado de alguna manera. Centro Internacional
Movimiento Sacerdotal Mariano.
A veces
sonriendo, decimos entre nosotros: ya somos más de sesenta mil Sacerdotes y
unas decenas de millones de fieles los que pertenecemos al Movimiento
Sacerdotal Mariano, sin embargo, en ninguna parte se puede hallar la prueba de
que existimos.
El Movimiento es
pobre en apoyos humanos, aún aquellos
que podrían procurarle alegría y aliento en medio de las dificultades
inevitables que encuentra en su camino. Es tan pobre que ni siquiera puede contar con
medios propios, ni le es posible aceptar legados o bienes. Sólo vive de los
donativos que le depara la Providencia para ayudar a los inmensos gastos de la
publicación y difusión de sus libros.
También en este
punto cada Centro nacional se rige autónomamente, para la vida del Movimiento,
según los medios que le proporciona la divina providencia. Es la pobreza de la
Reina del Cielo, que se esconde bajo la apariencia de una sencilla mujer de
casa. Es la pobreza de nuestra Madre Inmaculada llena de gracia, que se refleja
en su modo de vivir tan sencillo y normal, en el perfecto servicio a su esposo
José y a su divino hijo Jesús.
Así, a través de
vosotros que me habéis respondido, mi luz sigue difundiéndose siempre más en la
Iglesia, y la Iglesia recobra vigor y confianza y toma nuevo impulso para la
evangelización y la salvación de todos los pueblos de la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario