BICÁCARO

Manolo Sánchez

Bicacarera, bicácaro, bicacarero, cabeza de gallo, campanilla;  son los nombres más comunes de nuestra “Canarina Canariensis”.  En algunos textos se dice, que bicácaro es una palabra guanche que significa fruta.

En la página 220 de Natura y Cultura de las Islas Canarias, dice referente a la alimentación de los guanches: “… tomaban frutas silvestres, como hongos, madroños, bicácaros, dátiles, moras de zarza, mocanes, higos y semillas…”

Actualmente, a pesar de su endemismo, está fuera de peligro, se encuentra protegida, según anexo II de orden de 20 de febrero de 1991, por la Comunidad Autónoma de Canarias y también por la Directiva Habitats de la Unión Europea.

Planta de Monteverde,  la encontramos entre los 300 y 1000 metros de altitud, propia de las Islas Canarias.  Sus frutos comestibles, con alto valor nutritivo, cuando maduran tienen sabor dulce, se recogen entre abril y mayo.

Presente en las islas de Tenerife, Palma, Gomera, Hierro y Gran Canaria, donde existen los bosques de laurisilva.

Florece entre noviembre y mayo, trepadora, sus flores acampanadas muy llamativas de color rojo-naranja, su tamaño aproximadamente de 6 centímetros y de 3 a 4 de diámetro.

Sus hojas de color verde intenso, más pálidas en el reverso,  con forma de flecha, con bordes dentados, recubiertas por una pelusilla blancuzca.

Las partes aéreas de la planta se secan (abril y mayo) , las que sobresalen de la tierra,  volviendo a rebrotar con las primeras lluvias de otoño (noviembre), propagándose por sus semillas o esquejes tomados de los tallos.

Necesita un suelo fértil, arenoso, rico en humus y totalmente permeable, con sombra parcial y su color depende de la insolación.

Espectacular trepadora, puede alcanzar hasta tres metros de longitud.

La granilla menuda de sus frutos es golosina para los pájaros, también ha sido una planta forrajera.

En Tenerife se encuentra en todo el norte desde Teno hasta Anaga y algo más rara en el sur.

Es una de las plantas más emblemáticas de Canarias y varios autores la consideran flor nacional de las islas.

Tiene suficientes méritos para ser declarada símbolo de Canarias.