El oficio, o profesión de los carteros, es de los años de antaño. No hay duda qué, los correos han mejorado notablemente con el paso de los años, era un problema como la seguridad. El oficio de los carteros en épocas de lejanas, corrían peligro, ya que, se usaban carretas de caballos, o diligencia, cuando llevaban cartas, pliegos, escrituras, dineros y otras cosas de seguridad.
Dicho esto, pasamos a huella de los amigos carteros de a pie, de este municipio.
Hago memoria hoy, sobre el año 1965, donde me vino el reflejo de la mente, la que me hace recordar que, escriba está historia de los carteros a pie, del Realejo de Abajo.
Yo era un niño, y el primer Cartero que conocí, y por donde más lo veía, era subiendo esa calle de nombre Los Molinos, trozos de tierra y otros lados empedrada, y bastante inclinada.
Por ahí subía, este cartero de nombre don Manuel Palmero Bencomo, era una persona grande, y grueso. Recuerdo que usaba una maleta de cuero marrón, la que llevaba una cinta del mismo material, iba cruzada sobre los hombros, en su interior llevaba correspondencia de cartas y certificados etc.
Recuerdo que él vivía en esta misma calle Los Molinos, de este municipio del Realejo de Abajo. Yo tenía mi tía Balbina y su marido Benito Correa, pues dos casitas más abajo ahí vivían Manuel Palmero Bencomo y su esposa Concha Hernández.
Recuerdo que él subía caminando, de un lado a otros, hasta que tuviese que parar en alguna vivienda la entregar la correspondiente correspondencia. Otra de las cosas que le recuerdo que siempre llevaba un palillo de madera en los labios, el que movía de un lado a otro. Tenía un coche Seat 132, de color azul.
La oficina de correos se encontraba en la calle La Sequía, detrás de la Escuelas, junto a la Plaza de San Sebastián. Recuerdo que el jefe de Correo era José Suarez Sánchez, quien era conocido por Pepe el de correo, o por Pepe el de Carmita Estrada.
Manuel Palmero a punto de tomar su retiro, se incorpora un nuevo cartero, otro realejero, de nombre Juan García Alonso. Quien ya fue conocido por Juan el Cartero, quien también usaba la misma maleta de cuero, a Juan, lo recuerdo más, por la calle la Alhóndiga, la dirección hacia San Agustín etc.
Posteriormente se retira el amigo Manuel Palmero, y se incorpora otro nuevo cartero, de nombre Manuel, quien era conocido por Manolo el Barbero. Este era natural del Realejo de Arriba. Quien estuvo poco tiempo.
Hay que decir que la oficina de Correo, pasa en la Calle sobre la plaza de la Iglesia, en la casa conocida por la “Gota Canaria”, donde se encontraba una fábrica de Gaseosas.
Pepe, el Jefe, se retira, donde Juan García Alonso, siguió unos cuantos años más. Encargado del trabajo del reparto por todo el municipio.
Bueno se incorpora un nuevo cartero de nombre don Francisco, este era de La Orotava.
Quien se quedó encargado del reparto que realizaba el amigo Juan, y Juan, pasó a la Oficina Central de Correo en Realejo Alto. Que se encontraba, al final de la Calle de Las Cañitas. Y la Avenida de Canarias. Hay que decir que Juan, trabajo unos 30 años ahí, hasta su retiro. Ya tenemos que decir qué, ya la cosas se fue modernizando, donde se colocaron buzones, los carteros usaban unos carritos, Vespas cómo coches etc.
Quiero añadir esta nota de una nota encontrada, que nombraba que; los sueldos de los carteros de primera eran de cuatro pesetas diarias tres los de segunda y dos con cincuenta para los buzoneros. Estos haberes se pagaban con los derechos de distribución (0.05 pesetas por carta) y en la época los carteros no forman parte del Cuerpo de correos, creado en 1989, pues no tenían la categoría de funcionarios. A su vez ganaban entidad los Carteros rurales, encargados de recoger (para lo que tendrán buzón en su domicilio), recibir y distribuir la correspondencia en los pueblos asignados, y los peatones que ejercen tareas similares en lugares de menor entidad.
A reflexionar
Estas imágenes son tomadas de internet. Ya que. no he conseguido ninguna. Pero estas son algunos años antes.
Felicidades a todos los carteros, en general.
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