Juventudes Socialistas y Grupo Socialista en el
Ayuntamiento presentan un paquete de medidas encaminadas a la detección,
eliminación y modificación de barreras arquitectónicas en el Municipio
En el pasado Pleno extraordinario en que se
debatieron los Presupuestos para 2.014, de manera excepcional, se aprobó por
unanimidad una de las enmiendas presentada por el Grupo Municipal Socialista
encaminada a dar de alta un programa específico de eliminación de barreras
arquitectónicas en Plazas y Parques por un importe mínimo, e inicial, de 50.000
euros. En base a dicha aprobación, los Socialistas Realejeros han comenzado a
elaborar un dossier que contemplará todos aquellos puntos que, de manera
inmediata, deben ser enmendados, ya que suponen un serio obstáculo para las
personas con discapacidad.
Desde Juventudes Socialistas y desde el PSOE de Los
Realejos se pretende desarrollar un programa de mejora de la calidad de uso de
los bienes y servicios del Municipio. “Son muchos los lugares que aún tienen
barreras arquitectónicas y tenemos que intentar ser un municipio cien por cien
accesible”, ha declarado el Secretario General de JSR, Aarón González Barrios,
quien ha recordado “la responsabilidad que todos tenemos, pero más aun, los
políticos, pues son quienes, en última instancia deciden sobre el bienestar de
la ciudadanía en todo su espectro”.
Hoy en día, existen multitud de plazas, aceras,
parques, etc., que no reúnen las condiciones necesarias para que las personas
con discapacidad puedan recorrer Los Realejos con total normalidad. “Mejorar la
accesibilidad, con la eliminación de las barreras arquitectónicas en nuestro
Municipio, es una lucha que siempre han hecho las personas con discapacidad en
nuestro pueblo. Es por ello que pretendemos hacer una relación integral de
lugares que, desde nuestro punto de vista, afectan notablemente a estas
personas con deficiencias físicas, sensoriales, motrices o psíquicas” declaró
Miguel Ángel Regalado, portavoz del Grupo Municipal Socialista.
Demasiado tiempo ha pasado en Los Realejos para que
se haya comenzado a vislumbrar una suerte de no discriminación ante las
barreras que, al final, son puestas por el propio hombre, y han sido emblemas
de un egoísmo monstruoso que nos hacía partícipes directos del estancamiento de
aquellas personas que sufrían algún tipo de discapacidad. El tiempo ha pasado y
con él la concienciación de la sociedad también ha evolucionado. Las “etiquetas”
han dejado paso al diálogo social, en una transición edificante y democrática
fruto del esfuerzo de todos para hacer de esta sociedad, donde estamos
inmersos, un buen lugar donde convivir.
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