José Peraza Hernández
Cada vez que puedo voy a caminar a la playa de jardín, me acuerdo como
era antes, pero hoy me parece increíble como ha llegado a tal punto de abandono la Cascada, la que lleva tantos
años sin funcionar, la verdad que es lamentable pero cierto. También echo en
falta el monumento que estaba justo enfrente del Parque Infantil que funcionaba
con el viento, que lleva el nombre de Cesar Manrique. Otra de las de las anomalías,
es la desembocadura del barranco de San
Felipe, cuando llueve a rastra todo lo que encuentra, y lo lleva hasta la misma
playa. Donde, luego los bañista no pueden usarla, debido al mal estado.
Pero bueno, mi crítica de hoy no es está, pero bueno es bueno hacer
referencia. Paso a destacar el asunto que me lleva hoy, es que los accesos para
las personas de movilidad reducida, son tan malos debido a la inclinación de
las rampas.
No creo que los vecinos y vecinas, que pasan por este lugar no se
hayan dado cuentan, al pasar por la
cascada, por la zona de los bares, no hayan realizado hecho una rampa, con el
fin de comunicarse como el camino con la Avenida Francisco Afonso, justamente
al final, donde hay una escalera. Por lo cual, tienen que regresar y bajar por
la cascada para poder llegar al populoso Barrio de Punta Brava, de este
municipio portuense.
Por eso solicito poner una
rampa en condiciones, con barandas para evitar caídas como se hizo en el Castillo San Felipe.
Espero que el Señor Alcalde, Marcos
Brito Gutiérrez, tome buena nota de lo que aquí se ha dicho, y que los
concejales del grupo de gobierno que cobran del ayuntamiento puedan cumplir con
sus obligaciones, donde las personas de
movilidad reducida, puedan acceder al barrio de Punta Brava.
A la espera que se realice lo antes posible, ya que no deben haber
barreras arquitectónicas. Donde hemos comprobado que ha quedado está atrás.
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