Desde su
accidental acceso a la alcaldía, en sustitución del anterior alcalde, Don
Francisco Linares viene mostrando una auténtica obsesión por acaparar todo el
protagonismo posible en los actos públicos, una situación que le ha llevado a
protagonizar situaciones que son reprobadas por buena parte de la ciudadanía
orotavense, como lo ocurrido en la recepción de los Reyes Magos en la Plaza de
San Juan y su particular interés en sobresalir, sea como fuese, en ese acto. Un
acto destinado exclusivamente a la población infantil y que nunca había sido
objeto de una utilización partidista y personal como lo observado en esta
edición.
Un
comportamiento que se repite acto tras acto en los que, continuamente, Don
Francisco Linares se hace notar con exceso en un alarde de protagonismo y de
utilización partidista, desde nuestro punto de vista, de actos institucionales
y que son sufragados con los recursos que toda la ciudadanía aportamos al
Ayuntamiento y que, por esa misma cuestión, tienen que estar al margen de
cualquier intento de utilización en beneficio propio, ni por parte del Alcalde
ni por parte del grupo de gobierno.
Se puede
entender que Don Francisco Linares necesita construir una imagen pública de sí
mismo que le asegure los apoyos suficientes como para mantenerse en ese puesto.
Pero el costo de esa operación debería ser sufragado por su partido y no
aprovechándose de los recurso públicos. Por otro lado, ese notable interés en
dejarse notar, en que se le reconozca como Alcalde, no es fruto más que de la
accidentalidad con que alcanzó la alcaldía y de la falta de legitimidad popular
para ejercer ese cargo, una legitimidad que sólo se puede conseguir con el
respaldo en las urnas y, en absoluto, con un cargo heredado.
Desde IpO
creemos que Don Francisco Linares, como máximo mandatario accidental de nuestro
municipio, debería centrarse en resolver las gravísimas situaciones sociales
que se viven en nuestro pueblo, como la falta de viviendas (en estos momentos
las solicitudes superan las 500), la falta de recursos para subsistir (comida,
alquileres, facturas de luz…) de miles de personas en el municipio –tal y como
reflejan los datos de Banco de Alimentos, Cáritas, Cruz Roja, Hermanas de la
Cruz…-, el gravísimo nivel de desempleo que estamos padeciendo, la falta
absoluta de oportunidades para las personas jóvenes, etc., etc.; y dejar de
preocuparse de su proyección política personal, de su obsesión por concentrar
todo el protagonismo en los actos públicos y de su afán de tratar de
legitimarse en un cargo heredado y en el que solo lo reconoceremos –y, al igual
que nosotros y nosotras, buena parte de la población orotavense- si algún día
ese cargo viene respaldado por una voluntad popular mayoritaria.
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