Salvador García
Llanos
El Cabildo
Insular de Tenerife incluyó la actuación en un plan de embellecimiento
orientado a una mejora paisajística, principalmente en aquellas zonas más
transitadas y deterioradas. Es una positiva intención, aunque resulta
inevitable relativizarla porque, como ya dejamos escrito (el 22 de mayo pasado),
la instalación significa, en sí misma, que se demora o prolonga la solución definitiva.
Entonces, la lona de marras sigue
generando controversias, la última durante la mismísima campaña electoral,
cuando los candidatos de Coalición Canaria y Partido Popular discutieron a
propósito del último (?) trámite sobre la titularidad del suelo para poder
acometer el proyecto de reconstrucción. Se trata de una gran serigrafía que
envuelve la edificación de la antigua e inservible, por ruinosa, estación de
guaguas, cerrada desde 2010. El presupuesto de su elaboración e instalación se
elevó a treinta y seis mil euros, cantidad que, presumiblemente, será ampliada
como consecuencia de la necesidad de una instalación suplementaria. El tendido
serigráfico está confeccionado con doscientas treinta y cinco fotografías
extraídas de un concurso público convocado por ‘Turismo de Tenerife’ y la marca
‘Puerto de la Cruz Experience’.
Los responsables tienen que estar al
tanto del rechazo que la lona de marras está generando entre los portuenses y
en las redes sociales. Es curioso, porque quienes en principio aceptaban el mal
menor (“para lo que se veía y como estaba, al menos así” (sic), han terminado
viéndose desbordados por los más intransigentes (“ya está bien, eso solo sirve
para camuflar las vergüenzas y la
desidia” (sic), con lo que las buenas intenciones de la iniciativa saltan
hechas añicos. Basta leer comentarios en ediciones digitales y redes de
ciudadanía para entenderlo. Hasta los ciudadanos son quienes han aportado las
fotografías, dice una de las quejas.
Total, que entre el impacto visual y
la cada vez más extendida creencia de que estamos ante otro parche que anticipa
una prolongación de la solución estructural para la estación de guaguas, puerta
de entrada y salida al municipio, lo que se genera es un creciente malestar. El
Puerto de la Cruz necesita con urgencia esa infraestructura, como necesita
también una sacudida general en el mantenimiento y conservación de sus espacios
públicos, de sus vías, plazas y zonas ajardinadas.
¿Para qué hablar de gozosos anuncios
hechos hace años sobre la inminencia de la ejecución de proyectos, entre ellos
el de la misma estación? Solo serviría para decir que sus presupuestos están
desfasados y hay que actualizarlos.
¡Cuánta frustración!
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