PLAN POLICIAL CONTRA LA TRATA DE SERES HUMANOS. DETENIDAS
TRES PERSONAS DEDICADAS AL TRÁFICO ILEGAL DE MUJERES PARA SU EXPLOTACIÓN SEXUAL
EN UN CLUB DE ALTERNE DE LEÓN
Captaban a las mujeres en sus países de origen
aprovechándose del estado de necesidad en que vivían, asegurándoles enormes
ganancias ejerciendo la prostitución en España.
Las víctimas aceptaban la oferta ante la oportunidad de
poder sacar a su familia adelante y ofrecerle así un futuro mejor.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en León a tres
personas presuntamente responsables de un grupo criminal dedicado a la
captación de mujeres sudamericanas a las que ofrecían altos beneficios
económicos ejerciendo la prostitución en España. Las víctimas, ante la precaria
situación económica en la que vivían tanto ellas como sus familias, aceptaban
la oferta y viajaban hasta nuestro país con la esperanza de ofrecer a sus hijos
un futuro mejor. Pero una vez aquí, eran explotadas sexualmente en un club de
alterne sin obtener beneficio económico alguno hasta saldar por completo la
deuda contraída con los tratantes por los gastos derivados de su viaje.
La investigación tuvo su origen en las informaciones
recibidas del Agregado policial de Brasil en España, según las cuales la
Policía brasileña habría interceptado a dos mujeres de nacionalidad paraguaya
que podían encajar en el perfil de víctimas de trata de seres humanos, que
viajaban desde Brasil con destino a Madrid.
Inmediatamente, agentes de la Policía Nacional
especializados en este delito organizaron un dispositivo con la finalidad de
comprobar la información recibida, lo que les llevó a la detección de las dos
mujeres y la posterior desarticulación de la organización que se encargaba de
recogerlas en el aeropuerto y trasladarlas hasta León, donde eran explotadas en
el ejercicio de la prostitución en un club de alterne.
Las víctimas sabían que venían a España a ejercer la
prostitución
Eran captadas en sus países de origen por medio de una
extensa red de colaboradores que se encargaba de localizar a mujeres que se encontraran
en situación económica muy precaria, muchas de ellas incluso con cargas
familiares, con problemas de salud y viviendo en la más absoluta pobreza. Los
captadores les ofrecían la posibilidad de venir a España a trabajar ejerciendo
la prostitución a cambio de obtener enormes beneficios, lo que les permitiría
salir de la situación en la que se encontraban, tanto a ellas como a sus
familias.
Una vez que las jóvenes aceptaban, eran informadas de la
deuda que habían adquirido con la organización, una elevada suma de dinero por
realizar las gestiones necesarias para organizar su viaje, que deberían abonar
a su llegada ejerciendo la prostitución. La organización se encargaba de
proporcionar los billetes y documentos necesarios y de aleccionar a las víctimas
sobre cómo comportarse, vestirse o responder a las preguntas que les pudieran
hacer en los controles fronterizos con
el fin de parecer turistas y no ser devueltas a su país.
En este caso, las víctimas viajaron por carretera desde
Ciudad del Este hasta Foz de Iguazú, en Paraguay, volando desde allí hasta Sao
Paulo (Brasil), desde donde entraban en territorio Schengen a través de los
aeropuertos de París o Roma. Una vez allí, viajaban a Madrid o Bilbao en vuelo interior, facilitando lo máximo posible
de este modo su entrada en nuestro país como turistas.
Lo que desconocían eran las condiciones en las que tendrían
que trabajar
A su llegada a España, las víctimas eran recogidas en el
aeropuerto por miembros de la organización que las trasladaban sin dilación
hasta el club de alterne en el que iban a trabajar, en la provincia de León.
Inmediatamente las víctimas eran despojadas de su pasaporte para así
mantenerlas controladas permanentemente y asegurar el pago de la deuda que
habían adquirido con la organización, siendo informadas también de las normas
de obligado cumplimiento que debían seguir, así como de las condiciones en las
que debían ejercer la prostitución.
Con el fin de mantenerlas absolutamente controladas, las
mujeres eran obligadas a residir en el mismo lugar en el que debían ejercer la
prostitución, teniendo prohibido abandonar dicho lugar sin el expreso
consentimiento de los explotadores, que las acompañaban en todas sus salidas,
no teniendo capacidad ni para decidir con quién compartir habitación.
La operación ha sido llevada a cabo por la Brigada Central
contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y
Fronteras, la Brigada Provincial de Extranjería de León y la UCRIF de Madrid y
se ha saldado con la desarticulación del entramado criminal y la detención de
sus máximos responsables.
“Con la trata no hay
trato. Denúncialo”
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía
Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, en
funcionamiento desde 2013 y que motivó la activación de la línea telefónica 900
10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana
y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.
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