Evaristo Fuente Melián
Asunto de interés es la guerra civil
(1936-39). Un reportaje el día 1-1-14 de TVE, biográfico del general Mizzian,
que fue capitán general de Canarias en 1955. La guerra la ganó Franco gracias a
este mando del Ejército español pero excepcionalmente de procedencia marroquí, que guerreó al
frente de los Regulares africanos y La Legión extranjera.
En las eternas guerrillas africanas (esta
vez me refiero ahora a los años 20, siglo XX) hubo dos momentos importantes
para España, uno negativo y el otro positivo. El negativo: el desastre de
Annual, en que una parte de los moros
del ejército español desertó y se pasó
al enemigo, cogieron a los soldados españoles en retirada, los emboscaron y los
achicharraron. Unos miles de muertos por España. Y el positivo: el monte Gurugú
(un inciso: así llamaban irónicamente en los años 40 y 50, a un paraje de La
Orotava, la bifurcación de la carretera hacia el Teide, donde hoy hay una
hermosa fuente de la era de Saso
alcalde). En el monte Gurugú africano
ganaron las huestes españolas con ejército
en mayoría moro, y ahí se acabaron, por lo visto, las apetencias
independentistas del Rif.
En la Guerra Civil, los de Franco y
Mizzian, con ayuda alemana, cruzaron el
Estrecho, julio de 1936, y ya en la Península los moros eran la
vanguardia en las luchas más encarnizadas, acostumbrados a
pasar penalidades en el desierto africano, al sol y la sequedad y el
hambre, y encima con su religión que no les importa morir. Ellos
eran de rapiña y saqueo por naturaleza, y tenían que pararles las patas los
oficiales y jefes, siempre españoles excepto el Mizzian. Una buena medida
táctica fue respetarles sus costumbres (comidas, vestimenta, creencias
religiosas, con su peregrinación a La Meca incluida).
Al mando de Mizzian, los moros arrasaron
Andalucía y Extremadura en un tiempo record. Llegaron a las afueras de Madrid, pensando
que la guerra acabaría en un par de meses pero no pudieron entrar en
la capital. Fueron hacia Toledo ---lucha encarnizada calle a calle--
hasta recuperar el Alcázar, aunque en ruinas.
Siguieron hacia el Norte y el Este, se
apoderaron de las instalaciones y fábricas de metalurgia; hasta conseguir
lo principal: abrir brecha por el Este para llegar al mar. En Castellón capital,
lucha cuerpo a cuerpo por sus calles. Luego llegaron al Mediterráneo por
Vinaroz. Ahí se acabó la esperanza republicana, que se inventó la defensa del
Ebro para intentar distraer a los moros bajo el mando de Mizzian. La batalla
del Ebro fue la más encarnizada de toda la guerra.
Ante la sola idea de que los que atacaban eran
moros de Regulares y Legión Extranjera, los españoles del bando contrario perdían
la moral. Los moros eran calificados de “temibles”... Hay
casos de violaciones, en concreto en Medina del Campo, pero los mandos del ejército
nacional no querían esta salvajada, aunque a veces lo ignoraban o fingían
ignorarlo. Un testimonio de un periodista norteamericano dice que Mizzian
permitió que la jauría violara a dos mujeres prisioneras, y Mizzian
le comentó al periodista: "déjeselas... ¡ellas van a morir
enseguida¡". Y así al parecer sucedió, pero no es un caso contrastado.
La ayuda africana al ejército español
venía de siglos atrás, desde el siglo VIII, cuando ocuparon parte del
territorio peninsular durante ocho siglos. Posteriormente, en los primeros años
veinte, Franco conoció a Mizzian herido en un hospital marroquí. Mizzian había
sido preferido niño de Alfonso XIII, cuando lo conoció de visita real como un
niño aplicado en una escuela del Protectorado, y cambió las normas para ingresarlo en la Academia
militar española. Franco y Mizzian hicieron buenas migas desde entonces,
hasta la independencia de Marruecos (1956) y también hasta su fallecimiento, el
de Mizzian antes del de Franco, ambos en
1975.
En resumen: la guerra la ganaron los
moros. Clarísimamente, por esto que escribo a vuela pluma. No intento dar a
entender que sé más que nadie de esto, si quieres, querido lector, me contestas con tu opinión.
Como anécdota final hay un comentario
sobre una hija de Mizzian (ya capitán general de Canarias) que se casó en Santa
Cruz por el rito moro, a escondidas, con un chico tinerfeño. Pero la madre
de la niña, esposa de Mizzian, los engañó, les dijo a los novios que fueran de
luna de miel a África, y cuando llegaron raptó a su hija y el chico regresó obligado
a Tenerife. Nunca más se supo nada de la morita esposa. El chico estuvo
depre un par de años y luego se casó con una canaria de Las Palmas, y
falleció hace unos años, contaría ahora unos 80 años de edad.
Todo esto lo escribo para un posible cambio
de pareceres y opiniones.
Espectador
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