Lorenzo Soriano
Oxímoron aparte, la vulnerabilidad del ser humano
es lo que ha provocado su dominio del planeta. Somos el ser más vulnerable de
la creación, al menos durante la larga gestación y posterior larguísimo periodo
de crecimiento. Como los antiguos cristianos, los miles de mártires y
torturados, propiciaron una fuerte expansión y crecimiento. El apostar por el
Ecumenismo o universalidad al que se oponían y oponen los Judíos, llevo a que
su crecimiento fuera exponencial y a la llegada al poder del hijo de Santa
Elena, el Emperador Constantino, su afianzamiento sobre la base del tremendo
sufrimiento ha hecho posible sus más de dos
mil años de perdurabilidad. El tiburón por contra,
llego a la perfección en su evolución, y es por eso que se estanca al no
necesitar nada ni tener más depredador o antagónico que el hombre o la
tecnología.
La humanidad además consiguió saltos tremendos en
cuanto a competidores evolutivos, ya que no solo supo usar todos los elementos
de la naturaleza, sino que se erigió en el único que domino el fuego. Le perdió
el temor instintivo, lo conservo,
lo aprendió a producir y a utilizar en su provecho. Sin este hecho, que
Heráclito considero el principal de los elementos del planeta, por encima del
aire, del agua o de la tierra, el ser humano se habría sin duda extinguido
o no habría pasado del Paleolítico inferior. La
vulnerabilidad también nos ha proporcionado defensas contra las enfermedades
los virus y las bacterias, y el desarrollo de la ciencia nos ha proporcionado
larga vida y mejor calidad de la misma. Sin esa defensa ante la vulnerabilidad,
el ser humano no pasaría de una vida media de 35-40 años. Sin medicamentos ni ayuda
quirúrgica, alopática u homeopática, prótesis o tratamientos, la humanidad
disminuiría enormemente y
los nacimientos serian escasos. Pero los avances producen envejecimiento
poblacional, y altísimo coste de mantener la longevidad. Las teorías de “usar” la vida y no
convertirla en una larga ancianidad limitada, avanzan en los laboratorios de
ideas.
Por otra parte, nosotros jamás podremos alterar el equilibrio
planetario, galáctico o del Universo. Lo más que podremos conseguir es hacer que la vida como la
conocemos se haga imposible para el ser humano y nos extingamos completamente.
Con absoluta seguridad, otra u otras especies tomaran el testigo unos cientos
de miles de años mas tarde y dominaran el mundo.
La vulnerabilidad es muy variada y para concluir
les diré que la de tipo fiscal que ofrecen las clases medias europeas u
occidentales, tendrán que sufrir aun mas hasta el límite de supervivencia,
debido a la voracidad de las clases políticas e institucionales. Sin embargo,
aunque algunos ya no lo veamos por ser estos cambios de ciclo largo, la
experiencia y la dotación de las generaciones venideras, aprenderán o al menos
tendrán empirismo de lo que ocurre cuando las cosas se hacen de manera que
parecen adecuadas pero no lo son sin los controles o medidas adicionales
correctoras.
Creo que “pronto”* habrá un cambio de ciclo, cuando
ya no quede nada que esquilmar por parte de la casta dominante y se produzca el
inevitable canibalismo institucional que acabara con ellos asimismo. A partir
de ese punto “cero”, la sociedad que aparecerá será muy distinta, más fuerte,
menos vulnerable, ahora en términos económicos y sociales. Tengamos esperanza.
A reflexionar.
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