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sábado, 30 de julio de 2016

SI A USTED LE PREGUNTAN

Sheina Leoni

¿Cuál es para Ud la mejor forma de Gobierno?                                                                                          
Si a Usted  le preguntan  en una encuesta cuál cree que es la mejor forma de Gobierno para una Sociedad,  y tiene conocimiento sobre el tema, seguramente firmará, como lo hacemos la mayoría de las personas, que  es La forma Democrática de Gobierno.

La mayoría de las  personas coincidiremos con Usted, ya que es la modalidad que presenta mayores fortalezas y beneficios para el Ser Humano, pero que no deja por eso de presentar también, ciertos peligros, como por ejemplo, que depende de la opinión y participación de la mayoría.

¿Cómo puede ser esto una desventaja ?Bueno, pues si esta mayoría no está debidamente preparada para pensar libre y reflexivamente, constituirá  el primer paso para hacer tambalear el mejor sistema de Gobierno de la actualidad.

Que sea un gobierno que depende de la mayoría sólo nos da la seguridad de que la Sociedad está siendo escuchada; que esa mayoría esté debidamente preparada culturalmente, nos da la seguridad  de que esta  forma de Gobierno va a ser realmente,   un sistema libre, justo  e inteligente  con personas difíciles de manejar por estímulos externos que nada tengan que ver con la racionalidad

Los antiguos y sabios Griegos ya exaltaban esta  forma de Gobierno, como una de las mejores,  recordemos la clasificación aristotélica  en Gobiernos Puros  e Impuros , entre los cuales la Democracia era el Gobierno de la mayoría en beneficio  de todos , mientras que su antítesis,  La  Demagogia era el gobierno de unos cuántos pero en beneficio de los Gobernantes(Justino Jiménez de Aréchaga ,Teoría del Gobierno , Tomo I)

Por lo tanto, es imprescindible que, esta forma de Gobierno se mantenga siempre dentro de lo que Aristóteles definía como fuerzas puras para evitar males mayores, terribles para las Sociedades democráticas.

El mismo Doctor Justino  Jiménez de Aréchaga, señaló como fundamentales los siguientes principios para caracterizar un sistema democrático de Gobierno:

Es un sistema de Hombres libres: La Libertad  es uno de los principales derechos que tenemos las personas,  una vida no puede ser digna sin una libertad garantizada por las normas jurídicas principales de un Estado.

Sin embargo,  cuando esa libertad transgrede en su propio nombre el derecho que tienen los demás, debemos observar que hay algo que no funciona debidamente, que hay algo que reparar antes que sea demasiado tarde.

Recordemos la conocida frase: Mi derecho termina donde empieza el de los demás, que debería ser uno del slogan principal de un sistema democrático de vida y de Gobierno.

Igualdad: Así lo establece nuestra Constitución, igualdad ante ley, estableciendo como única diferencia los talentos y las virtudes entre las personas.

Este concepto se encuentra enraizado con el concepto de Justicia social, ya que para mantener este principio igualitario, es menester darle a cada uno lo que le corresponde  según lo que hace, quien se esfuerza  más, pues debe tener más , ya que en nada beneficia a la Sociedad  ayudar a aquellos que no hacen nada para  ganarse dicha colaboración .

 Otro de los peligros que esconde la Democracia en su afán de ayudar a todos los integrantes del Estado es  cuando no se interpreta correctamente el concepto de igualdad y justicia social.         

El poder Político está en el Pueblo: Nada más real  que esto, por lo cual el mismo sistema debe  asegurarse que este pueblo esté debidamente preparado para poder elegir correctamente, mediante  una educación adecuada y de calidad.

 Un sistema Democrático en el cual  aquellos que eligen a sus Gobernantes tengan en su mayoría  un escaso nivel  educativo, como tanto lo he repetido,   tiene en si mismo las semillas de  su propia destrucción.

En la Sociedad del conocimiento en la cual vivimos hoy, nadie puede darse el lujo de ser ignorante, a favor de sí mismo y de toda la Sociedad.

Una Educación de calidad, nos asegurará de que quiénes sean seleccionados para gobernar, serán  realmente los que más conocimientos tengan sobre  el funcionamiento de este sistema, y no han sido seleccionados por un populismo contagioso.

Separación de Poderes: Los Poderes del Estado deben estar separados, como decía ya Montesquieu, cada uno con sus propias tareas, sin mezclarse, garantizando así un buen funcionamiento de los mismos y evitando a la concentración del Poder en manos de unos pocos.

Es importante también que en estos poderes se encuentren  representados la mayor cantidad de integrantes de diferentes sectores  de la Sociedad, garantizando así al máximo la libertad de ideas y de opinión, que tanto bien le hacen a un sistema democrático.

Los Gobernantes deben ser responsables de sus actos: Quiénes gobiernan en una Democracia están al servicio de la Sociedad, y deben proteger sus intereses. El pueblo debe ser informado de las  decisiones fundamentales que tomen sus Gobernantes y que les atañen a ellos, lo que implica la posibilidad de contar con medios jurídicos para reclamar, si es necesario, en, una forma libre y pacífica, aquello con lo que no están de acuerdo. La Democracia es un gobierno de opinión, la cual no debe jamás dejar de escucharse con falsos pretextos.

Es un Gobierno de Derecho: Las Leyes son sus garantías,  y a la vez los medios jurídicos  a los cuales deben ceñirse  en forma permanente, tanto Gobernantes como  Gobernados.

 Solo podrá reinar el orden y la justicia social si éstas son respetadas por toda la Sociedad.

Elecciones libres y periódicas: Las Sociedades  deben tener el derecho  a renovar sus gobernantes, a comunicar que desean un cambio en el Timón del barco. Y los Gobernantes tienen el deber de respetar ese deseo y aceptarlo tal como es, como siempre lo fue desde el comienzo: un acuerdo  tácito  entre ambas partes, por el cual se comprometían a retirarse si el soberano absoluto de esta forma de Gobierno así lo decidía.

Jamás un Gobernante democrático puede olvidar este acuerdo primario.

Conclusión:  

Sigo pensando, tal como creo que lo harán Ustedes, que la Democracia es la mejor forma de Gobierno, siempre y cuando respete los principios anteriormente mencionados.

Sin embargo, y como profesora que soy, me atrevo a insistir que Democracia y Educación  deben ir juntas, si queremos que este sistema funcione como debe ser.

Los Gobernantes deben tener como  objetivo principal  garantizar una educación  laica y de calidad a todas las personas  que forman parte desuní Estado, como principal medida para   asegurar la supervivencia  de este sistema.

Esperemos que todos los Gobernantes lo recuerden siempre y lo cumplan efectivamente.

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