Evaristo
Fuentes Melián
En mi opinión,
Michel Camilo la encharcó al final, interrumpe la Marcha Radetzky de Johann
Strauss Sr., para meterse con un solo de mucho ruido y pocas nueces, lo mismo
de siempre, quizá para justificar el pastón que cobró…¡malo, malo!
Y de JM Ramos
en ‘Somos siete…’ hay que decir el refrán: “cría fama y échate a dormir”, la
voz ya no le ayuda, y además no estuvo bien acoplado con su dúo femenino, de
mucho más timbre y fortaleza en la voz; la chica se llama Irene Niebla.
Repito: Michel
Camilo es un teclista muy nervioso, nunca me ha gustado, suele terminar sus
piezas con mucho ruido, alborotado, eso siempre contagia al gran público, que
aplaude a rabiar; pero suele terminar
aporreando el piano, sin compasión, sean teclas de la partitura o no. A
porrillo.
Lo demás del
concierto, bien, incluso la música de
‘West side story’, que sigue siendo la
mejor película musical, popular, cantantes, coros y bailes, de todos los
tiempos y de todo el Planeta. La vi en Madrid, cine de la Torre de Madrid, en
1964.
Espectador
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