AGUSTÍN DE BETANCOURT, HIJO ILUSTRE DE TENERIFE

Isidoro Sánchez García

Criterios

Agustín de Betancourt, Hijo Ilustre de Tenerife.

Presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Universidad de La Laguna y miembro de diversas organizaciones, como el Centro Atlántico de Pensamiento Estratégico o el Foro Canario de Desarrollo Sostenible.

Bien es cierto que el 18 de octubre de este año 2018 pasará a engrosar la historia de la isla del Teide por cuanto en ese día el insigne ingeniero europeo, Agustín de Betancourt y Molina, fue reconocido y distinguido por el Cabildo Insular como Hijo Ilustre de Tenerife. El acto tuvo lugar en la sede del salón noble de la corporación insular y estuvo presidido por Carlos Alonso, a quien acompañaban el director de la RSEAPT de La Laguna, José Carlos Alberto, el Presidente del Colegio de Ingenieros de caminos, canales y puertos, Juan Antonio Santamera, el ministro consejero de la embajada de la Federación Rusa en España, Dimitry Sokolov, y el amigo Juan Cullen Salazar, responsable del archivo de la familia Betancourt en La Orotava.

Bien es cierto que el 18 de octubre de este año 2018 pasará a engrosar la historia de la isla del Teide por cuanto en ese día el insigne ingeniero europeo, Agustín de Betancourt y Molina, fue reconocido y distinguido por el Cabildo Insular como Hijo Ilustre de Tenerife.

Tras la lectura del acuerdo del órgano insular por parte del secretario, Domingo Hernández, que lo fue también del ayuntamiento portuense, se llevó a cabo la entrega del título a don Agustín de Betancourt, que lo recibió el abogado orotavense, Juan Cullen. A continuación el presidente del Cabildo tinerfeño expuso las razones por las cuales el consejo de gobierno de la corporación insular adoptó el acuerdo por unanimidad.

Salieron a relucir conceptos como imaginación, innovación, emprendeduría, ingenio, capacidad, investigación, aplicación, un sin fin de referencias a la educación de antes y de ahora, al estado y excelencia de las universidades, a los jóvenes valores, a movimientos intelectuales como la Ilustración, a la constitución de las Sociedades Económicas en Canarias, a revoluciones técnicas y políticas, a las escuelas de ingenieros en Madrid y San Petersburgo, al trabajo y la invención por parte de Betancourt en España, Francia, Inglaterra y Rusia tras sus primeros veinte años en Canarias, treinta en Europa y diez y seis en Rusia.

No faltaron referencias a las máquinas de vapor, al Gabinete de Máquinas, a la óptica telegráfica, a los puentes, a la ordenación del territorio, a correcciones hidrológicas, a Madrid, París, Londres, San Petersburgo, Moscú y Nizni Novgorod, a los planetas, a los trenes y puentes que llevan el nombre de Agustín de Betancourt, al zar de Rusia que lo contrató, Alejandro I, a los hermanos Betancourt, José y María, como tampoco a los vinos vidueños que tanto le gustaban a don Agustín de Betancourt.

No faltaron referencias a las máquinas de vapor, al Gabinete de Máquinas, a la óptica telegráfica, a los puentes, a la ordenación del territorio, a correcciones hidrológicas, a Madrid, París, Londres, San Petersburgo, Moscú y Nizni Novgorod, a los planetas, a los trenes y puentes que llevan el nombre de Agustín de Betancourt, al zar de Rusia que lo contrató, Alejandro I, a los hermanos Betancourt, José y María, como tampoco a los vinos vidueños que tanto le gustaban a don Agustín de Betancourt.

Todo ello se desarrolló en un ambiente distendido donde se veían las caras de satisfacción de los betancouristas como el presidente de la Fundación "Agustín de Betancourt", el general Santos Miñón, la documentalista Desirée Hernández, el profesor Amílcar Martín, el ingeniero Joaquín Soriano, el profesor de la ULL, Antonio Burgos, la diputada portuense, Lola Padrón, el profesor de la Universidad Europea, Pablo Sousa, y una pléyade de ingenieros de caminos junto con autoridades civiles y militares, al igual que la delegación del ayuntamiento del Puerto de la Cruz, presidida por su alcalde, Lope Afonso, el alcalde de La Orotava, Francisco Linares, el rector de la ULL, Antonio Martinón, consejeros del Cabildo, miembros directivos de la Económica, ciudadanos distinguidos por el Cabildo y familiares de la saga Betancourt y Molina al igual que de la familia Cólogan.

Salieron a relucir conceptos como imaginación, innovación, emprendeduría, ingenio, capacidad, investigación, aplicación, un sin fin de referencias a la educación de antes y de ahora, al estado y excelencia de las universidades, a los jóvenes valores, a movimientos intelectuales como la Ilustración, a la constitución de las Sociedades Económicas en Canarias, a revoluciones técnicas y políticas, a las escuelas de ingenieros en Madrid y San Petersburgo, al trabajo y la invención por parte de Betancourt en España, Francia, Inglaterra y Rusia.

Se echaron en falta betancouristas como la historiadora portuense Milagros Luis y el profesor orotavense, Juan Alejandro, además de las profesoras rusas, Olga Egórova, y la pianista, Nataliya Nikolayeva, quienes no pudieron acudir por encontrarse fuera de la isla aunque pronto todos ellos intervendrán en actividades organizadas en La Laguna por la RSEAPT y en el Puerto de la Cruz por parte del área de cultura municipal.

Antes de finalizar el acto nos deleitaron con su obra musical los solistas Beatriz Ramos y Carlos Oramas, quienes interpretaron varias obras de Vicente Martín y Soler. A la hora de disfrutar del brindis tuvimos la suerte y la posibilidad de saludar a viejos amigos y compañeros como Juan Alfredo Amigó y José Luis Olcina, Elfidio Alonso, Leopoldo y Carlos Cólogan, Alonso Tabares, así como a concejales del ayuntamiento portuense que el 1 de febrero del año en curso apoyaron unánimemente mi propuesta cultural para que la corporación municipal del Puerto de la Cruz declarase Hijo Predilecto de la ciudad a su emblemático ingeniero europeo y universal que fue don Agustín de Betancourt y Molina, a los 260 años de su nacimiento en 1758, es decir en 2018, año europeo del patrimonio cultural.

En verdad he de confesar públicamente que este 18 de octubre fue un día afortunado para mi tal como se lo comenté a las amigas Lola Padrón y Sandra Rodríguez, ex-alcaldesas del Puerto de la Cruz, y a Elsa Casas, actual jefa del gabinete del presidente del Cabildo de Tenerife que fue mi asistenta técnica y política en el Parlamento Europeo entre 1994 y 1996, y sabe lo mucho que trabajamos por la cooperación al desarrollo a través de figuras emblemáticas relacionadas con Canarias, como Agustín de Betancourt y Alejandro de Humboldt, cada uno en sus respectivos universos culturales, Rusia y América Latina.