Sheila Leoni
Prólogo
¿Desarrolla en nosotros el sistema educativo actual
competencias adecuadas para integrarnos al Mercado Laboral?
Todos sabemos los grandes requerimientos que se exigen hoy
en el mercado laboral si queremos obtener empleos de jerarquía; una gran
cantidad de personas se han sentido defraudados al sentir que aquello para lo
que se habían preparado no alcanzaba para ocupar el puesto al que se presentaban
y el cual consideraban adecuados para ellos.
¿Qué es lo que pasa? ¿Es que realmente tenemos los
conocimientos necesarios para ingresar al Mercado de Trabajo Actual? ¿Estamos
seguros que esos conocimientos no son obsoletos, insuficientes o totalmente
inadecuados?
El Sistema Educativo actual debería prepararnos para
integrarnos a ese nuevo y cambiante Mercado Laboral, mucho más que eso, debería
prepararnos para integrarnos a la Sociedad y aprender a convivir pacíficamente
con otras personas; pero ¿lo está logrando realmente?
Veamos un poco hacia atrás…
En el año 1993 se instala oficialmente la Comisión
Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, auspiciada por la UNESCO y
presidida por Jacques Delors, que tras un arduo trabajo elabora un informe sobre
las condiciones básicas que debe cumplir un sistema educativo eficaz para el
siglo que comienza. Este informe (La Educación encierra un Tesoro) señala,
entre otras cosas, los cuatro principios básicos en los cuales debe sostenerse
un proceso educativo si quiere formar personas autónomas, es decir reflexivas, críticas,
capaz de tomar decisiones y además competentes laboralmente. Estos cuatro pilares básicos, fundamentales
entonces para tratar de enfrentar la problemática actual de los sistemas
educativos serían:
Aprender a
conocer: Significa tratar de adquirir una cultura general amplia con la
posibilidad además de obtener conocimientos profundos en un número pequeño de materias:
Esta
posibilidad nos permitirá seguir adquiriendo conocimiento a lo largo de toda
nuestra vida, así como también a seleccionar y analizar la información tan
diversa que recibimos en forma permanente desde todas partes y transformarla en
verdadero conocimiento.
Aprender a
hacer: No solo en lo referente a una capacitación profesional, sino una
competencia que capacite al individuo para hacer frente a todas las situaciones
que se presenten en su vida, a resolverlas con éxito, y muy especialmente a
trabajar en equipo con tolerancia y respeto hacia las diferencias de los demás.
En un mundo de permanente movimientos migratorios la aceptación a la diversidad
es un tema esencial.
Aprender a
vivir juntos: Otro de los pilares fundamentales de la Educación y que nos
parece tan lejano en la actualidad. El sistema educativo actual, debería tener
entre sus prioridades preparar a los individuos para vivir en comunidad junto a
los otros, desarrollando y ejercitando los valores principales desde niños: la tolerancia,
la solidaridad, la responsabilidad, la comprensión mutua, entre otros. Solo así
las personas aprenderemos a realizar proyectos comunes que nos conduzcan a
sociedades pacifistas y desarrolladas.
Aprender a
Ser: La Educación debe fomentar el desarrollo de nuestra personalidad, de tal
forma que predomine la autonomía y la responsabilidad de nuestras conductas
respecto a nosotros mismos y hacia los demás. Para ello, deberá tener en cuenta
todas las cualidades que puedan brindar las personas: memoria, razonamiento,
sentido estético, capacidades físicas y cualquier otra aptitud que sea valiosa,
para el progreso del individuo y la Sociedad.
Si el
conocimiento es poder, es menester que se distribuya de una manera democrática
y justa, sin ningún tipo de distinción personal para que florezcan de esta
manera las Sociedades Democráticas, indispensables para desarrollarnos como
seres humanos conscientes.
¿Qué papel ocupan las competencias laborales en nuestra vida
según este informe?
Pues un papel preponderante. Debemos reconocer la
importancia que tiene para la dignidad de la persona poder tener un empleo
adecuado y bien remunerado, y esto solo se logra actualmente si poseemos los
conocimientos necesarios.
Una persona que hace lo que le gusta laboralmente y se le
paga por ello, es una persona feliz, con ganas de brindar a la Sociedad en que
vive sus máximos esfuerzos. Pero para eso debemos estar preparados
académicamente en forma correcta; en una palabra, tener las competencias laborales suficientes para el desafiante
mundo laboral actual.
Muchas son las definiciones que podemos dar en cuánto a qué
llamamos tener competencias laborales. Cinterfor/Oit nos brinda la siguiente
definición:
“Son aquellas cualidades personales que permiten predecir el
desempeño excelente en un entorno cambiante que exige la
multifuncionalidad. La capacidad de
aprendizaje, el potencial, la flexibilidad y la capacidad de adaptación son más
importantes en ese sentido que la experiencia concreta en el manejo de un determinado
lenguaje de programación o de informática específica” (Prego)
Aprender a Conocer, Aprender a Ser
Esa es la clave del
progreso.
Desarrollar muy especialmente aquellas aptitudes y
cualidades que nos permitirán adaptarnos en forma permanente y sin miedo a este
cambiante mundo laboral. Por lo tanto,
no podemos hablar de competencia laboral sin hacer referencia a la combinación
de conocimientos, habilidades y actitudes que deben tener las personas.
No podemos hablar de competencia laboral sin mencionar a la
integración de una formación técnica y práctica a la vez, a la incorporación de
una formación humanista y científica en forma similar.
No podemos hablar de competencia laboral sin la inclusión de
temas como aprender a trabajar en equipo, como la diversidad cultural, como el
desarrollo de valores, sin los cuales no podríamos vivir en una comunidad respetable.
Aprender a hacer, Aprender a vivir juntos-
Otro de los pilares básicos del excelente y actual informe
de la Comisión Internacional de Educación, que debemos esforzarnos por alcanzar
y mantener.
Conclusión
Pese a la importancia del Informe mencionado, todos sabemos
que las palabras pueden perderse en el olvido sino se ponen en práctica.
Las Sociedades actuales, llamadas líquidas por el Sociólogo
Zygmunt Bauman, sociedades en que todo fluye con la rapidez del agua, pueden lograr en forma instantánea que
todo quede en el olvido.
Tratemos entonces,
todos los seres humanos de esta llamada aldea planetaria (Ulrich Beck) en que
vivimos, y compartimos tantas cosas de que esto no suceda.
Ahora es el momento de comenzar a trabajar juntos, no
podemos darnos el lujo de esperar más
Nuestra generación y
las generaciones por venir se lo merecen.
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