Toby
Baillon
Ayer por la tarde atendí la “charla” de nuestro
Presidente del Cabildo, Carlos Alonso en el Hotel Valle Mar en Puerto de
la Cruz. Junto con él se encontraban el
alcalde, D. Marcos Brito y unos cuantos oficiales del Ayuntamiento, incluyendo
al concejal de urbanismo, Sr. Sebastián Ledesma.
La
“charla” se basaba en los planes que tienen para construir un parque marítimo y
puerto deportivo en Puerto de la Cruz, una modernización que aportará muchos
beneficios para los ciudadanos, los turistas y la economía en general; aunque
los detalles están todavía por desarrollar y debatir.
Pero
la “charla” era mucho más que solo esto: Carlos Alonso nos dio 5 puntos
–razones– por los que se están proponiendo estos cambios (supuestas modernizaciones),
bajo el lema “cambiar el modelo del Puerto de la Cruz”.
1.
El consenso político: Las partidas y administraciones deben
estar de acuerdo (pero un consenso político debe llevar el consenso del Pueblo
también).
2.
Caldo político: El conocido discurso acerca de la
necesidad de cambio.
3.
Estadísticas de afluencia turística: Mejoras a través de “Multi-experiencias”,
la nueva marca del Puerto.
4.
Infraestructura de obras:
· La estación de guauguas (el año que viene)
· San Telmo (al principio del año)
· Hotel Taoro (reestablecer el Casino, arrendamiento al nivel del Gran Hotel
Mencey, arreglar su entorno, estimular la inversión privada, poner o no poner
camas)
· La Playa Martiánez. Prioridad nº 1 en Tenerife con una propuesta de € 5
milones en 2014, otros 5 millones en 2015 y un total de 5 millones más otros 2
del Cabildo y lo demás del Estado.
· Varios proyectos ya cumplidos como la Calle La Hoya, Calle Santana,
espacios comerciales, de ocio y restauración.
5.
Y claro… el parque marítimo y puerto deportivo que
costarán 80 millones de euros, proyecto que todavía es un sueño en los papeles
de los promotores.
¡Pues,
muy bien! Que todo el mundo esté de acuerdo con la mejoría de la
infraestructura y la propuesta turística del Puerto de la Cruz. ¡Sí!. ¿Pero
porqué, en este contexto y con la conformidad de que hay que hacer algo para favorecer
al Puerto, hay que suprimir el muro de San Telmo, Sr. Presidente, Sr. Alcalde?
¿Abrir
acceso al mar? El muro ya lo abre y permite.
El
muro nos da algo por encima de la modernidad de escaparate: el Patrimonio, un
“feeling”, un alma, que al quitarlo —como tantas otras construcciones en
nuestro pasado— los elimina para siempre.
Entiendo
que debe haber progreso, hay que mejorar las infraestructuras alrededor del
Paseo San Telmo. Pero ese muro en su
esencia y concepto siempre ha estado allí, desde 1780 aproximadamente.
Sabemos
que fue renovado en los años 70 –y por un artista icono de Canarias, Cesar
Manrique— pero decir que el muro no tiene historia o patrimonio es como decir
que la casa de la Aduana no los tiene porque reemplazaron las tejas y le dieron
una mano de pintura en la misma época de los 70.
Y
si el patrimonio del Puerto no les importa a sus gobernantes municipales o
insulares, sí les importa a los ciudadanos y a este en particular.
Para
que algo llegue a ser patrimonio hay que superar los primeros 20 años, 50, 100,
200 años y para alcanzar los 400 años como el edificio de La casa de la Aduana
(1640 – 2040) hay que vencer muchas reformas, demandas para el progreso y
amenazas de destrucción, como lo han hecho la Casa de la Aduana, la batería de
Santa Barbara o los muelles pesqueros del Puerto de la Cruz.
¡Repito,
Sr. Presidente, Sr. Alcalde! ¿Por qué condenan al Muro de San Telmo y en
consecuencia al patrimonio del Puerto de la Cruz?
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